Capítulo 22

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Tú: —Harry, estaba muy furioso, subió las cosas a la camioneta y subí con él. Estaba muy serio, arrancó la camioneta y salimos de allí, justo veíamos a los tipos ahí, Harry empezó a acelerar y parecía que los iba a atropellar— ¡Harry, no!

Harry: Tranquila princesa, no los voy a atropellar, sólo quiero que se asusten y aprendan la lección, que cuando vean a una chica hermosa con alguien acompañado, que le aprenda a respetar.

Tú: —Me asustó su comportamiento, de verdad que estaba furioso, luego el viaje estaba muy silencioso y por lo tanto muy incómodo. Llegamos a la casa, yo agarre mis cosas y baje sin decirle ni una palabra a Harry, me fui muy feliz pero volví muy cortante—

Harry: Espera, princesa, ¿a dónde vas? Espera que te ayudo a llevar eso.

Tú: Déjame Harry, o qué, ¿me vas a pegar también si no te gusta?

Harry: Ay, ¿cuándo me vas a entender que soy demasiado celoso bebé? y no me gusta más todavía que te hablen así, por favor, escúchame. —subió conmigo a la habitación—

Tú: No, no hay nada que escucharte, ahora permiso me voy a entrar a bañar, estoy muy cansada, ¿podrás salir?

Harry: No sin que antes me perdones.

Tú: Ok te perdono, ahora vete.

Harry: No lo dices de corazón, por favor bebé, ya perdóname.

Tú: No me llames más así, que no soy tu bebé, no soy tu princesa, no soy tu amor… y no soy nada más que un juguete para ti. ¡Ahora déjame dormir en paz Harry!

Harry: Por favor, eso no eres para mí, de verdad que no se que me esta pasando contigo, desde el primer momento en que te vi, mi vida dió tantos giros y ahora no quiero perderte por una estupidez como ésta. Lo siento, ¿cuántas veces te lo tengo que repetir? yo desde el primer momento te avise sobre mis celos y ahora ya no lo puedo cambiar, me podrás perdonar, lo tratare de atajar te lo prometo ¿me perdonarás?

Tú: —Suspiré— ok, pero aguanta más tus celos, no me gusta que seas tan celoso y actúes como lo hiciste,  me asustaste, pensé que le ibas a atropellar de verdad.

Harry: Ay bebé, ¿cómo piensas qué haré eso? solo le quería dar un susto, pero hasta ahí nada mas.

Tú: Eso espero Harry, ahora si, ya que te disculpé, ¿podrías hacerme un favor?

Harry: El que quieras princesa.

Tú: Pues... ¿podrías cuidar al cachorro mientras que me entro a bañar?

Harry: Mmm…

Tú: Por favor Harry, él va a ser como nuestro hijo...

Harry: ¿Sabes? mejor prefiero el otro para nuestros hijos, o sea que provenga de mi y de ti, ya sabes a que me refiero. —Dijo acercándose a mi y tomándome de la cintura—

Tú: Deja de hacerte del gracioso, mira que todavía estas en la cuerda floja, por lo que acabas de hacer.

Harry: Ok, ok… ya, lo haré, pero con una condición.

Tú: Haber, ¿dime cuál es tu condición?

Harry: Será que me premies.

Tú: Jaja… ¿Cómo quieres qué te premie?

Harry: Ah, pues muy fácil y tú ya sabes como.

Tú: Ah, quieres que te premie con un osito. —Dije pasándole el que había comprado—

Harry: No, tú sabes lo que yo quiero como premio, no ese osito de peluche, si no tus labios. Eso quiero como mi premio...

Tú: Amm, mira Harry...

Harry: Oye, eso quiero como premio. De cuidar a el cachorro todo el día, de llevarte de compras y de defenderte.

Tú: —traté de safarme de él, pero me tenía muy apretada a su cuerpo— Tú perdiste todos tus premios al comportarte como te comportaste, y no estoy para tus juegos Harry, ahora suéltame, me estás aferrando demasiado a ti. —intenté escapar de él, pero me tenía de la cintura, agarrada hacia adentro de él y mientras mas me movía, parecía que bailaba con Harry—

Harry: Jaja, me hubieses dicho que querías bailar he.

Tú: Ha, ha, que gracioso, no quiero bailar. Quiero que me sueltes. —Nos íbamos así por toda la habitación, hasta que llegamos hacia la pared—

Harry: Me darás mi premio si o si. —Dijo, aferrándome hacía la pared, encarcelándome enfrente de él, yo estaba hacía la pared y él enfrente mío—

Tú: Mira Harry, esto ya no es más  gracioso, quita esa sonrisa de la cara, lo que estás haciendo ahora,  —Me interrumpió—

Harry: Gretel, deja de comportarte así y déjate llevar, sé que me quieres besar y que te encanta estar así como estás conmigo ahora, agarradita de la cintura, sentirte protegida por mí, te gusta sentir mis besos y mis manos por ti, te encanta mi respiración, te gusta que me esté acercando hacía tu rostro tan perfecto y tierno, tu mirada te delata todo, como estás mirando mis labios, como te estás acercando a mí y como acabas de colocar tu brazo por mi cuello.

Tú: —Lo que Harry estaba diciendo era cierto, cada palabra que decía de su boca era verdad, jamás pensé que me podía estar pasando esto y menos con él, sentía como mi cuerpo me pedía que lo besara, sentía como mi corazón latía y como mis fuerzas resistían por él… me encantaba con que seguridad me aferraba. Tan cerquita de sus labios, esos labios carnosos que deseaba morder, se que soy una inexperimentada besando, pero sus besos lo deseaba tanto como el aire que respiro. Coloqué mis brazos por su cuello, no se porqué, solo se que mi cuerpo hacía lo que mi mente me decía, miraba sus labios como se movían al hablarme, su voz salía tan despacio y sensualmente al decir la palabra—

Harry: Se que quieres besarme.

Tú: —Por mi cuerpo pasó algo extraño, jamás me había pasado, era una sensación tan rica y al mismo tiempo mis 5 sentidos se esfumaron de mí, por unos segundos el tiempo se detuvo, porque fueron miradas encontradas para formar una sola…ya no resistí más, y le dije— ¿por qué no me haz besado? —Él me miró sorprendido por mi respuesta y ni yo misma pude creer lo que había dicho, después de decir eso Harry sonrió y se acercó a mi para robarme la boca y la respiración en un segundo, mi cuerpo se estremecía con un rica sensación que abarcó todo mi cuerpo, sus besos son los mejores, luego me miró y me dijo—

Harry: Este si que fue un excelente premio, con gusto seré tu esclavo por toda la vida si quieres, pero me tienes que seguir premiando he... —Dijo sonriendo—

Tú: Harry yo... —Me interrumpió—

Harry: No digas nada, se que estás empezando a sentir cosas por mí, y yo por ti, lo siento desde el primer momento que te vi y ahora mismo desearía que pudieras tener tus 16 años y poderte hacer mía… casarme contigo fue la mejor idea que se me ha podido pasar por la cabeza. De verdad tan solo que quiero ver como una hermana, pero no puedo…como hermana me es imposible verte, ahora ve y báñate que yo me quedo con el cachorro. —Dijo soltándome de la cintura y abriéndome el paso—

Casada con el extraño. |h.s| «EDITANDO»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora