Taller de Musica

192 22 6
                                    

Ally

Los brazos le dolían, mientras caminaba por los pasillos.

La directora la había mandado a llamar porque necesitaba de su ayuda.

Resulta que esa semana era el inicio de los nuevos clubes en el instituto.

Por lo que habían creado carteles con la información correspondiente para cada nuevo taller.

Y como ella era la presidenta, la directora le había confiado esa tarea.

Estaba muy feliz de poder ayudar, pero eran muchos carteles que tenían que ser repartidos y cargarlos era un problema, sobre todo para ella que no tenía fuerza en sus brazos.

Algún día sería una persona con mejor actividad física.

Algún día.

Suspiró negando con la cabeza, le habría encantado un poco de ayuda, pero era el horario de clases y nadie andaría por ahí, ni siquiera Raini que a veces se las saltaba por capricho.

Tendría que arreglárselas ella sola.

Lo cual no era su mayor preocupación, era que los colgantes designados especialmente para los carteles, cada vez estaban más lejos de su alcance.

Tener un escaso metro cincuenta, era algo problemático.

Siempre tenía que ocupar tacones los días en que se mostraba frente al estudiantado.

Ella creía que al ser pequeña no la tomarían en serio, por lo que casi siempre sentía dolor en los pies a causa de los zapatos.

Ese día traía puestas unas botas de color café, al estilo muy vaquero, las cuales le aumentaban por lo menos unos diez centímetros.

Pero ni siquiera con esas botas, llegaba al dichoso colgante, que en ese momento se encontraba en la pared frente a ella.

Suspiró frustrada.

¿Por qué no podían haberlos colocado más abajo?

Dejó los carteles en el piso y buscó con la mirada algo que la pudiera ayudar, sonrió ampliamente cuando vio una silla en el fondo del pasillo.

Caminó rápidamente hacia ella sin embargo en dolor en sus pies era insoportable.

Ya cansada de la situación, se quitó las botas y las dejó encima de la silla la cual tomo en sus brazos segundos después para llevarla al lugar del colgante.

Quitó las botas y se subió en la silla con uno de los carteles en su mano y se puso en la punta de sus pies, tratando de alcanzar el colgante.

― ¡Ally!―gritó Raini provocando que perdiera el equilibrio y cayera al piso.

― ¡Ay! ―gimoteó dolorida.

― ¿Estás bien? ¿Te hiciste daño?

Levantó la vista fulminando a su mejor amiga ―. ¿Acaso estás loca? ¿Cómo se te ocurre gritar de esa forma cuando estoy arriba de una silla? ―vociferó enojada.

―Lo siento, pero era urgente ―la miró con angustia ―. El profesor estaba preocupado porque te estabas demorando mucho, en serio lo siento Ally.

La mirada de Raini estaba llena de preocupación y de culpa, no podía culparla, ella sabía que Raini nunca le haría daño.

Suspiró asintiendo.

―Si estoy bien ―dijo mientras se levantaba del piso ―. La directora me pidió que colgara unos carteles pero me está tomando mucho tiempo.

El Secreto De Tu Voz |Raura Y Auslly|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora