Después de la confesión del mayor los dos chicos se dieron un tierno beso para así dormir abrazados uno junto al otro.
guillermo despertó por la luz del sol que atravesaba la sombra de la persiana.
Giro para encontrarse aún muy dormido Samuel con sus labios entre abiertos, guillermo sonrió, el tenía muchas dudas, dudaba si algún día la mamá de su novio lo aceptaría algún día, dudaba si Samuel estaría con el para siempre, dudaba ser lo suficientemente bueno para el. Pero la única cosa que no tenia duda era el amor que le tenía a Samuel, guille sonrió y beso los labios del castaño sintiendo como al instante unas fuertes manos Lo tomaban por el cabello y le devolvía el beso con más intensidad.-tenemos que ir a desayunar- el menor sonrió
-y si mejor seguimos acostados besándonos? -le respondió Samuel al igual que el con una sonrisa.
-lo haría con gusto pero me muero de hambre cariño- Samuel río
-esta bien, vamos- se levantó muy a su pesar pero su novio tenía que comer algo o se pondría de mal humor.
Después de bañarse por separado ya que así lo quiso el pelinegro, se arreglaron y fueron a desayunar por fortuna sin encontrarse a la madre del mayor, comieron en paz y fueron directos a la playa a tomar un rato el sol.-willy ponme protector solar- Samuel sonrió ya que el sabía que a guillermo no le agradaba tanto que le dijera así.
-claro que si vegetta- el menor río a carcajadas mientras su novio lo miraba mal.
-sabía que no era buena idea decirte ese secreto - guille tomo el protector solar y empezó a ponerlo en la gran espalda de su fuerte novio, nunca lo había visto sin camisa y no podía creer que ese pedazo de hombre fuera su novio, vaya que tenía suerte aunque ahora que vio el cuerpo de Samuel a él le daba vergüenza enseñar su escuálido, delgado y pálido cuerpo.
-ahora te aguantas- guille sonrió- listo, casi te puse todo el protector.
-me estas diciendo gordo?- Samuel giro- te recuerdo que es por tu culpa que estoy así, tu eres el que me hace comer mucho y no me deja ir al gimnasio por que no te quieres quedar sólo.
-no estas gordo, estas super fuerte a demás tu comes muchísimo no te quejes.
-si tu lo dices tragón- el mayor tomo el pomo de protector solar- anda gira y quítate la camisa, te voy a poner protector
-que?- guille se sonrojo
-no quiero que te quemes y te duela- el pelinegro asintió.
-esta bien- willy de quitó su camisa y le dio la espalda a Samuel, el mayor puso un poco de crema en sus manos y empezó a esparcirla en la delgada espalda de su novio.
-tienes tu piel tan suave- le susurró a guille en el oido- eres tan hermoso que tengo la necesidad de hacerte el amor una y otra vez, en todos los sitios que nos plazca- la piel del menor se erizo al oír la erótica voz que su novio usaba al decir todas esas palabras.
-hmm-un inaudible gemido salió de sus labios y guillermo se sonrojo.
-¿por que mejor no se meten al mar para que dejen de hacer cosas sucias en público?- la madre de Samuel se sentó atrás de ellos en un camastro.
-¿por que mejor no nos dejas en paz?- Samuel se separó de su sonrojado novio y miró mal a su madre
-sólo me preocupo por ti cariño, si seguían así podrían sacarlos de la playa.
-ese es nuestro problema...
-mejor vamos a nadar un rato al mar samu.-guille interrumpió la discusión