Let me know

Epílogo.

Luego de aquel beso.

Luego de que ambos se separasen.

Luego de todo.

Luego de nada.

Después de todo lo que ya había sucedido a ambos les quedaba una historia escrita para estar juntos, pero la decisión fue contradictoria.

Yoongi le pidió a Hoseok, con lágrimas recorriendo su rostro, que no volviese nunca.

Y pasaron años, cuatro para ser exactos. Yoongi había terminado la universidad y se encontraba ejerciendo enfermería en el hospital de la capital.

-Oppa, me quedaré donde unas compañeras a estudiar -dijo Minah antes de cortar la llamada, Yoongi puso los ojos en blanco y asintió para sí mismo lanzando un suspiro, guardó el celular en el bolsillo de su pantalón y caminó por los pasillos del hospital observando uno que otro paciente.

-Hey, Yoonie -llamó Yongguk, el médico cirujano amigo de Yoongi.

-¿Qué? -frunció el ceño ante el diminutivo que le había puesto y se acercó a él.

-Atiende a mi paciente unos segundos ¿Sí? Llegó hace dos días y acaba de despertar, tiene la nariz rota -asintió y se dirigió al salón en donde Yongguk atendía sus pacientes, entró y observó la camilla lanzando un suspiro.

El chico que se encontraba ahí recostado miraba hacia la ventana que el salón tenía, tenía unos cuantos parches en la cabeza y el brazo, se sentía algo tenso y Yoongi caminó un poco más cerca, esperando no llamar mucho su atención, se sentó en la silla junto a la camilla y comenzó a anotar en su libreta los datos del paciente.

-¿Qué sucedió? -preguntó alzando una ceja, mientras copiaba lo que se encontraba en la ficha junto a la camilla, había pasado por alto los datos personales, quería constatar las heridas y saber porqué se habían producido.

-No lo recuerdo -murmuró con una peculiar voz ronca, Yoongi observó su cabello negro y su perfil, algo se le hacía demasiado familiar en ese momento y fue cuando le provocó curiosidad saber su nombre.

Jung Hoseok.

Yoongi simplemente no daba crédito a la situación.

-¿Duele? -acarició la mejilla amoratada del menor, tragó saliva temiendo por la reacción de él. Hoseok giró lentamente su rostro y sonrió con dulzura al encontrarse con el rostro de quien aún amaba.

-He aprendido a vivir con el dolor, hyung... No creo que esto sea demasiado -Yoongi retiró su mano torpemente y aclaró su garganta.

-Oh, eso es... ¿Sí sabes que tienes la nariz rota? -frunció el ceño al recordar lo que Yongguk le había dicho y al ver las vendas envolviendo la nariz de Hoseok.

-Sí, creo que algo más está roto por aquí -señaló su costado izquierdo y suspiró.

-¿Realmente no recuerdas qué te sucedió?

-Han sucedido tantas cosas en mi patética vida que recordar un accidente no me parece importante -Yoongi guardó silencio a la espera de que el médico llegase pronto, se sentía incómodo y ansioso-, te he extrañado demasiado, hyung -se estremeció al escuchar al menor decir aquello- Cada puto día desde que me pidió que me fuera

-Hoseok, yo...

-Todavía no puedo creer que hayan pasado cuatro años -ríe y siente sus ojos picar- ya tengo veinte, hyung -Yoongi tragó saliva- ¿Cree que ahora sea lo suficientemente maduro para estar a su lado?

El corazón de ambos palpitó con fuerza, se sintieron más ansiosos de lo que deberían. El médico entró y palmeó la espalda de Yoongi para que se retirase.

-Gracias por la ayuda, Yoonie 

Yoongi se puso de pie dispuesto a irse, pero la mano herida de Hoseok lo detuvo, un nudo se formó en su garganta, pero una sonrisa se instaló en su rostro.

Si la vida les había jugado esta carta de el reencuentro ¿Por qué no aceptar? ¿Debían darse aquella oportunidad que no se dieron en ese entonces?

-¿Ustedes se conocen? -preguntó Yongguk confundido por la escena que se presentaba en su salón.

-Sí -respondió Yoongi-, es mi novio