Ally
¿Un asistente?
¿Ross iba a ser su asistente?
No podía creerlo.
En todo el tiempo, en el que había sido presidenta, nunca le habían asignado un asistente.
Nadie nunca la ayudaba, ella siempre hacia el trabajo sola.
¡Y apenas lo conocía!
Nunca había hablado con él a excepción de hoy.
La noticia la había tomado por sorpresa, tanto que las palabras se le atoraban en la garganta.
Suspiró luego de un par de minutos y se miró la pierna, ese día sí que le costó realizar la tarea de los carteles.
Ya era tiempo que alguien la ayudara, Raini tenía razón, de alguna forma, era mucho trabajo para una sola persona.
Se aclaró la garganta, llamando la atención de los dos hombres en frente de ella.
Sonrió.
―No me parece mala idea, es cierto que necesito un poco de ayuda.
―Excelente, entonces espero que hagan un muy buen trabajo―exclamó el Sr. Clayton con entusiasmo y luego miró a Ross ―. No te preocupes muchacho. Serás el mejor del club.
Ross solo asintió. Sin emitir ningún sonido.
Ally frunció el ceño.
¿Tan malo le parecía trabajar con ella?
Puede que fuera algo exagerada y un poco entusiasta. En todo, pero eso nunca se lo había considerado un defecto.
Seguro que tenía un mal concepto de ella, lo que era muy raro ya que hace pocos minutos lo había ayudado.
Pero aun así, se lo preguntaría directamente.
Si iban a trabajar juntos la mitad del año, debían tener una buena relación.
Asintió complacida con su reflexión.
―Muchas gracias por haberse preocupado por mi señor Clayton ―le sonrió con agradecimiento.
―No es nada Ally, eres una jovencita muy lista y amable, has sido un gran aporte para esta institución, es lo menos que podemos hacer por ti.
―No he hecho tal cosa profesor ―murmuró por lo bajo sintiéndose avergonzada.
―Insisto Ally, has sido de mucha ayuda.
La chica asintió con rapidez mirando sus pies.
En toda su vida, jamás pudo aprender a sobrellevar los cumplidos, siempre terminaba muy ruborizada y apenada.
A pesar de tener una gran personalidad, se volvía muy tímida cuando llegaban algunos halagos, cosa que le resultaba muy gracioso a su madre.
―Y ahora que Ross será tu asistente, estoy seguro que su trabajo será estupendo.
Ally miró de reojo a Ross. Seguía sin decir una palabra.
Se estaba comenzando a preocupar.
El chico apenas parpadeaba.
―Bueno, si eso es todo, debo retirarme, tengo trabajo que hacer.
―Claro, nosotros ya nos íbamos, de nuevo muchas gracias ―dijo Ally desde el umbral de la puerta.
―De nada, yo hablare con los profesores de Ross para cuando tenga que salir de clases, que tengan buen día.
―Igualmente.
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El Secreto De Tu Voz |Raura Y Auslly|
FanfictionAllison Dawson más conocida como «Ally La presidenta del instituto Marino High» es una chica súper optimista, confiada y alegre, le encanta poder ayudar a las personas y se siente feliz de hacerlo. Ross Lynch, un chico tímido y solitario con un secr...