Take on me [Charles Xavier]

•Anabelle•

-Oye, Hank .-me detengo una vez que llegamos a la biblioteca y lo miro en silencio, antes de siquiera atreverme a tocar la perilla del cuarto. Mi mente se mantiene en shock, sólo pensar en que esa mujer mencionó a Will en frente de Charles me puso los pelos de punta. Creo que nunca me había sentido tan incómoda.- ¿La chica..., que estaba con Charles hace un rato? ¿Quién es?

-Oh, ¿hablas de Moira? -pregunta Hank, acercándose para girar la perilla. Lo miro un minuto, ahora que lo recuerdo ya la había escuchado mencionar antes entre los muchachos, dijeron que había llegado hace tres días, para los demás una semana, cuando yo todavía estaba en coma. Ella es agente del FBI según lo que escuché, y tenía un rollo con el profesor Xavier.- ¿Hablas de Moira, verdad? -frunció el ceño ante mi silencio.

-¿Así se llama? -él asiente y yo también, abre la puerta y ambos ingresamos a la biblioteca del despacho del profesor Xavier, me siento sobre su escritorio en la mesa-. ¿Es del FBI, no es así? 

-Sí, lo es. ¿Por qué lo preguntas? -ladea la cabeza, poniéndole un taco a la puerta para que no se cierre y acercándose hacia donde dejé el trapo con el que limpié las portadas de los libros.

-Bueno, ella dijo algo sobre...-carraspeo, agachando mi mirada para ver mis converse's rojas, debido a mi aspecto juvenil siempre me he vestido como ello. A pesar de que tengo treinta y cinco años, sigo luciendo como una chica de veinte-. Sobre mi ex esposo, y yo bueno, quería saber cómo lo supo ella. -susurro. Hank se da vuelta y para de hacer lo que sea que está haciendo, para caminar hacia mí y sentarse en la silla donde me dieron el trabajo.

-¿Quieres contarme qué fue lo que pasó? No tenía idea de qué estabas casada -susurra.

-Will y yo nos conocimos en la cafetería de Woody, donde yo trabajaba al noroeste de Michigann. -miro a Hank a los ojos azules detrás de las gafas y le sonrío de medio lado.- Él era un millonario cansado de la fama y el hostigamiento de las personas que se mudó a Michigann para desaparecer, y yo era una empleada cansada de mi vida como mesera -me rasco la nuca.

-¿Se enamoraron a primera vista? -pregunta Hank, haciendo que yo suelte una sútil carcajada.

-Podría decir que nos odiamos a primera vista, de hecho -sonrío-. Me chocaba su actitud arrogante, él creía que podía tener a quien fuera a sus pies, yo me empeñaba en demostrarle que no era así. Y se sintió atraído porque era la única en el condado de Michigann que no me interesaba en él, así que empezó a enviarme regalos caros y cosas así.

-¿Cómo qué clase de regalos? -Hank sonríe.

-Bueno, primero eran sólo ramos y cartas...

-¿Y luego?

-Compró la cafetería, me despidió y dijo que no me daría el trabajo hasta que aceptara tener una cita con él -hago una mueca, Hank abre los ojos y comenzamos a reír.- Will siempre conseguía lo que quería, así que empezamos a salir. Tenía un hijo llamado Ocean, que era huérfano porque su madre lo había abandonado con él, y apenas tenía tres años. -trago.

-¿Cuánto tiempo duraron? -me pregunta Hank.

-Un año saliendo, tres años de novios, y dos de casados -sonrío.- Ocean tiene ahora once, cuando su padre murió, yo fui llevada al manicomio por un pequeño error que cometí, luego decidieron que era mejor que fuera a la cárcel. Ocean quedó bajo mi custodia, y ahora bajo la de mi hermano mayor, me encantaría verlo ahora. Han pasado tres semanas desde que salí de la cárcel y no he ido a reclamar a mi hijo -hago una mueca.

