Veintiuno

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Domingo 25 de diciembre.

NORMANI

La pequeña lucha para contener a los Hijos del Sol se nos hizo difícil, aunque ninguno tiraba a matar nos lastimaban. El castaño con el que peleaba Chris especialmente, tenía el poder sobre la naturaleza y hacía que una enredadera se enroscara peligrosamente en su cuello. Yo en el ardor de la discusión, antes de que empezara la batalla había tomado un hacha con la que justo ahora liberaba a Chris. Y con la que guiada por la ira hubiera acabado con la vida del chico, si no hubiera sido por que un grito desgarrador nos interrumpió a todos.

La madre de Camila corría hacia un cuerpo inerte en el pasto que identifique como Alejandro. Y a su lado de rodillas y llorando estaba Lauren. Estaba hecho, la venganza se había consumado y con ella la manada estaría en paz. Todos observamos impasibles la escena en un respetuoso silencio.

Pero una creciente preocupación me invadió al ver a Lauren quien extrañamente parecía derrotada. Unos ataques convulsos la atacaron de pronto y yo sabía lo que venía. El cambio. Sus gritos y el llanto de Sinuh era lo único que se escuchaba en la comunidad. Observamos sin ningún asombro como mutaba a su forma lupina, y el blanco que comúnmente la identificada hoy se teñía de un rojo oscuro, sangre de su enemigo muerto.

Concluido el cambió todos supimos (si es que a alguien le quedaba un resquicio para la duda), que Lauren era nuestra próxima alfa. Una de las pocas mujeres lobo en la historia de los Jauregui.

La sangre en su pelaje le daba un aspecto feroz que rayaba a lo salvaje. Intimidaba.

Volteo a ver a la nada en el bosque, donde tiempo después salió Camila, quien iba en el oso negro que usualmente la acompañaba. La oscuridad cubrió el cielo y las estrellas alumbraron el firmamento que nos permitió ver como Camila desmontaba del oso y se unía a su madre en un llanto silencio. Saco la daga del pecho de su padre y observo a Lauren.

No hicieron falta explicaciones.

Ella lo sabía.

Hasta ahora no había comprendido las implicaciones de todo. Lauren mató a un miembro de los Hijos del Sol y sobre todo, mató al padre de Camila, Camila quien era su amor sobre la tierra y que para ella estaba sobre todas las cosas.

Alejandro había ganado, había logrado su cometido porque a los ojos de Camila, Lauren no sería la misma ahora.

Los Hijos del Sol se reunieron en un grupo pidiendo una tregua para hablar con nuestro líder. Todos volteamos a ver a Lauren. Ésta se adelantó imponente frente a nosotros que por obediencia e instinto bajamos la vista al suelo.
El líder de los otros se veía incómodo y obviamente no sabía abordar la situación.

-Yo seré la voz de mi hermana esta noche-se adelantó Chris con voz imponente. -Diga lo que tenga que decir.

-Hoy no hay luna-Observó uno.

Chris volteó a ver a su hermana.

-Cuando un alfa muere los genes en su sucesor se activan y hay transformación. Con o sin luna. No hay lugar para dudas, mi hermana es la sucesora del alfa. De mi padre.

-¿Mike Jauregui está muerto?

Chris asintió.

-Venimos aquí-Empezó el otro-Como un llamado de nuestro fiel compañero Alejandro, él decía constantemente que ustedes debían ser extintos por asuntos del pasadas pensábamos todos. Sin embargo, por sus últimas insistencias decidimos comprobarlo nosotros mismos. Y hemos encontrado y deliberado que los hombres lobo no tienen espacio en esta sociedad civilizada -un vocerío en desaprobación no le permitió seguir. Rápidamente fue callado por Lauren. No necesito si quiera gruñir. Una sola mirada les basto a todos.

-Necesitan ser extintos. Han quebranto un tratado de paz y no solo eso, no han sabido contener a su linaje y por ello la sangre maldita de los lobos se ha esparcido por la tierra.

-Hoy hemos observado el descontrol que se vive en la comunidad y no vamos a tolerarla. -continuó otro- Sera rápido e indoloro.

Era indignante, nos ofrecían la muerte y esperaban que la aceptáramos sumisos.

Lauren le gruño amenazante y el rubio retrocedió temeroso.

-Lo que han visto hoy es justicia. El hombre que yace ahí muerto fue un asesino. -dijo Chris con desdén.

Camila levantó su rostro que estaba compungido por el dolor y se acercó amenazante con su oso, quién parecía ser el contenedor donde su ira, aguardando esperando el momento de ser liberado.

-¡¿Cómo te atreves?!-gritó con su voz quebrada- mi padre nunca le hizo daño a nadie. Mi padre era un hombre respetable...

Mientras hablaba la bestia negra se acercaba amenazante a Chris, y conforme Camila hablaba la bestia se enfurecía, estaba conectado a Camila. Sentía su dolor. Era obvio. Camila tan concentrada estaba que no notaba el cambio en el animal.

Hasta que Lauren salió en defensa de su hermano y parecía advertirle a la bestia sobre su presencia.

Esto fue suficiente para que el oso retrocediera.

-Tu padre mato a nuestro líder-Continuó Chris impasible- a nuestro padre.

-¿Dónde están esas pruebas?- Pregunto el rubio.

Hubo un silencio profundo. Me arme de valor y me adelanté.

-Yo soy la prueba.

Chris me interrogo con la mirada y yo continúe:

-Alejandro y mi padre llegaron a un acuerdo, asesinar a Lauren. –Era traición, lo sabía. Moriría por ello.

-¡Mientes! ¡Maldita seas! -La voz de Derrick se silencio de pronto.

Chris le dio un golpe que lo dejo tirado en el suelo. Otros miembros de la manada lo agarraron.

Taylor rompió en llanto.

-Te amaba como a una hermana- me susurró Taylor al pasar a mi lado.

- Mi padre me engaño, me hizo creer que a quien teníamos que matar era Mike. Me dijo que Alejandro tenia la cura para nuestra maldición -. Continúe buscando su comprensión- Debía hacerse esta noche.

- Continua. - Me instó el rubio.

-Pero cuando hable con Alejandro, él me dijo cual era el verdadero trato. Matar a Lauren. Alejandro le prometió a mi padre que una vez hecho el sería el alfa. Que los reuniría a ustedes y que expulsarían a todos los Jauregui. Yo no acepte el trato, él me dejo ir. Me siguió hasta aquí y asesino a Mike.

Las manos de Chris me rodearon los brazos, me sacudió con ira. Estaba hecho, había traicionado a la comunidad y la traición se paga con la muerte.

-Por favor, llévate a mis hermanas, que no miren esto- le suplique sollozante.

Pero él estaba tan dominado por la ira que no atendió a mis ruegos. Pero observe la mirada de compasión de Taylor quien tomo a mis hermanas y las llevo a su casa.

Chris me arrastro frente a Lauren. Y yo no tenía el coraje para levantar mi vista. No tenía perdón.

Cerre los ojos esperando la muerte.

Mi padre estaba junto a mi. Luchaba por escaparse de su captores mas no podía.

Sólo escuchaba las palabras soeces que le lanzaba a los Jauregui. Y de pronto el silencio, el ruido de la carne al ser atravesada, la humedad de la sangre que se escapa. Pero no era mi sangre.

Abrí los ojos, respire. La sangre de mi padre me había salpicado.
Derrick había muerto. Y yo no sentía dolor, al ver su cuerpo inerte en la tierra, sólo me causaba pena los agravios que había causado.

Sangre MalditaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora