Mitad Vampiro {TERMINADA} #FNAFHS

XXXIII

Maratón
Final De Temporada
2/11

Narra Bonnie

No aguanto más... Estoy agotado. Siento que mis piernas arden en enormes llamas. No puedo continuar corriendo... Ya no puedo...

Caí de rodillas, no puedo moverme. Mi respiración está agitada, mi corazón a mil. No lo entiendo ¿Cómo fué que pasó esto?

Ví a mi alrededor, aún estaba en el sombrío bosque. Era aterrador. Es de día, pero le espesura de los árboles y toda la neblina hace parecer que es de noche. Debo salir de aquí.

Escuché un grito a lo lejos.

Me aterré.

Comencé a correr de nuevo. No podía dejar que me atrapara. Pero... Lo hizo... Me atrapó. Caí de inmediato. Me había lanzado una especie de soga, y me ató por completo.

Alcé mi mirada, y allí estaba... En el aire, mirándome fijamente... Con odio y rencor.

Aterrizó frente a mí. Tengo miedo.

-Mírate- río- un miserable humano. Tan indefenso, tan temeroso... Tan inútil.

-P-por favor... D-dejame ir.

-¿Por qué lo haría? Tú tamaño es perfecto para mantenerme satisfecho por una semana. La carne de humano siempre es la más jugosa- extendió sus alas- no pienso desaprovechar esta oportunidad. No de nuevo.

-¡Tú jamás me harías daño! ¡El Bon que conozco y amo no es quien tengo frente a mí!

-Exacto, ese Bon ya murió. Y todo... ¡Es tu culpa!- se acercó a mí- ¡Fuiste tú quién mató a ese Bon! ¡Tú fuiste quién me traicionó!- con su garra, hizo un corte perfecto en un árbol. Cortandolo a la mitad- ¡Yo te dí todo! ¡Mi amor, mi fé, mi dinero, mi virginidad, mi vida, todo! ¿¡Y como me pagaste!? ¡Traicionándome!- cortó otro árbol- ¡Dijiste que me amabas a pesar de ser un monstruo!... Pero me mentiste... ¡Me llevaste con ellos! ¡Me entregaste a los caza monstruos!

-¡Nunca fué mi intención! ¡Me tendieron una trampa!

-¡No te creo nada!- sus ojos se llenaron de lágrimas- Ya no te creo... Tú me destrozaste, jugaste conmigo... Creí que me amabas- sa abrazó a si mismo mientras lloraba- C-creí que... Al fín alguien me amaba tal y como soy... Aunque sea un monstruo... Pero me equivoqué... No dejaré que nadie más me lastime.

-¿B-bon?

Él se acercó a mí, cada vez más.

-Acabaré con mi fuente de sufrimiento de una vez por todas. Si un monstruo asesino quieren... Un monstruo asesino tendrán...- allí fué cuando reaccioné... Todo esto, es como mi pesadilla. ¿Como no me dí cuenta antes? Sé como hacer para que Bon reaccione... Respiré profundo... Espero que funcione.

-¡Estoy embarazado!- antes de que su garra llegara a mí, se detuvo en seco. Retrocedió

-¿Q-qué...?

-E-estoy embarazado... Estoy esperando un bebé nuestro, Bon- hablé más calmado.

-No... Mientes... ¡Mientes! ¡Es imposible!

-No miento. Me hice una prueba esta mañana, y dió positivo... Fué mi deseo en la fuente, Bon... Tener una familia contigo- sonreí.

-T-tú hiciste eso... ¿P-por mí?- se colocó en sus cuatro extremidades, acercándose cuidadosamente hacia mí.

-Así es, Bon. Sé que tu deseo más grande es formar una familia, y yo deseé darte esa oportunidad. Podremos formar nuestra propia familia, juntos- gruesas lágrimas se comenzaron a deslizar por sus ojos.

-Y-yo... ¡Lo lamento mucho! ¡Estuve a punto de asesinarlos!- con sus colmillos, me liberó del agarre de la soga- y-yo... N-no te merezco...- se dejó caer, cubriendo su cara con sus manos mientras lloraba- s-soy un monstruo...- lloraba desconsoladamente y repetía la misma frase una y otra vez. Me parte el arma verlo así. Decidí acercarme, y le comencé acariciar el cabello.

-Bon, tú no eres un monstruo...- rápidamente levantó la cabeza.

-¡Claro que si! Intenté matarte y... A n-nuestro bebé...- su llanto incrementó.

-Bon, mírame- tomé su rostro con mis manos, y lo obligué a mirarme directamente- puede que hayas tomado pésimas desiciones, pero eso no te hace un monstruo. Tú decidiste cambiar, y eso es lo bueno. Yo te amo justo como eres, y siempre lo haré.

-E-entonces... ¿M-me perdonas?

-Claro que si, bobo. Siempre lo haré- deposité un dulce beso en su nariz.

Narrador Omnisciente

-Pero que linda escena de jóvenes enamorados- escucharon la voz del padre del peli-morado. Ambos chicos voltearon a mirarlo- me dan asco- el peli-celeste se incorporó, en sus cuatro extremidades, colocándose frente a Bonnie mientras gruñía y mostraba sus colmillos. Iba a protegerlo a toda costa.

-¡Ya déjanos en paz! ¡Nosotros no te hemos hecho nada! ¿¡Qué quieres de nosotros!?- gritó furioso el de mirada rubí.

-Yo no quiero nada de tí. Al que quiero... Es a él- apuntó al jóven mutante con una ballesta.

-¿Qué es lo que quieres de mí?- gruñó, extendiendo sus alas.

-Tú, mi querido amigo, eres el último elegido por la Maldición Del Ojo Negro. La maldición ahora será parte de tí hasta tu muerte; y yo pienso sacar provecho de eso- sonrió con malicia- cientos de grandes científicos estarían dispuestos a pagar millones por realizar una investigación sobre ti. Me volvería increblemente rico, por tan solo tenerte como mi mascota.

-Sigue soñando si crees que dejaré a Bonnie por un estúpido como tú- escupió. Stephan lo miró furioso.

-Si no vas conmigo por las buenas... Será por las malas...- dicho esto, unos hombres tomaron a Bonnie por la espalda; alejándolo de Bon.

-¡Bonnie!- intentó acercarse el peli-morado, pero se detuvo al ver como uno de los hombres colocó una cuchilla en el cuello del oji-rojo.

-Si no vienes conmigo, tu novio y tu hijo moriran; pero si vienes, los dejaré vivir... Tú eliges- se acercó al peli-celeste, con cadenas y un bozal en sus manos.

-¡Bon, no lo hagas!- gritó Bonnie, con lágrimas en los ojos. Bon no dijo nada, simplemente bajó la cabeza y retrajo sus alas lentamente.

-Buena elección...- el castaño le colocó el bozal al peli-celeste, para luego atar fuertemente sus alas con las cadenas, provocando que este gruñera, pues le había dolido- tú me harás realmente rico...

-¡No si podemos impedirlo!- se escuchó a lo lejos. 5 murciélagos se hicieron presentes; Laura, Alex, Leyla, Marck y Sabrina retomaron su forma humana, y rodearon al castaño.

-No dejaré que te lleves a mi hijo- soltó Laura, realmente furiosa.

-¿Ah no? Ven por él, entonces...- habló Stephan, burlón. Ninguno de ellos se iría de allí sin pelear.

[…]