One Shots [Harry Potter] EN EDICIÓN

•99• James Sirius Potter

NOTA: Quiero hacer una pequeña aclaratoria. Este libro, tiene aproximadamente 7 años. Hace 7 años no tenía la madurez de escribir como ahora (algo que se nota a mil en mis otros fic). También aclaro que el 95% de los pedidos de este libro, fueron hechos tal cual los requería el lector. Otra cosa, leo absolutamente todo lo que comentan y también lo que me envían al buzón, no veo justo que tiren flechas hacia mi al no estar de acuerdo con cierta narración. Lamento si no os gusta, entiendo que un libro de OS no siempre es del agrado de todos. Pero si me parece de mal gusto que me comenten en cada apartado lo mismo sobre que 'ataco' a las mujeres. Wtf?. Disculpa que no te agrade una narración super vieja y el como mayormente en ese tiempo, en mi país era la jerga al dirigirse a los demás. Los nuevos OS actuales que vendrán pronto, se notará la diferencia entre el antes y después.

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─ No estoy de acuerdo ─ es lo primero que sale de mis labios al escuchar el castigo impuesto por McGonnagal de limpiar el salón de pociones con el insufrible de James Potter.

─ Señorita Longbottom no le estaba preguntando si estaba de acuerdo o no. ─ es la respuesta de la profesora causando mi total indignación.

─ Pero.. ─ soy interrumpida por el insufrible de Potter.

─ Admite que te mueres por mi y Longbottom. Una mirada puede decir más que mil palabras...

─ Miradas de desprecio. D-e-s-p-r-e-c-i-o Potter, tenlo presente. ─ ante nuestra tonta discusión la profesora suelta un sonoro suspiro que llama nuestra atención.

─ Me recuerdan tanto a James y Lily Potter ─ mi cara debe de ser épica por la estruendosa risa que el chico a mi lado suelta. Ambas lo observamos y sus ojos llorosos encuentran mi mirada en él así que el muy descarado aprovecha y me guiña uno de los suyos.

Apartó rápidamente la vista y me levanto abruptamente. McGonnagal quiere decir algo pero la interrumpe antes de que lo logre hacer.

─ Acepto el castigo pero lo que no acepto es que quiera emparejarme con este ser de aquí ─ con mi índice señaló hacia el chico quien lleva indignado una mano a su pecho.

─ El día que lleves mi apellido, te recordaré lo mucho que me despreciaste Luna ─ su sonrisa es burlona al decir todo.

─ Eso jamás pasará, Potter. Jamás.

Y salgo finalmente de la habitación con las carcajadas del mayor sonando de fondo. Aunque logro oir de fondo también la suave risa de la profesora, una se curva en mis labios sin poder evitarlo.