-Hola muchachos -Charles entra sin pedir permiso,  después de todo es su despacho. Yo doy un respingo y me levanto de un salto de su escritorio, Hank me dedica una mirada triste y luego saluda de vuelta a Charles, quien me observa unos minutos-. Oye, tómate el día libre. ¿Quieres?

-Sí, muchas gracias, señor Xavier -asiento, saliendo del cuarto, me quedo en la puerta por unos minutos respirando con cautela hasta que Hank cierra la puerta, mirándome con un poco de tristeza. 

Odio la mirada de lástima que pone la gente en mi cara cuando les cuento algo sobre mi pasado, suspiro, sentándome en el suelo y recostando mi espalda contra la puerta. Una silueta se pone sobre mí y levanto la mirada lentamente, encontrándome con Peter tomando un licuado. No me atrevo a leer sus pensamientos por miedo a escuchar su lástima, y le sonrío.

-¿Quieres acompañarme por alguien? -le pregunto, si hay algo que omití hablando con Hank es que Ocean no es el verdadero nombre del pequeño Tyler (en realidad su nombre es Thomas), pero su nombre como mutante es Ocean. Así como su padre, ambos manejan el agua, lo único en que se diferencian realmente es que River (Will) solía congelar el agua también. Ocean la evapora.

-Claro, ¿a dónde? -pregunta.

-¿Pudes llevarme a Michigann y de vuelta antes de que acabe el día? -arqueo una ceja.

Pete sonríe.

-¿Es un reto?

-Por supuesto que lo es -río.

Él me estira la mano como todo un caballero, ayudándome a parar y ambos vamos hacia mi cuarto por las cosas. Le enseño la casa a la que quiero me lleve y él suspira, sabe que necesitamos realmente, asiento y vamos a llamar a Nightcrawler. Este chico acepta salir con nosotros rápidamente de lo aburrido que está y nos marchamos apenas el reloj toca las tres de la tarde. Intento comunicarme telépaticamente con mi hermano gemelo, James responde.

«¿Ya vendrás por él?»

Nightcrawler nos da a ambos la mano y de la nada nos encontramos en el vórtice.

«Que no te quede ninguna duda.»

Una vez me vi frente a la enorme casa, no dudé en mirar el vecindario, las cosas no habían cambiado mucho que digamos en los dos años en que estuve reclusa. La puerta se abre apenas los chicos y yo aterrizamos en la hermosa tierra, dejando ver a mi gemelo y al niño a su lado. Ya no es un niño, ahora es todo un pre adolescente. Mis ojos se llenan de lágrimas y me lanzo a correr para abrazarlo, él de ojos verdes corre a hacer lo mismo y el chico con ojos ónix se nos une, una vez que caemos en el suelo. Beso repetidamente la cabeza del rubio y suspiro.

-Hueles igual que tu padre .-susurro.

-Tú hueles igual que cuando te fuiste -dijo él, abrazándome fuerte.- Te extrañamos mucho, mami.

-Y yo a ustedes -le doy un pequeño beso en la frente y luego abrazo a mi hermano.

Peter y Kurt se quedan viéndonos en silencio, hasta que nos levantamos y sacudo mis rodillas.

-Él es James, mi hermano gemelo -los presento, ellos tres se apretan las manos con fuerza. Thomas se sostiene de mi camiseta atrás de mí.- Este pequeño de aquí, es Thomas Tyler.

-¿Él es tu hijo? -pregunta Kurt con su extraño acento.

Miro al pequeño, este me observa con sus enormes ojos verdes, igual a su padre.

-Sí, y ahora nos acompañarán a la mansión Xavier -digo, mirando a James.

-¿Allá es que estás trabajando ahora? -dice incrédulo, como si supiera algo que yo ignoraba, asiento.- Oh, vaya... Eso es fantástico. Pues a empacar las cosas, ¿pasan?

Miro a los chicos y entramos a casa.

¿Por qué no me siento como me siento en el instituto?

...Como en casa.