Epílogo 2/2

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Tres meses y medio después...

-¿Estás seguro de que estás bien?- la rubia de ojos color amatista miraba a su amigo, el cual se encontraba recostado en una de las camillas del hospital. Como ya se cumplieron, oficialmente, los nueve meses de embarazo, Scott decidió internar a Bonnie, pues el parto de los bebés podría ser algo... Doloroso para él, por lo que debe tener un poco de anestecia en "esa zona", y para que esté lo suficientemente preparado, fué internado. Lleva al menos cuatro días ahí metido.

-Ya me has preguntado eso treinta veces, Chica. Si, estoy bien... Aunque no siento el trasero- se quejó, haciendo un puchero, provocando unas risillas en su amiga.

-Cuando todo acabe, lo volverás a sentir- rió. En eso, escuchó como alguien más entró a la habitación, resultando ser la madre del chico- debo irme, iré a hacer las compras con mamá. Adiós Bonnie- se despidió del chico y de la mujer con una sonrisa y un ademán, para luego salir de la habitación.

-Hola mamá- sonrió a su madre.

-Hola cielo- con dulzura, besó la frente de su hijo- ¿Cómo te sientes?

-Esto bien, creo- miró la puerta, con esperanza en sus ojos- ¿Has visto a Bon?

-No, nadie lo ha visto aún. Pero aún intentamos dar con él- miró con tristeza a su hijo, pues es muy duro para él. Bon no ha aparecido desde hace tres días. El peli-morado suspiró con pesadez- oh, amor, no te pongas así. Debe estar haciendo algo realmente importante en estos momentos...

-¿Más importante que el nacimiento de nuestros hijos?- las lágrimas amenazaban con salir, le dolía que Bon no estuviera a su lado en un momento tan importante como este. En eso, sintió un fuerte dolor- a-ah...

-¿Qué sucede? ¿Te encuentras bien?- la mujer adulta miró preocupada a su hijo, pues tenía una clara expresión de dolor.

-Y-ya vienen...- susurró.

-¿Qué? Amor, no logré entenderte- el oji-rojo ahogó un grito de dolor, para luego mirar a su madre.

-¡Los bebés ya vienen!- exclamó. La oji-celeste reaccionó al instante, llamando a Scott. Los trillizos están por nacer. Rápidamente, el peli-negro entró a la habitación, para así llevar, junto a su equipo, al peli-morado hacia la sala de partos. Pero, a unos segundos de entrar, Bonnie reaccionó- ¡No pienso entrar ahí sin Bon! ¡Arg!

-Lo lamento, Bonnie. Pero no hay tiempo. Si esperamos a Bon, podría ser peligroso para tí y para tus bebés- Scott se acercó al chico.

-¡No quiero ir sin Bon! ¡No quiero, no quiero, no quiero!- lloraba mientras hacía una especie de berrinche, ya que no podía moverse mucho por las contracciones.

-¡Bonnie, entiende! ¡No podemos esperar a Bon!- el médico no sabía qué hacer, se notaba que Bonnie no aceptaría entrar allí sin su pareja. Aunque... No creo que ese berrinche sea necesario ahora.

-¡Conejito!- un peli-celeste, realmente agitado, se acercaba apresuradamente hacia su pareja- p-por favor, p-perdoname. Puedo e-explicarlo todo- habló temeroso, mientras sujetaba la correa del bolso (de hombre, obviamente) que llevaba con él con una mano, y con la otra sujetaba la mano de su pareja.

-¡Volviste!- a como pudo, abrazó a su novio, llorando- me preocupaste mucho... S-si hice algo malo, p-por favor perdóname...

-¡No, no, no! No hicieste nada malo- se apresuró a decir, extrañado, pués esa no era la actitud que su conejito tenía usualmente- yo... L-lamento haber desaparecido, pero fué para...- se vió interrumpido por un grito ahogado por parte del oji-rojo, alarmandolo- ¿C-conejito? ¿Q-qué ocurre?

Mitad Vampiro {TERMINADA} #FNAFHSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora