La mentira se define como el acto de decir una cosa que es falsa con el conocimiento de que es falso, y para mantenerme a salvo, voy a tener que mentir el resto de mi vida...
-Dilo otra vez cariño- Susurró Irena a mi lado.
-Bien- Tomé aire y comencé como las otras mil veces que lo había repetido durante el día- Soy Emma Heller, nací en Londres, Inglaterra el 20 de diciembre de 1990, soy médico egresada de la universidad de Cambridge, me especialicé en pediatría en Estados Unidos en la universidad de Columbia, he aceptado el trabajo porque no tengo familia- La angustia crecía en mi pecho cada vez que había dicho esa parte- Por lo tanto puedo cambiar de país fácilmente, ha sido un sueño... Siempre quise vivir en Alemania.
-Cuando dices que es un sueño... Tal vez podrías sonreír un poco- Irena me miró sin poder disimular la tristeza en sus ojos. Estacionó el auto, caminé por el aeropuerto mirando el piso, con miedo de que alguien pudiera reconocerme, para algunos era una heroína, para otros una simple asesina que había destruido a su familia, después de salir en los periódicos toda Inglaterra se sentía con el derecho de juzgarme, pero nadie sabía por qué, si le preguntaras a cualquier persona todas responderían lo mismo, nunca mataría a alguien, pero nadie había estado en mis zapatos esa noche, sentir la adrenalina por mi cuerpo, saber que era la única forma de salvarla, de salvarnos. Me puse el gorro del abrigo y los lentes de sol, las manos me estaban sudando, entregué la documentación, el pasaporte recién impreso la semana pasada con una nueva identidad y lo que prometía ser una nueva vida. Había llegado el momento que tanto temía, no quería despedirme de Irena, me abrazó con fuerza contra su pecho, embriagándome con su aroma maternal, mis ojos se llenaron de lágrimas- Recuerda siempre que fue en defensa propia, no importa lo que pase, no importa lo que digan de ti... Tienes que saber que no eres una asesina- Tragué con dificultad, sabía que no nos podríamos volver a ver, que no nos podríamos comunicar más, por su bien, por el mío y por el de Sara, a menos que las cosas no salieran bien o a menos que fuera estrictamente necesario, no volvería a ver a mi adorada madrina y no tenía como pagarle todo lo que había echo por mi, su calor me envolvió y me dio el valor que necesitaba para subir al avión.
La entrevista de trabajo había sido un éxito, el director de la clínica estaba encantado, con mi perfecto currículum, esa... Esa fue la primera vez que mentí, me sentía extraña y sucia, pero no había otra manera, yo lo sabia. Llegué a la casa ubicada en un barrio acomodado de Dortmund, los ladridos me hicieron sentir que no estaba sola, había llegado antes, Thomas el marido de Irena había viajado a Alemania antes que yo a afinar los detalles, escoger la casa, amueblarla, e incluso llenar la despensa y el refrigerador, para que estuviera cómoda, me acerqué a paso lento a kamal, el pequeño gran danés de los Pirineos blanco con gris me había sacado de la depresión hace unos meses, y se había convertido en mi mejor amigo, separarme de él para que viajara antes me había destrozado.
-Seremos sólo tú y yo desde ahora en adelante- Me ladró como si entendiera lo que acababa de decir, acaricié su cuello ganándome un par de lamidas como si estuviera retribuyéndome el gesto de cariño. Me acerqué a la mesa, un celular junto a una pequeña nota "sólo para emergencias, te queremos Emma, Thomas e Irena". Revisé el teléfono, solo un número guardado. Le di de comer a Kamal y recorrí mi casa. Entré en el baño una ducha me vendría bien, me desvestí en el baño helado, me giré para encender la ducha y me topé con la realidad. Desnuda frente a un espejo, mucho más delgada de lo que jamás había sido, me acerqué al lavabo y enjuagué repetidas veces mi cara, la capa de maquillaje había ocultado mis ojeras sin problemas, esa mujer en el espejo no era yo, no lo sería jamás, mi cabello rubio jamás había pasado de mis hombros, las extensiones color ébano cubrían mi pecho, y mis ojos, esos no eran mis ojos, saqué los lentes de contacto marrones, y encontré el color azul que tanto me gustaba, y volvió mi pasado, mi mirada, eso era lo único que quedaba de mi antigua vida, no podría, no podría vivir así jamás, de día podría reír y vivir siendo otra, pero por las noches, cuando sólo estás tú y tu alma, cada vez que me mirara al espejo el peso de mi pasado caería en mis hombros de nuevo. Si... Yo lo hice... Yo... Yo apreté el gatillo... Yo lo maté... Fui yo...
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Un lugar seguro (Marco Reus)
FanfictionPredestinados a encontrarse, condenados a perderse... Él... Qué podemos decir de él que nadie sepa, o que no haya sido publicado en alguna revista, jugador de fútbol profesional, extremadamente guapo, famoso por sus lesiones y por perderse torneos i...