Capítulo 5 . Atrevimientos

360 39 3
                                    



Entre, ya no me importaba mi miedo, la gente salía y ya nadie quedaba, detuve a un muchacho y pregunte.

-Disculpe, ¿por qué la gente se va?.

-Realmente no lo sé, pero creo que el Jefe Matías no quiere nadie aquí.

-O-ok.

Cada segundo me recalcaba que solo iba y lo dejaba, no importaba si parecía grosero, pero no se iba a quedar ahí viendo cómo es que algo pasaba. Subí al ascensor y apreté una tecla que tenía escrito "Jefe Matías", al llegar me acerque a su oficina, pensé varias veces en tocar, pero el miedo me invadía el miedo, decidí escuchar si estaba, pegue mi oreja y escuche con atención, al oír, pensé que era una broma, pero era una muy mala, se podían escuchar ¿gemidos?.

-Dios, muévete más rápido, a-agarraté a-ah, de mis hombros, ¡Carajo! –Gritó-.

Me sonroje, ese era Matías.

-Aah-ah, ¡Matías, ya no aguanto! –Hablo tan rápido-.

-Y-yo también, a-ah.

Un gritó sordo por parte de él ¿chico?, se escuchó, quise comprobar si el dueño o la dueña de esa voz era hombre o mujer, jale un poco la cortinita, y vi a un chico de cabellos castaños, menor que él estaba desnudo de la cintura para abajo, estaba estampado contra la pared, sus piernas se rodeaban a la cintura de Matías, sabía que estaban teniendo sexo, el chico pareció tocar el cielo –por así decirlo- cuando su espalda se arqueó, dejando que los pechos de aquellos hombres se tocaran, Matías dio un gritó ronco y luego lo beso bruscamente, cuando termino dejo caer al chico al piso, el que cayó pego un grito de dolor, se arregló y salió, yo me escondí, deje que pasaran unos minutos, chequé mi reloj y vi que tenía quince minutos de retraso, tomé aire y me acerqué a la puerta de Matías, en un momento de adrenalina mi mano toco la puerta tres veces.

-Pase.

Abrí la puerta y lo vi revisando los papeles, se veía tan normal, como si nunca hubiese tenía sexo en su oficina, pobre aquel chico, de seguro solo fue un pasatiempo.

-Hola empresario Matías –Me acerque temeroso-.

-Hey, solo dime Matías –Dijo amablemente, era un monstro actor-.

-Ok, Matías te traje mi cuaderno, si quieres se lo mandas a mi amigo cuando termines, ando ocupado y solo pase a dejarte mi cuaderno, adiós. –Caminé tranquilamente hacia la puerta, posé una mano sobre el picaporte pero una mano estaba sobre la mía-.

-Acabas de llegar –Volteé lentamente para encararlo-.

-Tengo un asunto.

-¿Con la televisión?.

-¿Eh?.

-Chequé tu agenda y no hay nada para hoy, supe también que no querías venir, pero como estabas aburrido viniste.

Puso sus manos en mis hombros y me llevó a un asiento, me sentó y el hizo lo mismo con el asiento que tenía frente a mí, ojeó mi cuaderno y murmuraba cosas, saqué mi celular y vi un mensaje de Gabriel.

>Gabriel en Línea

-Andy, ¿estás en tu casa?.

Estaba a punto de responder pero un gruñido me detuvo.

-No le enseñaron la educación señor Olson –Me quitó mi celular-.

-Tengo que responder Matías, mi amigo me ha preguntado algo importante.

El ceniciento -Historia Moderna Yaoi- Segunda Parte.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora