-haga llamar al alumno Guillermo Diaz a mi oficina de inmediato- la directora ordenó del otro lado del teléfono a su secretaria la cual en seguida obedeció sus ordenes y fue directamente al salón donde se encontraba el joven.
-Buenos días profesor, necesito al joven Diaz de inmediato- dijo en tono cordial.
-claro que si, guillermo te buscan- el pelinegro se tenso al momento, el sabía perfectamente con que fin lo llamaban a la oficina de la directora y por un momento odio el hecho de no compartir esa clase con su novio por que de no ser así Samuel lo hubiera acompañado, alejo ese pensamiento de él, no siempre estará Samuel para ayudarlo así que tomo valor y entro una vez se le fue permitido.
-Buenos días, puedo ayudarla en algo?- guillermo hablo tratando de dar una buena impresión con su cortesía.
-toma asiento- el pelinegro entró y obedeció a la madre de samuel- estoy segura que sabes que esto no es una reunión sobre tu educación.
-así es directora- el escritorio separaba a ambas personas pero aun el tener el escritorio en medio la madre de Samuel se veía amenazante.
-me alegra saber eso, mira muchacho no es nada personal pero como ya te habrás dado cuenta no te quiero ver junto a mi hijo.
-directora yo..- no lo dejo terminar
-estoy dispuesta a darte lo que tu quieras, dinero, propiedades, educación, solo tienes que pedirmelo.
-es...esta comprandome?- guillermo no podía creer lo que escuchaba, era ella capaz de hacer eso con tal de alejarlo de Samuel?
-claro, te daré lo que tu quieras- el pelinegro la vio con cara de horror- tranquilo no pienso matarte o desaparecerte, no soy una criminal- ella sonrio.
-no..no puedo creerlo, usted...- se quedo callado
-se que piensas que soy mala pero solo pienso por el bienestar de mi Samuel y el tuyo, Samuel jamás a tenido nada serio en su vida y créeme tu no eres la ecepcion- la mujer volvió a sonreír.
-yo...
-vamos sólo dime cual es tu precio
-BASTA!!- Guillermo se levantó de golpe- yo no soy ese tipo de persona, yo realmente quiero a Samuel y yo también quiero lo mejor para el.
-pues entonces aléjate de él.
-no are eso, así tenga que enfrentarme a usted no lo are, si Samuel me quiere lejos de su vida me iré pero solo si el me lo pide. Lo siento mucho señora pero lo que me pide es imposible para mi.- la madre de Samuel estaba sorprendida, nunca nadie le negaba algo a ella, solo bastaba con mirarlos y la obedecían, pero este chico era la diferencia.
-con permiso- guillermo camino a la puerta.
-espera....
-dígame
-no quiero que Samuel se entere de esta conversación
-claro que no directora.- al momento que cerro la puerta después de salir dejo escapar un suspiro de alivio, el pelinegro no sabia de donde había sacado tanta valentía pero agradecía el que le llegará de repente.
-hey donde estabas?
-fui a dejar unas cosas en mi casillero
-bueno, quieres salir esta tarde chiqui?
-claro samu- guillermo miró por todos lados y depósito un tierno beso en los labios de su novio, el castaño río por la acción de guille.
-ven acá amor- Samuel le devolvió el beso.
-te quiero Samuel, te quiero mucho.
