Capítulo 2

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-¡____*! ¡Ven aquí ya! -Gritó mi hermano desde abajo.
Fuí hacia su ubicación algo preocupada, casi corriendo.
Cuando llegué a la sala no podía creer lo que ví. Era imposible... ¿O no?
Allí estaba sentada hablando con mi hermano la mismísima profesora McGonagall. Si, lo que leyeron.
Me acerqué a ellos temerosa. No sabía si estaba alucinando o qué. Me tranquilizó ver que Seb se encontraba en la misma situación.
-Se-se-señora. Digo, profesora. No. Ese es su personaje, lo siento. ¿Q-que ha-hace aqui en mi casa? -Dije yo, nerviosa y confundida.
-Profesora, querida. Profesora Minerva McGonagall. -Me echó una sonrisa. -Vine aquí a hablar con tu hermano... Asumo que tú eres ____* Parker
-Si, soy yo. -Respondí admirando a la figura que tenía adelante con curiosidad y emoción, pero aún sin entender muy bien la situación.
-Bien -agregó -Entonces esto es para tí.
La profesora de mis más locos sueños extendió el brazo que salía de una túnica brillante de color verde. Acerqué mi mano con algo de ansiedad y finalmente me entregó una carta. Mejor dicho la carta.
El sobre que había imaginado y deseado toda mi vida estaba con ese hermoso color crema y el sello tan perfectamente estampado que parecía salido de mis propios sueños. Mi boleto a la fantasía estaba en mis manos.
Pero todo era muy hermoso para ser verdad.
-Muy bien Seb, si esto es una de tus bromas no va a funcionar -Le dije a mi hermano algo desilusionada. -Ya sé que la magia no existe, es solo un invento de J.K Rowling.
-¿Cómo crees que podria jugar con algo tan serio? -Se hizo el ofendido el tonto.
Ante la incógnita y la incertidumbre ambos miramos a la profesora y se vió casi obligada a darnos una buena explicación (aunque convengamos que debía ser realmente demasiado buena, tanto como para desafiar a la ciencia).
-Te explicaré -Comenzó McGonagall -J.K Rowling es una hechicera. Ella trabaja más que nada con las predicciones, se puede decir que es una adivina. Ella logró ver todo lo que pasa y pasaría en Hogwarts, y se le ocurrió que sería buena idea venderle la historia a los muggles. Claro que debemos sostener firmemente que es inventada para no exponernos.
-Pero, ¿cómo es que hay actores? Es decir, Daniel Radcliffe, Rupert Grint, Emma Watson...
Antes de que termine la oración McGonagall me interrumpió.
-Emma Watson no existe. La que existe es Hermione Granger. Verás, a todos los alumnos les asignamos un nombre muggle para que, justamente, la gente crea que son actores. Y realmente funcionó, incluso nos llevamos unos cuantos premios del cine a Hogwarts.
Reí tímidamente por el comentario.
-¿Y todas esas imágenes fueron grabadas? -Pregunté.
-No, fueron tomadas de la bola de cristal de J.K. Claro que las predicciones son bastante erróneas, como con la mayoría de los adivinos. Lo único cierto con certeza es toda la historia de Potter. Nació, el innombrable mató a sus padres, es el elegido, y todas las aventuras con el señor Weasley y la señorita Granger fueron ciertas hasta ahora. Pero se desconoce si lo que sigue a partir de ahora lo será, ya que nuevos alumnos están llegando a Hogwarts tarde, como tú. -Me dijo McGonagall.
Esto me dejó algo shockeada. No sé si decepcionarme porque mi libro favorito resultó ser una estafa para los muggles o emocionarme porque todo existe realmente.
-Pero si son predicciones, ¿en qué año están los chicos ahora?
-Si te refieres a Potter, Weasley y Granger, ellos están en el quinto año. Y ahí es donde tú irás.
De pronto se me dibujó una sonrisa de lado a lado. ¡Iba a ir a Hogwarts! Iba a conocer a todos. Iba a tener amigos reales... Bueno, lo último es algo debatible.
-Bueno señorita Parker- Dijo McGonagall estrepitosamente -Le enviaré a un alumno de Hogwarts para que la acompañe al Callejón Diagon para comprar sus cosas un día antes de comenzar las clases. Me quedaría a explicarle más con mucho gusto, pero últimamente el mundo mágico está en peligro. Salir es algo riesgoso, pero cuando guste siéntase libre de contactarme a través de una lechuza.
McGonagall me sonrió con complicidad y le devolví el gesto.
-Con su permiso -Dijo mirando a mi hermano -Debo retirarme. La espero el 1 de Septiembre en la estación 9 y 3/4.
Le sonreí y admiré la majestuosidad con la que avanzaba hacia la puerta cuando una última duda me pasó por la cabeza.
-¡Espere un segundo! -Dije sorprendiéndola -Profesora, ¿por qué recién ahora, a los 15 años de edad, me llega mi carta?
Mcgonagall hizo con la cabeza un movimiento raro, como diciendo "¡Cierto!".
-Los registros del año en que tú naciste fueron destruidos, por eso nos costó averiguar quiénes debían ir a Hogwarts.
Hice una mueca de confusión pero también expresaba conformidad.
-Bien, ahora si debo irme -Dijo la profesora con una sonrisa en la cara -Nos vemos en Hogwarts!
Giró sobre si misma y desapareció.
Lo cual no tenía mucho sentido porque caminó hasta la puerta, pero por qué debería tenerlo? Nada de esto tiene sentido. Es una locura, sigo sin asimilarlo.
Mi hermano me abrazó.
Realmente no lo podíamos creer. ¡Iría a Hogwarts!

La Magia Existe (Ron Y Tú)TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora