Encerrados

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Ally

Esto debía ser una maldita broma.

¿Cómo es que tenía tanta mala suerte?

¿Porqué de todo el instituto, ella tenía que ser la que se quedara encerrada con Ross Lynch?

¿Porqué?¿Porqué? ¡¿Porqué?!

¿Acaso era un castigo?

¿Mal karma?

Ella no había echo nada malo como para tener que soportar esta clase de situación.

¡Joder! y lo peor de todo es que sus sospechas habían sido acertadas, estaba que le llegaba el periodo y ella se comportaba un tanto peculiar cuando eso le ocurría.

Ally se caracterizaba por tener una gran timidez cuando se trataba de chicos, pero al estar en sus días, todas sus hormonas se revolucionaban haciéndola actuar de una manera hasta vergonzosa.

¡Ni ella misma se soportaba!

¿Como iba a lograr sobrevivir estando encerrada con Ross?

¿Durante cuanto tiempo aguantaría las ganas de saltarle encima para hacerle que clase de atrocidad?

Tenía que calmarse, tener un ataque de pánico justo ahora no le serviría de nada, a ninguno de los dos.

Inhaló y exhaló con los ojos cerrados, intentando así recobrar la cordura.

¡Sólo es un chico! No es nada que no hayas visto antes —se dijo así misma reiteradas veces.

Abrió los ojos y fijó su mirada en Ross, que en ese momento se encontraba golpeando la puerta con rabia.

¿Que le ocurría?

¿Tan mal le sentaba la noticia de tener que estar encerrado junto a ella? ¿No le agradaba? ¿Le caía mal?

¿Qué clase de opinión tendría sobre ella?

Ally negó, no debía de importarle lo que él pensara, eso no le incumbía.

—No hay ninguna forma de salir—dijo ross negando con la cabeza después de analizar cada parte de la habitación —. Al parecer estaremos aquí un buen rato.

Allison suspiró y se encogió de hombros.

—Supongo que no nos queda más remedio que esperar a que alguien venga y nos saque.

Después de pensarlo por unos minutos, la idea no le resulto tan mala, tal vez ese era el momento para averiguar algo sobre su nueva banda favorita.

Sin que se diera cuenta, ya se le había formado una tonta sonrisa en su rostro.

La pregunta ahora era...

¿Cómo abordaría el tema?

Ella no era buena iniciando conversaciones y menos si era con alguien que no entendía.

Se dejó caer lentamente hacia el piso, quedando sentada contra la pared, de frente al chico que la observaba de reojo.

Sin embargo no fue la única, ya que tiempo después, el rubio imitó sus movimientos.

Ahora ambos se encontraban sentados frente a frente.

Nadie habló, aunque Ally se moría por saber más sobre su pasado, tuvo que contener sus ganas para así no arruinar su plan.

—¿Crees que alguien venga a sacarnos?—le sorprendió la pregunta de su compañero, por lo que simplemente se encogió de hombros.

—El profesor no creo que se de cuenta, casi siempre me salto las clases para hacer alguna actividad debido a mi cargo, así que no lo sé con certeza—explicó luego de un rato—. Aunque tal vez puede que venga la directora en una hora o dos, para supervisar como va mi trabajo.

El Secreto De Tu Voz |Raura Y Auslly|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora