Constelaciones A Jongin nunca le gustó tanto la astronomía después de explorar las constelaciones de ella.
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lost stars - adam levine (orjungkook's cover if you are trash like me)
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-No, Jongin, no soy bonita.
-Sí lo eres.
Era la pelea diaria entre el tipo molesto que insistía en confesar sus sentimientos y la chica de baja autoestima que no comprendía como es que podía gustarle a alguien.
Jongin terminaba enojándose con ella al ser tan terca, se marchaba azotando la puerta, y Yoorae se hundía en su cama a llorar.
No sabía cómo había sobrevivido durante 20 años con una percepción tan mala de ella misma. Nunca hubo alguien de importancia que le proporcionara confianza y le hiciera comprender su belleza.
No era una mujer despampanante ni una súper modelo. Pero tenía lo suyo, es simplemente que nunca aprendió a quererse y tampoco nadie le enseñó.
-No, Jongin, no voy a hablar de eso otra vez, ya vete.- Yoorae se giró y comenzó a guardar las cosas de su escritorio.
-No vine aquí para estar cinco minutos e irme, vamos a salir.- le exigió.
Los ojos de ella comenzaban a picar mientras le daba la espalda.
-No quiero salir contigo, ¿no comprendes? Estás perdiendo tu tiempo en mi.- levantó la cabeza pero no lo miró.
-Puedo demostrarte que no es una pérdida de tiempo.
Su mejilla derecha sintió como la primera lágrima caía ante la frustración. Lo odiaba a él y se odiaba a ella por no ser capaz de aceptar todo el cariño que ya le entregaba.
Es que simplemente no lo merecía. Es lo que dicen las chicas depresivas, ¿no es cierto? Era alto, guapo, tenía lindos labios y lindos ojos. Le iba bien en la universidad, era amable, solidario, humilde, hacía caer a todas.
Entonces, ¿por qué ella? Yoorae deseaba decirle todas esas cosas de una vez por todas, en todas esas discusiones que alguna vez tuvieron. Pero si comparamos, su inseguridad para hablar tenía el tamaño de un balón de básquetbol, mientras que ella completita era una pequeña pelota de ping pong.
Levantó su cabeza mirando el cielo nublado sintiendo su presencia apuñalarla con la mirada en la espalda. Respiró hondo y secó la lágrima tirando el bolso a los pies de la cama.
-Vas a llegar tarde a tus clases - dijo metiéndose al baño -. Vete ya.
