Bon: Un chico algo fuera de lo común. Descendiente de un humano y una vampiro, volviéndolo un híbrido entre ambas especies.
Bonnie: Un chico común y corriente, o algo por el estilo. Personalidad única y extravagante, siempre llevando una sonrisa si...
Desperté y de inmediato me dirigí hacia la cocina. Tuve un sueño muy chistoso en dónde una chica nos hacía muchas preguntas de nuestros fans. Fué divertido. Se sintió muy real.
En cuanto llegué a la cocina, pude notar que Bon y Leyla estaban... ¿Asustados? Y el papá de Bon intentaba calmarlos.
-¿¡Cómo lo pudiste haber olvidado!?- Leyla estaba entre furiosa y asustada. La única vez que la ví así fué cuando casi pierde su camiseta yaoi favorita.
-¡No lo sé! ¿¡Si!? ¡Tú también lo olvidaste, así que ambos somos culpables!- se veían en serio asustados.
-¡Calmados los dos! ¡Así no resolveremos nada!- mi suegro logró calmarlos un poco, y luego dirigió su mirada hacia mí- Oh yerno, gracias al cielo estas aquí. Necesito tu ayuda.
-¿Qué sucede?- muy bien, oficialmente, estoy confundido.
-¡Hoy es luna nueva!- Bon y Leyla gritaron al unísono, entrando en pánico. Se transformaron en murciélagos y se ocultaron dentro de un recipiente.
-Si, ¿Y qué con eso?- no entiendo por qué tanto alboroto.
-¿Aún no te lo han explicado?- don Hugo me miró confundido, yo simplemente negué con la cabeza. Él suspiró- No me extraña... Te lo explicaré. Cada vez que hay luna nueva, todos los mitad vampiro se ven afectados por una fuerza extraña.
-¿Cómo los hombres lobo con la luna llena?- cuestioné.
-¡No nos compares con esos perros sarnosos!- gritó Leyla furiosa desde su escondite.
-¡No le grites a Bonnie!- Bon la regañó.
-¡No me grites por gritarle a Bonnie!
-¡No me grites por gritarte por gritarle a Bonnie!- ambos salieron de su escondite y se pararon en la mesa. Aún convertidos en murciélagos.
-¡No me grites por gritarte por gritarme por gritarle a Bonnie- Mientras continuaban con su extraña discusión. Hugo solo colocó un gran tazón transparente sobre ellos, bloqueando el sonido de su discusión.
-Así podremos hablar tranquilos- suspiró- verás, la luna nueva efecta mucho a los mitad vampiro. Mucho más que la luna llena a los hombres lobo. Su actitud cambia y se vuelve un tanto rebeldes. No escuchan a nadie y salen de sus hogares para hacer distintos tipos de destrozos. Sin importar lo que sea. La luna nueva solo afecta a los mitad vampiro mientras se encuentran en el mundo humano. En el mundo vampiro, no afecta- me explicó. Wow, ¿Por qué no me lo habían dicho antes?
-Entonces... ¿Se vuelven vándalos o algo así?
-Técnicamente. Pero si están expuestos en el exterior, sin un lugar seguro que los cubra, la luna nueva provocará que deseen sangre humana. Y harán cualquier cosa para conseguirla... No puedo permitir que suceda de nuevo...- bajó la mirada. Instintivamente, miré a Bon y Leyla preocupado. Bon tenía la cabeza baja, a punto de llorar. Leyla juntó su cabeza con la de él, rodeandolo con su ala. Me partía el alma verlos así.
-¿De... Nuevo?- necesito saber qué sucedió. Hugo suspiró.
