8.

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Jimin

Siendo sincero, mis sentimientos ya se estaban resolviendo, este chico realmente comenzaba a llamar mi atención esta vez. Tan atento, tan lindo, tan contrario a Yoongi y tan... encantador en su propia forma de expresarse.

Y quería quererlo con todas mis ganas, quería desearlo y ser feliz junto a él.

-Hola hyung -saludó antes de entregarme un vaso blanco envuelto en un cartón.

-Oh, hola -sonreí y recibí el vaso- ¿Qué es?

-Café, supuse que tendría frío -rascó su nuca-, perdón por pedirle salir a esta hora -relamió sus labios y palmeé a mi lado la banca para que se sentase.

-He salido más tarde, no te preocupes -bromeé y el asintió con algo de incomodidad, frotó sus manos con nerviosismo y se sentó finalmente, mirándome como si yo lo fuese todo y no pude evitar sonrojarme.

-Amms... ¿Hyung?

-Dime -me giré y le devolví la mirada mientras bebía un poco de café.

-Usted... bueno, creo que lo sabe pero... -carraspeó la garganta y volvió a relamerse los labios-, me gusta, me gusta mucho -mi corazón palpitó con fuerza y rapidez, él no dejaba de frotar sus manos y me ponía más nervioso de lo que debía así que un impulso provocó que sujete sus manos impidiéndole seguir, sus ojos se agrandaron del asombro y tragó saliva mientras observaba nuestras manos juntas.

-Yo... quiero intentarlo -sonrió sin dejar de observar nuestras manos y sus mejillas se volvieron de un dulce carmín que removió algo en mi interior y sonreí aún más.

Estuvimos en silencio, sentados uno al lado del otro simplemente haciéndonos compañía, observando el cielo oscuro, sintiendo el viento escurrir, bebiendo el café ya frío y sintiendo nuestros dedos rozarse de vez en cuando. No sabía que podía llegar a sentirme de esta forma con algo tan simple con alguien más que no fuese Yoongi.

Y estaba siendo tan feliz en este momento, y no podía evitar sonreír cada vez más y...

-¿Por qué se ríe? -murmuró irrumpiendo mis pensamientos, carraspeé y volví a mirarlo sintiéndome cohibido con sus profundos ojos observándome.

-Yo sólo... es que recordé un chiste muy tonto y... no sé, simplemente comencé a reírme -mentí, me daba pena decirle que simplemente me sentía feliz de poder estar con él en este momento, me avergonzaba decirle que lo había comparado con el que fue mi primer amor.

-¿Me lo cuenta? 

-¿Qué dices? 

-Que si me dice el chiste, me gustan los chistes hyung -se encogió de hombros y entré en pánico.

¿Y ahora qué haría? ¡No conocía ningún chiste, por el amor de Dios! Relamí mis labios y observé mi alrededor sin saber qué decir. Frente a mis ojos se cruzó un pájaro y luego vi el suelo y entonces dije lo primero que cruzó mi mente.

-Pues... Había un pollo y...

-¿Un pollo?

-Sí, si. Un pollito amarillo

-Oh, me gustan muchos los pollos -sonrió.

-Sí, pues... este pollito tenía una rara enfermedad

-¿Qué tenía? -se acercó más, supuse que para escuchar mejor, pero eso no evitó que mi respiración se acelerase.

-No podía respirar por la nariz como los demás pollitos, él...

-¿Él?

-Respiraba por su trasero

-¡Hyung!

-Es la verdad -me sonrojé por su reacción y reí-, bueno, bueno. El pollito respiraba por su trasero debido a esta rara enfermedad y pues, bueno, un día fue con sus amigos a una corrida y de tanto correr, el pollito se cansó

-Yo amo correr -lo miré se soslayo y continué.

-Se cansó, y se cansó tanto que se sentó

-¿Y?

-Se murió

-¿Se murió? -frunció el ceño.

-Sí, si. En fin, había una vez un pollito que respiraba por el trasero, un día se sentó y se murió

Su mirada de seriedad me hizo cuestionar si seguía yo vivo. 

-¿Eso es lo que le tuvo riendo por tanto rato, hyung? ¿Por qué es que no le puedo creer? -mierda, suspiré y lo miré mientras rascaba mi nuca.

-Simplemente estoy feliz de que estemos juntos, Jungkook -admití finalmente y el silencio nos invadió de nuevo, sólo que ambos comenzamos a reír como locos, con las mejillas rojas y las manos aún unidas.

Let me knowDonde viven las historias. Descúbrelo ahora