Mentiras

Capítulo 8.

No pudo dormir en toda la noche mientras esperaba que Min Ho regresara, incluso pensó en llamar a los padres de su esposo porque éste no le tomaba el móvil, sin embargo no creía que fuera algo bueno porque ellos no debían enterarse que su matrimonio se encontraba en problemas y no era una simple discusión por la que seguro todos los matrimonios pasaban porque no todos los matrimonios se creaban a base de una mentira que acababa de ser descubierta y que él intentó ocultar con más mentiras porque no quería alejarse de su esposo, porque lo necesitaba y ciertamente era al único que sentía que tenía, porque podía estar su familia pero no era lo mismo, su familia no se sentía como un apoyo, no lo estaba siendo con lo de su bebé y dudaba que lo fuera a ser si su matrimonio terminaba, porque Taemin consideró la opción después de que Min Ho se fuera, ya que cuando le dijo que quería estar solo no se quedó en el apartamento sino que salió, y ahora el reloj marcaban las cuatro de la mañana y no lo había visto regresar, sin permitirle que él pudiera dormir y tal vez esa fue la primera vez que su bebé no ocupó todos sus pensamientos sino que se encontraron divididos entre él y Min Ho.

Revisó otra vez la hora en el reloj y le parecía que pasaban con gran lentitud los minutos continuando preocupado por su esposo, que volvió a llamar a su móvil sin que le contestase; suspiró, debía verlo y saber que estaba bien a pesar de que sabía que si la llamada no era tomada se debía a que Min Ho no quería contestarle porque timbraba y al final era envidado al buzón de voz y poco a poco el sueño comenzaba a llegar a su cuerpo cuando Taemin se resistía porque quería continuar despierto hasta que Min Ho llegase, ya que si no salía a buscarlo en las calles se debía a que no sabía por dónde comenzar.

El sueño lo estaba venciendo para el momento que escuchó la puerta principal del apartamento ser abierta y él despertó tomando su móvil y comprobando la hora, porque no había nadie más que su esposo que pudiera entrar en el apartamento sin antes tocar el timbre. El reloj marcaban las seis de la mañana, cuando incluso vio a Min Ho entrar en la habitación, sus pasos eran pesados y se dirigió al armario sin hacer demasiado ruido y Taemin desde la cama lo podía ver como tomaba su ropa, lucía cansado y sus ojos estaban un poco hinchados, se veía horrible ante los ojos de Taemin y él se sabía que era el culpable porque si hubiera pensado que su esposo podía llegar tan rápido a la cafetería nunca le habría confesado eso al rubio y ahora Min Ho no luciría de esa manera sino que estuviera durmiendo a su lado como se debía.

—¿En dónde estuviste? —preguntó sentándose en el borde de la cama.

Min Ho se encogió de hombros sacando el traje que usaría ese día, ignorando el hecho de que Taemin había ordenado la habitación y que la ropa que antes él metió en maletas ahora estaba otra vez en el armario, sólo la fotografía no estaba colocada en su lugar, sino que a un lado porque continuaba estando con el vidrio roto.

—Por ahí.

—Min Ho... te esperé toda la noche y no me puedes decir que estuviste por ahí, ¿en dónde estabas?

Sin embargo Min Ho no iba a responder en dónde estaba porque todavía no quería ver a su esposo, si había regresado al apartamento se debía a que tenía que ir a trabajar y todo lo que necesitaba estaba en el apartamento, pudo haber comprado ropa si hubiera alguna tienda abierta a esa hora y evitar ver a su esposo pero era temprano, entraba antes al trabajo antes de que las tiendas fueran abiertas, e ir a la casa de sus padres no era una opción porque él al igual que Taemin creía que ese asunto les pertenecía sólo a su esposo y a él.

—Min Ho —vio a Taemin colocarse delante de él, quien no lucía mejor de lo que Choi lo hacía —¿En dónde estuviste? Estaba preocupado.

—Tengo que ir a trabajar.