Capítulo 10 √

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Harry: Hmm, si claro.

Harry se acercó a mí, me recogí el cabello para arriba y me di la vuelta, él agarró el cierre de mi vestido y lo bajaba suavemente, podía escuchar con que suavidad se deslizaba por mi cierre, mientras que él estaba parado atrás de mí viendo mi espalda desnuda por completo. Yo con mucho miedo, pero no tenía más opción. Luego Harry me dio un ligero beso en el cuello lo que me causó un susto, porque mi corazón había parado, mi piel se había erizado y mis sentidos agudizados, luego Harry dijo algo;

Harry: Eres muy hermosa y muy irresistible, lo siento por el beso. —Dijo dándose la vuelta y marchándose—

Me quedé congelada, sin saber que hacer.

Harry: Que duermas bien. Cualquier cosa que necesites estaré ahí al lado. —Dijo con una sonrisa, saliendo y cerrando la puerta—

Tú: Dios mió, ¿qué me pasó? —Me senté en la cama— o ¿qué me esta pasando cada vez que me besa y por qué lo tiene que hacer? Es algo que no puedo entender, esto jamás me había pasado, esta angustia me come el alma.

Luego de reaccionarme saqué el vestido, acaricié mi cuello y sentí su beso, me entré a bañar tardando al menos una hora pensando en lo que había pasado. Salí y me coloque su remera, tenia su perfume con un aroma único, sentía como si estuviera durmiendo con él. Estaba en su habitación, que ahora era mía, y él se fue a dormir en el cuarto de huéspedes. Su cama era tan suave, y sus almohadas también tenia su perfume que me envolvía, quedé dormida enseguida, estaba muy cansada y por alguna razón un poco mas protegida, aunque pensé que seria peor.

Al día siguiente me desperté y me bañé de nuevo, porque olía a su perfume. Me volví a colocar su remera ya que no tenia otra cosa, bajé a desayunar y la casa era muy grande no sabia donde estaba él.

Lo buscaba y no lo encontraba, hasta que entré en una habitación extraña, había una foto donde él donde estaba con alguien más, me acerqué para ver quien era cuando sentí que alguien me tocó el hombro, me asusté dando un ligero salto y girando hacia atrás.

Harry: ¿Qué haces aquí?

Tú: Me asustaste, y me perdí… tu casa es tan grande y tan solitaria Harry.

Harry: Buenos días, y nuestra casa si un poco grande, pero cuando tengamos nuestro hijos dejara de ser solitaria. —Dijo riéndose—

Tú: ¿Y quien te dijo que yo quiera tener hijos? —Me di la vuelta— ¿acaso quieres que cuando yo tenga veintinueve mi hijo ya tenga quince años? Estas loco ¿verdad?

Harry: no, no te preocupes. Sólo estaba bromeando.

Tú: ¿Y cómo sabes que estaba aquí?

Harry: Porque te vi, tenias cara de perdida buscándome y entraste aquí, ¿qué necesitas?

Tú: Ah, ¿así qué espiándome?

Harry: No, sólo te he visto que entraste buscándome, y aquí estoy, me encontraste.

Tú: claro… ok, te quería preguntar si mandaste a traer mi ropa, es que tu remera apesta a tu perfume, y me mata.

Harry: ¿así que te gusta mi perfume?

Tú: No, no, e-es que es por eso que no la quiero usar, porque me asfixia.

Harry: Si, claro —Dijo sarcástico— yo te prometí que te llevaría hoy a comprar tus cosas y eso es lo que haré.

Tú: Pero dime, ¿con qué ropa saldré?

Harry: Ya planeé todo, tu ropa esta arriba, es lo que te pondrás.

Tú: ¿Qué? Hmm.. Ok.

Harry: Ven a desayunar, luego te subes y te cambias.

Harry me agarró de la mano y no me pude mover.

Harry: ¿Qué te pasa?

Casada con el extraño. |h.s| «EDITANDO»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora