1 año después...
-Doctora Heller se solicita su presencia en la sala de informaciones- El alto parlante me distrajo, guardé el lápiz en el bolsillo superior de mi delantal y comencé a caminar por el pasillo, era totalmente deprimente, por eso hasta antes del "incidente" había trabajado en el área que me había enamorado desde siempre, neurocirugía, en pediatría por lo general ves cosas que nadie quiere ver, papás resignados en los pasillos del hospital, día y noche junto a sus hijos, pequeñitos que pasan navidad en la camilla de un frío hospital, niñas con vergüenza que no quieren mostrar sus pequeñas cabecitas calvas por tantas quimioterapias, niños en sillas de ruedas, con parálisis cerebral, que no hablan, que no comen, que no ríen, y por sobre todo que no juegan, todo niño debería estar jugando.
Sacudí la cabeza despejando las ideas, no pude reprimir la punzada de dolor en mi pecho al pensar en Sara... Mi niña bella, de seguro estaba bien, sino Irena habría ocupado el teléfono de emergencia, estaba segura, apoyé ambas manos en la ventana de vidrio, hasta que obtuve su atención, Aly un niña de 11 años me la recordaba a cada momento, dejando de lado toda objetividad, ella era sin dudas mi paciente favorita, estaba casi lista para irse de alta, su epilepsia estaba casi controlada y si seguía el tratamiento farmacológico de manera constante, podría llevar una vida normal. Le guiñé el ojo, y ella me regaló una de sus tiernas sonrisas, seguí mi camino hasta el mesón de informaciones.-Creo que es un hombre incansable- Dijo Anne, la secretaria con una sonrisa.
-¿Quién?- Me hice la desentendida.
-¿Quizá un futbolista rubio?... Tienes que firmar aquí- Me tendió una hoja de papel y un lápiz, firmé sin preguntar nada- Y creo que se verían muy lindas en tu oficina- Sacó un ramo gigante de rosas obviamente de color amarillo, esa era su marca registrada- En media hora tienes que estar en la sala de reuniones el doctor Schneider va a estar esperándote- Me tensé ¿Por qué el director del hospital quería conversar a solas conmigo?
-¿Por qué?- Pregunté disimulando mi nerviosismo.
-Porque cierto club deportivo eligió este hospital para visitar a los niños en esta fecha- Solté todo el aire que estaba contenido en mis pulmones.
-Voy a matarlo...- Dije y sin esperar respuesta caminé de regreso a mi oficina, llené un jarrón con agua y puse las rosas en un mueble frente a la ventana, había conocido a Marco Reus hace unos 8 meses en una fiesta, Lilly la enfermera con la que trabajaba y lo que se podría considerar mi amiga o intento de eso, estaba saliendo hace un tiempo con Erik Durm y me invitó a celebrar su cumpleaños en un conocido bar de la ciudad, no tenía muchas ganas de salir esa noche para ser honesta, pero Lilly había sido sumamente gentil conmigo, me había ayudado a adaptarme de manera rápida a un nuevo país, a una nueva cultura y me había abierto la puerta a su círculo de amigos de una manera totalmente desinteresada. Y desde ese día en el bar no había podido sacármelo de encima, me había invitado a cenar más de 10 veces sólo en las últimas semanas, y ya no sabía cómo decirle que no, no era por ego, o por querer tenerlo siempre detrás de mí, era por miedo, de todas las personas en el mundo con las que podría salir Marco Reus era sin lugar a dudas una persona peligrosa, todo el país quiere saber con quién sale, qué hace en su tiempo libre, qué bares frecuenta, quienes son sus amigos, y no puedo arriesgarme, sólo un paso en falso y todo podría irse a la mismísima mierda, sólo una fotografía en una revista o en un portal de internet y Daniel podía reconocerme. Sara estaba segura, no temía por ella, después de todo el objetivo de ese hombre era yo, y nadie más que yo, y la última vez que lo vi en ese lúgubre salón de tribunales de justicia había prometido vengar la muerte de su hermano, me había mirado directamente a los ojos y había dicho sin que le temblara la voz: "Voy a destruir tu vida Leah... Voy a destruir cada cosa que ames, no vas a ser feliz nunca más"
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Un lugar seguro (Marco Reus)
FanfictionPredestinados a encontrarse, condenados a perderse... Él... Qué podemos decir de él que nadie sepa, o que no haya sido publicado en alguna revista, jugador de fútbol profesional, extremadamente guapo, famoso por sus lesiones y por perderse torneos i...