Capítulo 14.

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Taemin veía a Min Ho tomar el desayuno que él había preparado el cual consistía en café con leche y waffles con chocolate que le había tomado más tiempo del que creyó que podría hacerlo, pero se esforzó porque tuviera un buen sabor y apariencia ya que él no era muy bueno cocinando, y si entraba en ésta lo hacía porque era necesario, al menos así fue desde todo con Min Ho estuvo mal, y se enteró de sus bebés aunque muchas veces prefería pedir comida a domicilio pero en esa mañana se esforzó porque tenía una oportunidad con su esposo y no quería desperdiciarla, comenzando por prepararle el desayuno cuando antes no lo había hecho pero que ahora se estaba esforzando por tener un buen inicio a pesar de que la noche anterior durmieron en habitaciones separadas como lo habían estado haciendo, pero debían tomarse el tiempo necesario y no obligarse a formar situaciones.

Observó a Min Ho levantarse de la silla sin siquiera terminar su desayuno, tan sólo había probado la comida y ahora estaba levantándose con claras intenciones de irse, y Taemin probó su comida para asegurarse que no tenía mal sabor y por eso no había comido todo, porque para él era aceptable aunque podía decir que los desayunos de Choi sabía mejor que los de él, no iba a negarlo, pero cuando era entre sus primeros intentos por cocinar para alguien más debía ser comprensible.

—¿Te vas? —inquirió colocando de pie.

—Sí, se me hace tarde —caminó fuera de la cocina hacia el sillón en el que había dejado su portafolio.

—Oh... —murmuró siguiéndolo, no muy seguro si aquello no le sería cansado a Min Ho cuando él antes no lo seguía para despedirlo en la puerta porque esa era su intención —y ¿volverás... temprano?

Mordió su labio inferior, al ver que Min Ho se detenía a observarlo un momento y luego le daba una pequeña sonrisa, asintiendo. Se sentía extraño porque él pensó en que debía esforzarse porque esa relación tuviera un inicio, porque él tenía claro que las cosas no iban a ser igual que antes cuando Min Ho lo llenaba de besos y abrazos, pero estaban volviendo a convivir sin una tercera persona y sin querer hacerse daño o ignorarse, no era dos extraños viviendo en el mismo apartamento, sino que eran ellos, Min Ho y Taemin intentando que su matrimonio funcione o así lo veía Lee, porque él lo estaba haciendo y para él su esposo también lo hacía, aunque parecía que era el que menos sabía por dónde comenzar porque lo sintió un poco lejano, además de que fue él mismo el que dijo que por el momento no podían volver a dormir juntos cuando Taemin pensaba en lo incómodo que iba a ser si él tenía que cambiarse de habitación porque sería estar en la misma recámara que Min Ho estuvo con otras personas siéndole infiel.

—Lo haré —Choi se acercó a él —gracias por el desayuno.

Dejó un beso en la frente de su esposo y volvió a sonreírle antes de salir del apartamento, porque él también debería intentar dar una oportunidad a eso que tenían, no sólo Taemin debía hacerlo, ni esforzarse, porque fue él quien aceptó hacerlo todavía cuando estaba dudando, pero tampoco quería alejarse de Lee, lo amaba demasiado como para dejar que todo se terminara cuando Taemin quería intentarlo y él siempre esperó a que su esposo terminase con todo porque no podía hacerlo y en ese momento se dio cuenta que continuaba siendo igual, que Taemin lo tenía atrapado en su mundo y ese amor que sentía por él, y ahora demás de intentarlo con su esposo debía cuidar de sus hijos, si es que lo eran porque continuaba dudando que lo fuera a pesar de que Taemin le había dicho que él no tenía inconveniente con la prueba de paternidad y esa seguridad con la que lo decía no debía dejar que hubiera duda, pero la confianza ya estaba rota y él necesitaba de ese papel que decía que era el padre de esos bebés.

Pensó en el desayuno que Taemin había preparado para él, era algo bastante simple pero que sabía que su esposo le colocó mucho esfuerzo porque sabía que Taemin no iba a entrar en la cocina a menos que fuera necesario, pero ahora lo había hecho sin que lo fuera porque él podía prepara su propio desayuno, pero lo vio esforzarse porque la masa de los waffles tuviera un buen sabor, pudo ver esas expresiones de preocupación cuando había colocado la leche junto a la harina en un mismo momento cuando la receta decía que se mezclaban los sólidos y líquidos aparte y al final se unía todo, aunque no había ningún problema si se hacían en al mismo tiempo, el sabor no iba a cambiar.

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