Bad Boy?

922 161 32
                                    

{ Xavier }

Entrenar con Justin no solo es difícil, es como morir poco a poco. Me recuerdo cada segundo el porqué estoy haciendo esto, lo sexy que terminaré una vez que lo haga y a quién tendré dentro de mí una vez que esté sexy.

¿O tal vez me querrá a mí dentro de él? No tengo idea de cómo se decide, supongo que es natural. Espero que sea natural porque odiaría tener una conversación incomoda donde esos roles se deciden.

—¿Terminaste? —me pregunta Justin de repente, llegando a mi lado limpiándose el sudor de la frente. Me ordenó que hiciera 4 repeticiones y solo he hecho 3, pero asiento de todos modos porque estoy exhausto y solo quiero irme a dormir— ah, supongo que te puse poco peso entonces. Toma esto.

Me quita la pesa que tengo en las manos y la cual no podía levantar a menos que apretara todo mi cuerpo y me da una incluso más pesada. Maldita sea.

Mientras tanto, Crystal está arriba de un pequeño disco que da vueltas y parece estar divirtiéndose bastante. Ser mujer es tan fantástico.

Me gustaría estar subido a una cosa de esas y no tener que levantar peso. O haber nacido naturalmente robusto y fuerte. Pero ese no fue el caso, nací débil e inútil como un pájaro.

Soporto otra hora de pura tortura hasta que Justin decide que ya es suficiente y que podemos irnos. Tomo mi botella de agua y me empiezo a beber todo lo que queda para reponer los 5 litros que sudé.

—Bien... antes de irte, golpéame —ordena Justin, como si estuviera hablando del clima y el agua se atora en mi garganta— dame un puñetazo en la cara. Le diré a Luc que lo hiciste y por fin te notará. Amará saber que alguien además de él me ha golpeado.

—Oh, bien... tiene sentido. Pero, uh... no puedo levantar mis brazos.

—¡Yo lo hago! —exclama Crystal poniéndose frente a mí como un relámpago y dándole un limpio puñetazo a Justin directamente en el ojo.

La amo.

{ Lucas }

No hay nada en el universo que odie más que a este estúpido campamento... oh, esperen. Sí hay algo que odio más: a Justin.

Pensé que iba a salir ileso este ultimo año de cruzarme con Justin pero Lesley tenía que arruinar todo con su viaje. Ahora estoy atrapado en la misma habitación que él por quién sabe cuanto maldito tiempo. Por suerte Hunter está aquí también para regular alguna complicación, pero eso no quiere decir que haga mi estancia aquí más feliz.

Lo único que me hace sentir bien es cuando salgo del baño secando mi casi inexistente cabello con una toalla y veo el ojo morado de Justin.

Me toma un segundo comprender que alguien golpeó al niño perfecto y no fui yo... pero bueno, su padre suele cachetearlo todo el tiempo así que tal vez fue él. De todos modos tengo que saber.

—¿Quién me hizo el favor de adornar tu cara con ese brillante moretón, Bieber?

—Alguien en mi grupo se puso rebelde —masculla y soba su cara. Esto me sorprende tanto que tengo que dar un paso hacia atrás para estabilizarme... ¿un niño del grupo golpeó a Justin? ¿Quién tiene las pelotas para hacer eso?— obviamente debemos castigar a todos por lo que pasó. El muy atrevido pensó que sería una buena idea ponerse al mismo nivel que yo... debo aceptar que es valiente, pero aún así inaceptable. Iremos a la pared.

Dear XavierDonde viven las historias. Descúbrelo ahora