Epílogo

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LAUREN

Empezamos a desnudarnos mutuamente. La lentitud era una tortura satisfactoria, me permití observar su cuerpo tan perfecto.

Toda ella era perfección. Sus besos hambrientos me excitaban demasiado. Reclamó cada parte de mí y me beso con deseo, nuestras respiraciones agitadas resonaban amplificadas en aquella cueva donde la vi desnuda por primera vez.

Sentir su lengua con la mía era una sensación sublime que no tenía comparación. Pero sentir como con su boca trazaba un camino por mi cuerpo me hacía arder. Fue intenso ver como tomo posesión de mis senos con su boca, se notaba que lo disfrutaba. Siguió su camino y yo sólo me entregué por completo a ella, cerré los ojos por inercia cuando sentí su aliento en la parte más íntima de mi cuerpo. Pero sentir su lengua hizo que me elevara a las nubes, envuelta en placer y me deje llevar por el ritmo que me imponía, y en la recta final, justo antes de la culminación del placer se separó de mi rápidamente y así mismo abrí los ojos.

-¿Qué haces? -le reclamé con la voz ronca por el deseo.

Ella sonrió.

-Te advertí una venganza - dijo divertida.

-Por favor, Camila. -susurre

-Por favor ¿Qué?

-Camila...

Ella mordió la parte interna de mi muslo, su aliento cálido acercándose me hizo creer que iba a continuar. Pero se limitó observar con deseo mientras se mordía el labio inferior.
Si ella no lo hacía yo lo iba a terminar. Y dispuesta a hacerlo mi mano recorrió el camino al encuentro de mi centro.

Pero Camila de nuevo me lo impidió, tomo mis manos con firmeza y me beso con vehemencia. Me comía la boca de una manera exquisita. Bajo por mi cuello repartiendo besos, embriagándose con mi olor.

-Camila por favor, no lo soporto...

Su pierna se enredó entre las mías y yo me froté cerrando los ojos, pero ella de nuevo me impedía llegar al final apartándose.

Entre jadeos seguí rogando con voz ronca hasta que se apiado de mí y se instaló entre mis piernas haciéndome sentirla completamente, estaba tan cálida y húmeda como yo.

Empezó un movimiento lento, pero yo estaba muy estimulada, no me pude contener, un suspiro de satisfacción me abandonó cuando llegué al final del placer.

Y sin embargo Camila seguía moviéndose sobre mí, ella aún no lo conseguía, la sensibilidad en mi, hizo que de nuevo alcanzara el clímax y esta vez Camila me acompañó en el.

Que sensación tan increíble, y a pesar de eso, no lograba aplacar mi deseo. Esta vez yo tome la iniciativa, sólo deseaba sentir el sabor de su excitación. Y avorazada ataque su clítoris con mi lengua logrando que se abriera completamente dejándose llevar por el placer.

Cuando termino, nuestras respiraciones estaban más agitadas que nunca y yo me acomode sobre ella, deseaba sentirla aún. Sus pechos sobre los míos. Escondí el rostro en el hueco de su cuello aspirando su olor. Y ella se abrazó a mi cintura, juntándome aún más a ella.

Esa noche dormí con una paz que me había sido arrebatada en años.

-

LAUREN

-Extiende tu mano izquierda, la palma hacia arriba. -Dijo Normani apremiante a Camila quién estaba visiblemente nerviosa.

Ella obedeció y Normami sacó la daga de Meredith y trazo un leve corte en diagonal desde la base de su pulgar a la base del meñique. La sangre salió al instante y obviamente le dolía. Yo solo quería que esta absurda ceremonia terminara pronto.
Yo extendí mi mano derecha y Normani hizo un corte recto en la yema de mi pulgar.

Se retiró un paso, yo trace la herida de Camz con mi pulgar.

Nuestra sangre se unió y la maldición la recorrió. Ahora venía la parte más difícil, el dolor de la maldición recorriéndola.

Normani dedicaba algunas palabras y en la lejanía la manada aplaudía dándole la bienvenida a Camila.

Yo estaba concentrada en mi Camz, quien parecía no sentir nada más que la molestia del reciente corte. Ahora nuestro lazo no serían simples palabras, estaríamos unidas por nuestra sangre maldita.

-

CAMILA

Aún estaban las pequeñas marcas en los troncos de los árboles, aquellas que me servían para encontrar el camino de regreso a casa. Hoy no las necesitaba más, el bosque lo conocía mejor que nadie. Lo recorría casi todas las noches de luna en compañía de Lauren.

La felicidad que nos fue negada en otra vida fue compensada con creces.

La noche de luna llena cayó sobre nosotros pálida y fría.

Quién hubiera dicho, que lo único que necesitaban para sanar el dolor cada noche de luna, era tenerme a mi. Una descendenciente de quién los hechizó.

Y a partir de esta noche de luna, nadie volvió a sentir el dolor de la maldición al momento de la transformación.

***

Este fue mi primer fic (: quiero agradecer a las personas que llegaron hasta aquí (no serán muchas, pero gracias), y a otras por ahí, que me apoyaron con sus mensajes.

Sé que quizá ha sido muy abrupto, pero espero que les haya gustado el final...

Gracias :D

Sangre MalditaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora