Mentiras

Capítulo 9.

Al abrir la puerta vio a ¿su amigo? Ni siquiera sabía si podía llamarlo amigo otra vez porque era cierto que ahora al menos mantenían comunicación, pero nada más, después de que Min Ho hubiese escuchado su segunda conversación Taemin no quiso volver a ver al rubio hasta ese día que le había dicho que deberían salir para que se distrajera un poco, porque Taemin había sido muy obvio con su estado de ánimo y ahora por mucho que intentó lucir bien para que su amigo no se diera cuenta de lo que pasaba no lo había logrado, porque el rostro de Ki Bum dejó de tener una sonrisa para pasar a uno casi asustado después de que lo vio.

—Vámonos antes de que me arrepienta de salir.

Y antes de que Min Ho y su compañía despertasen porque era fin de semana, lo que significaba que su esposo y la persona de turno todavía estaban en el apartamento a pesar de que ya eran las ocho de la mañana. Taemin acomodó el gorro que llevaba en su cabeza que cubría su descuidado cabello, y dio un paso fuera del apartamento cerrando la puerta detrás de él, intentando ignorar la mirada de Ki Bum, porque el rubio no había dejado de verlo desde que abrió la puerta, sabía que no lucía bien pero no necesitaba que su amigo se lo recordase en la forma en que la veía, como si quisiera terminar por abrir su abrigo para comprobar que no sólo era su rostro luciendo tan delgado porque Taemin estaba intentando ocultar su delgadez con su ropa.

—Ki Bum, ¿vas a quedarte ahí parado? —y parecía que eso necesitó el rubio para reaccionar y comenzar a caminar hacia el ascensor.

—Jong Hyun vino —habló cuando entraron en el ascensor —le dije que no podía hacerlo pero él insistió en venir y está esperándonos abajo.

—Supongo que está bien —dijo sin demasiado interés.

Ahora comenzaba a considerar que no debió aceptar salir, sino que debía quedarse en el apartamento más exacto en su habitación para no ver a Min Ho y su amante, porque era lo que él hacía ya que no necesitaba saber con qué tipo de persona su esposo pasó la noche anterior, tenía más que suficiente con escucharlos y no necesitaba verlos, por eso también estaba aceptando salir con el rubio, pero ya no estaba seguro de que fuera lo mejor porque se sentía cansado, y sabía que la causa era la debilidad de su cuerpo, por las malas noches y a su alimentación que se reducía a comer una vez por día si es que llegaba a tener hambre, aunque en los últimos días era algo que su cuerpo le exigía para al final en la noche terminar inclinado sobre el inodoro como si fuera una rutina cada vez que Min Ho llegaba con la persona de turno.

—Taemin —dio un pequeño saltito cuando Ki Bum lo tomó del brazo, no se había dado cuenta de que las puertas del ascensor ya se habían abierto —¿Qué te está pasando?

—Estaba pensando.

Pensando en Min Ho y la persona de turno que vio la noche anterior entrar en su habitación, alguien que era el más frecuente de ver, un chico delgado de cabello rojizo y pálida piel, que era casi de la altura de su esposo, y a simple vista hermoso porque Taemin no podía negarlo, sintiéndose tan celoso de él que podía estar cerca de Min Ho y le podía sonreír con naturalidad cuando él quería hacer eso, pero sólo se quedaba en las sombras de su habitación viendo por la puerta entre abierta como entraban porque al menos no tenía que verlos besarse, no creía poder soportarlo y al final de la noche siempre estaba preguntándose la razón de sentirse así, porque sabía que eso no se debía sólo a que su orgullo estaba siendo pisoteado o a su cariño hacia Min Ho, pero tampoco tenía un nombre que él le hubiese dado.

—No abstraigas en tus pensamientos al menos por hoy.

Taemin siguió al rubio hacia fuera del edificio y luego hacia el auto blanco de Jong Hyun que estaba recargado sobre éste mirando al cielo. Respiró profundo al momento de acercarse, si con Ki Bum había sido las cosas fáciles de llevar con Jong Hyun debían ser mucho más fáciles ya que era alguien más accesible, el rubio hasta cierto punto llegaba a ser algo "especial" en muchas ocasiones.