-Cuando Bon y Leyla tenían 10, decidieron acampar en el patio trasero. La rebeldía solonlos afecta una vez cumplidos los 12 años. Estaban a mí cuidado. Fuí descuidado y no recordé que había luna nueva. Unas luciérnagas rodean la tienda, y ellos salieron para atraparlas. Era media noche. Se vieron sumergidos en el deseo de sangre humana. Corrieron en busca de una víctima. Encontraron a un pequeño niño que estaba fuera de su casa, mirando las luciérnagas. Intentaron atacarlo, pero Leyla reaccionó e intentó detener a Bon. Pero él la colpeo, derribandola. Corrió hacia el niño, y lo atacó sin piedad. Los gritos alertaron a todo el vecindario. Pero cuando llegamos, era demasiado tarde. El niño tenía una feroz y horrible mordida en el cuello. Las autoridades buscaron al asesino, pero como los mitad vampiro no pierden sus huellas dactilares en luna nueva, no supieron que fué Bon. Pero yo si. No pude molestarme con él, ya que no fué su culpa. Pero él sufrió un serio trastorno mental, provocándole alucinaciones con ese niño. Y pesadillas horribles. Su madre lo llevó al mundo vampiro por un tiempo, allí lograron hacerle terapia y que ya no sufriera más de eso. Pero, cada luna nueva, teme que eso suceda de nuevo. Leyla ya probado sangre humana, pero solo fué una pequeña mordida, y la odió al instante. Por eso reaccionó en aquél entonces. Pero... A Bon... Le gustó la sangre humana... Y teme dañar a alguien. Puede resistir a morder a alguien. Pero en luna nueva... Es imposible detenerlo si está bajo sus efectos- quedé impactado... ¿Realmente ocurrió? ¿Bon... Ha matado a alguien? Pero... No fué su culpa. Debo ayudarlo a que pueda controlarse ante la luna nueva. Miré a Bon y Leyla. Bon estaba llorando sin parar. Leyla intentaba calmarlo, pero no podía. Corrí hacia ellos y quité el tazón. Tomé a Bon en mis manos.
-A-ahora que sabes la verdad... Debes alejarte de mí... ¡Soy muy peligroso para ti!- sollozó.
-¡Claro que no me iré! Bon, te amo. Jamás te dejaría. Me quedaré siempre contigo- le quité las lágrimas con mi pulgar.
-¿Aunque sea un monstruo?
-Así es. Aunque, pará mí, no eres un monstruo.
-Te amo, Bonnie.
-Y yo a ti, Bon- le dí un beso en la cabeza. Él alzó el vuelo, y volvió a su forma humana. Seguido de Leyla. Nos abrazamos y nos besamos.
-Son tan tiernos... Un momento... ¿¡Ese es mi amuleto!?- Leyla gritó enfurecida. Bon y yo nos separamos. Yo la miré confundida. Bon tragó en secó. En eso, noté que Bon tenía algo colgando de su cuello. Era una especie de dije en forma de murciélago con una pequeña esmeralda en medio.
-¡Tú nunca lo usas!- se defendió Bon.
-¡Pero igual es mío! ¡Fué un regalo de Nicholas!
-¿Hablas de tu novio?- Bon se cruzó de brazos y la miró burlón.
-Ahora si eres murciélago muerto, pedazo de imbécil...- juraría que unas llamas se reflejaban en los ojos de Leyla.
-Oh no...- Bon se transformó en murciélago y salió volando a toda velocidad. Leyla hizo lo mismo, y lo comenzó a perseguir- ¡¡Santa cachucha!! ¡Que alguien me ayude!
-¡¡VEN ACÁ PEDAZO DE IDIOTA!! ¡¡ERES UN GRANDÍSIMO IMBÉCIL!! ¡¡DESEARÁS NO HABER NACIDO, HIJO DE MI TÍA!!
-¿Deberíamos ayudarlo?- me coloqué junto a mi suegro.
-Nah, déjalo aprender la lección. Debe aprender que nadie se mete con el amor platónico de Leyla- reí ante eso. Aunque tiene razón. Bon debe aprender a respetar a los demás. Por las buenas o por las malas.
[…]
Nota de la autora
¡Felíz navidad mis pandas! ¿Por qué pandas? ¡Porque ustedes son tan lindos y apapuchables como un lindo panda! Si, lo sé, es muy cursi viniendo de mí, pero es verdad. Estoy muy agradecida por todo el apoyo que me han dado 😊😄
Y miren esto:
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