Esta es una historia Aguslina, no me gusta hacerlas sufrir poniendo tantos actos de celos y peleas entre estos y por eso va a ser casi una historia completamente feliz! Espero que les guste!!
Narra Caro: Hoy en la mañana cuando me desperté, me sentí apretada, abrí mis ojos y lo primero que vi fue la melena de mi querida hija. ¿Que hacia aquí? Traté de levantarme pero no pude por los brazos de Agustín. Nos imagine así todo como una familia. Se que ya llevo muchos años siendo mama pero no me acostumbro todavía. Imaginarnos así me pone sentimental, me pone feliz, contenta, agradecida. De la nada, empecé a llorar, a llorar de la felicidad. No me podía contener. Ya era una familia. Lloraba fuerte y no podía parar. A: ¡Amor! ¿Que pasó Caro? ¿Que tienes?.-se levantó exaltado casi despertando a Mafer. Se levanto de la cama y fue hacia mi lado. Se sentó a mi lado tratando descifrar lo que me pasaba. C: No, nada, tranquilo mi amor. Solo que me pone demasiado feliz pensar que ya somos una familia.- dije secándome las lágrimas. Me había logrado calmar. A: Caro, me asustaste.- dijo dándome un beso en la cabeza.- A mí también me pone muy feliz pensar eso. Amo esa idea. Te amo a ti y a Mafer. Son lo mejor que me ha pasado.- agregó mirándome y secándome las lágrimas restantes. C: Yo te amo más. Por cierto, buenos días.- dije dándole un suave beso en los labios. A: buenos días mi princesa.- dijo después de separarse.- perdón, ya no eres la princesa, ahora eres la reina.- dijo señalando a Mafer, que dormía abrazada a su conejito de peluche. C: Que hace Mafer aquí? Ósea por qué durmió aquí? A: anoche en la madrugada vino llorando porque tuvo una pesadilla y la acosté con nosotros. C: awww, que lindo eres!.- le dije y le di otro beso.- voy a preparar el desayuno. Si quieres quédate aquí y duerme otro poquito más. Debes descansar, acaban de empezar las vacaciones. A: no Caro, yo te acompaño. Quiero hacer el desayuno contigo.- dijo levantándose y extendiéndome su mano. Pueden pasar 450 años y el no dejará de ser caballeroso conmigo. Bajamos y preparamos la comida preferida de Mafer, hotcakes con chispas de chocolate. Decidimos esperar a que Mafer se despierte. Me fui a bañar y cuando salí me lleve una sorpresita.
Narra Agus: Cuando Caro se metió al baño, fui a despertar a Mafer. A: mi vida, despertate.- dije dándole muchos besos en su cabeza. M: que queres papá?.- dijo dándose la vuelta y poniendo la almohada arriba de su cabeza. A: que tal si le hacemos una broma a mamá? Ella en seguida se levanto y nos dispusimos a crear nuestro plan. Nos pusimos a los lados de la puerta del baño y esperamos a que saliera. Apenas abrió la puerta y salió, Mafer y yo nos le tiramos encima y le empezamos a hacer cosquillas. Amo como se veían las dos, riéndose. Entonces empecé a hacerles cosquillas a las dos ellas reían y reían y allí fue cuando me di cuenta de que Caro y nuestra hija tenían la misma sonrisa, esa hermosa sonrisa. C: Los amo.- dijo cuando termine y le dio un beso en la frente a Mafer y a mi un pico. Luego Caro se fue a Vestir. Si, todo eso pasó con Caro en toalla. Luego bajamos y desayunamos riéndonos, más que todo por las payasadas de Mafer. Después de hacer la digestión, Caro fue a bañar a Mafer y luego yo me alisté.
Así estaba vestido yo:
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(Sin la chaqueta beige)
Así Carolina:
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Y así Mafer:
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Ya estábamos listos, solo falta esperar a que lleguen los Ronda. A: ¿Por que tengo a la mejor esposa del mundo?.- dije sentándola en una de mis piernas. C: porque te la mereces mi amor.- dijo agarrándome el cuello y dándome un beso.- ¿y yo por qué será que tengo al esposo más bello, caballeroso, guapo, amoroso y mucho mas? A: AY YA.- dije y la bese. Ella jugaba con los cortos cabellos de mi nuca y yo tenía agarrada su cabeza con mis dos manos. Nos separamos al escuchar a Mafer bajar por las escaleras. Llego hasta donde estábamos. A: Mafer, pero que linda que estas! Ven.- dije dándole suaves golpes a mi otra pierna. Ella vino corriendo hacia mi y se sentó en esta.- Ustedes son las mujeres más lindas del mundo.- agregué dándole a cada una un beso en la mejilla. M: Te amamos papi.- me dijo y las dos se me lazaron encima para abrazarme. En eso, escuchamos el timbre. Llegaron los Ronda.
