Narra Ron:
Era 31 de agosto. Mañana comenzará un nuevo año en Hogwarts.
Estamos quedándonos en la casa de Sirius, el padrino de Harry. La situación con el ministerio y el retorno de ya saben quién se vuelve cada día más complicada. Los periódicos dejan mal parado a Harry y perdemos aliados, incluso el idiota de mi hermano Percy decidió darnos la espalda por su amado puesto en el Ministerio.
En fin, estamos quedándonos temporalmente en esta casa a la que apodamos Cuartel General junto con mi familia, Hermione, los miembros de la Orden del Fénix (la organización que lucha contra el Innombrable) y Harry, que llegó hace poco tiempo. En verdad, Harry debería dejar de quedarse con sus tíos cada verano, siempre debemos ir a rescatarlo.
-¡Te gané! Y yo nunca te gano. -Dijo Harry con una sonrisa de triunfo. Me había ganado en la partida de ajedrez mágico, un juego que se me da bastante bien. ¿Sabían que en primer año fuí parte de un ajedrez gigante y casi muero? Afortunadamente todo salió bien.
-Bien, Harry. -Dije felicitándolo.
De pronto la puerta se abrió dando un golpazo.
-¡Ron! -Dijo mamá asomándose -La profesora McGonagall dijo que debes acompañar a una nueva chica a comprar sus cosas al callejón Diagon. Se bueno y ayúdala hijo.
-¿Puedo ir? -Preguntó Harry ilusionado.
La cara de mamá cambió a modo sobreprotección. Mamá amaba a Harry como a uno más de nosotros, y no quería que nada ni nadie lo lastime.
-¿Qué? Harry, querido, es muy peligroso... -Dudó.
-Gracias por preocuparte por mí, mamá. -Dije rodando los ojos.
A veces siento que todo es sobre Harry. Es decir sí, realmente todo es sobre Harry. Estamos aquí por Harry, todos nuestros movimientos son por Harry... Pero a veces me pregunto qué pasaría si algo me pasa a mí. ¿Se sentirían tan culpables como si le pasara a Harry?
-Oh, ¡Ronald! Ya basta, no es para tanto. Ya vete, te dejé la dirección en la mesa. Ve a buscar a la chica, llévala a comprar sus cosas y todo hazlo con una sonrisa. Amabilidad ante todo.
-Bien. -Dije de mala gana, y bajé a buscar la maldita dirección.Narra ____*
Eran las 10:30 y estaba sola esperando a que un alumno de Hogwarts me lleve de compras. No puedo creer que realmente iría al callejón Diagon, esto es una fantasía.
Seb se había ido al trabajo. Antes de que se vaya, le avisé que iría a comprar las cosas para Hogwarts y se fue corriendo a mi habitación (cosa que fue muy rara), pero me dijo que no me preocupara por nada y luego se fue.
Estaba sentada en el sofá, leyendo obviamente Harry Potter. Quería estar preparada para el momento de ir a Hogwarts. Debía demostrar que yo también pertenezco a ese mundo, que sé sobre encantamientos, sobre criaturas mágicas, sobre vuelo y pociones. Quiero demostrar que ese es mi lugar en el mundo.
Mientras leía me surgieron tantas dudas. ¿Quiénes serían mis amigos? ¿Cuál sería mi casa? ¿Los chicos serían tan divertidos como en los libros? ¿Snape será tan malvado?
Estaba imaginando cómo será mi nueva vida a partir de mañana, 1 de Septiembre, cuando alguien tocó la puerta.
Cerré el libro de un golpe. No quería que la persona que viniera a ayudarme con mis compras crea que soy una stalker por leerme los libros sobre su mundo las 24 horas del día. Me levanté y corrí a abrir.
Cuando abrí la puerta y ví quién era ese alumno sentí un frío en todo mi cuerpo. Las manos me temblaban y mi respiración se aceleró al igual que los latidos de mi corazón. Tras quedarnos callados mirándonos a los ojos por un tiempo comencé a sentir mariposas en el estómago.
El chico de mis sueños estaba parado frente a mí. El chico que pensaba que nunca estaría conmigo, el cuál deseaba más que a nadie en el mundo: Ron Weasley.
Se quedó mirandome aún más, y me sentí algo incomoda la verdad.Narra Ron:
Había salido del cuartel hace rato. Me transporté con polvos flu lo más que pude, de chimenea en chimenea a lugares que mi madre me marcó, pero finalmente tuve que caminar.
Me sentía incómodo, nunca caminé entre tantos muggles. Y también estaba paranoico. Pero no solo por Voldemort, ¿sabían que hay un montón de niñas que están locas por mí? Todo gracias a esas malditas predicciones.
Finalmente logré llegar a la dirección y toqué la puerta. Me quedé esperando algo irritado. Me imaginaba que de ahí saldría un monstruo; pero cuando la chica a la que debía recoger abrió la puerta ví a la persona más hermosa que me había cruzado. Esa chica era hermosísima, muchos más de lo que habría esperado.
Jamás había experimentado esta sensación, fue un flechazo instantáneo.
Nos quedamos mirándonos por unos segundos hasta que reaccioné y decidí presentarme.
-Em, hola.
-Hola -dijo algo tímida.
-Tú debes ser ___* Parker, no?
-Si, soy yo. Y tu eres...
-Ron Weasley -completé su frase.
Todo se sentía raro, el corazón me latía a mil por hora.
-Bueno ___*, si estas lista podemos irnos ya. Debemos viajar con polvos flu hasta el callejón. Espero que no sea un problema.
-Oh, ¡claro que no! Pero el único problema es que no tengo dinero. Solo dinero muggle. -Dijo algo avergonzada.
-No te preocupes, si eres hechicera es porque tienes ascendencia mágica. Y todos los antepasados dejan su dinero en Gringotts antes de morir. Si nadie de tus familiares cercanos lo ha extraído en los últimos años te felicito, porque te ganaste una buena herencia -Dije guiñando un ojo para romper el hielo.
___* se sonrojó y río nerviosamente.
-Esta bien -Dijo y cerró la puerta de su casa.
Yo no podía dejar de verla en cada movimiento que hacía. En serio, era demasiado bonita.
Espero que le toque en Gryffindor.
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La Magia Existe (Ron Y Tú)TERMINADA
Fiksi Penggemar___* es una chica común y corriente de 15 años de edad.Le encanta leer y vive en un mundo de fantasía.Es fanática de Harry Potter, y su crush literario es Ron Weasley. Hay momentos en los que se siente mal, y sólo llora deseando que todo lo que lee...