—Mi familia siempre a sido cristiana, y yo respeto mucho mi religión — Comienzo a relatar mi historia, cuya categoría abarca él espacio del relato. Ellos me miran atentos— Yo conozco él pecado, y eso es algo que nadie, aunque lo desee con toda su alma puede evitar. El diablo esta en todos lados, los ángeles caídos nos rodean. Los siete pecados capitales nos llevan a caer mas bajo de lo que debemos, como la lujurias lleva a la violencia. Yo nunca e sentido lujuria, cuando pase a mi 3 años de secundaria todos mis compañeros relataban historias extrañas sobre como tenían relaciones carnales con nuestras compañeras, y yo pensaba ¿cual es el sentido de todo eso? Hasta llegaron a pensar que era un asexual loco, pero los rumores vuelan y ellos no lo entendían, yo no estaba interesado en ninguna mujer. Hasta hace unos días, por primera vez toque la puerta de uno de esos siete pecados, me atraía como un imán, ella era la lujuria. Entendí lo fácil que es caer, lo que ese bienestar maligno te causa. Mamá me dijo una vez que yo encontraría una mujer con la que me casaría, y le entregaría mi amor y deseo. Pero al tocar esa puerta me di de cuenta que no era así, ese sentimiento de querer desposar a alguien, llevarla al altar y ante los ojos de Dios atarte a un eterno matrimonio que se marchitara tarde o temprano, meterse en una mentira. Es mas fácil tocar el pecado y salir de el con las alas del demonio, no esta bien, jamas lo estará. Pero los humanos nacimos pecadores y seguiremos siendo pecadores hasta la muerte, ¿Por que jurarle a Dios que siempre seguiremos sus alabanzas cuando ya estamos condenado?
—Y tu...¿Tu que hiciste? — Pregunta Rocky con notoria curiosidad.
—Lo que paso fue algo que me dejo sin aliento, abrí la puerta de uno de los pecados capitales.
Estaba sentado en él césped, aburrido y sumergido en un mundo simple y amargo, aunque estaba rodeado de coloridas flores y dulces cantos de animales que ejercían de algún lado de mundo, el otro mundo. ¿Sabían que nuestro mundo se divide en dos mundos que hacen un mundo? Pues interpretemoslo de otra manera, el mundo es un envase, y ahí dos envases mas que contienen los colores negro y blanco, el blanco es la luz, el negro la oscuridad, ¿Que pasa cuando mezclas esos dos colores en el envase? Nace él gris, nuestro mundo, nuestra realidad. Yo estaba sumergido en el gris, mi realidad, con gente que camina a mi alrededor sin rumbo alguno, que puede vernos pero nosotros no a ellos, mi maldita realidad. No se donde estoy cuando mi realidad no es la correcta, ¿el lado claro o el oscuro? No lo se. Pero si se una cosa, cuando vi a Woo Min Na caminar hacia mi con un vestido blanco puro y su oso de peluches en manos no pensé que caería tan bajo.
Ella se sentó en frente de mi, con sutileza, dejado que sus piernas largas descansaran en es césped. Al instante capte un aroma a vainilla, bastante llamativo y dulce. Me miro con ojos brillante, como si fuera un ángel que vino a liberarme del aburrimiento, de algún modo lo era, si que me sacaría del aburrimiento, pero ese ángel no era uno tranquilo, fiel y fino. Sus alas eran del demonio.
Pero fui yo quien comenzó la platica, en mi curiosa mente ya tenía algunas atractivas preguntar que podrían llamar la atención de Minna sin hacer que colapsara, yo quería saber mas de ella y sus trastornos.
—Amo las flores blancas— Comente como si nada, apuntando con mi dedo las flores que nacieron al pie del árbol y ahora lo hacen ver mágico y radiante.
—¿De verdad? — Sonrió con ironía — Eso ya lo sabia.
—Va, yo solo quería recordártelo — Inocentemente me eche para atrás apoyándome con mis brazos— ¿A quien no le gustan esas flores? Mamá las ama, dicen que son muy puras.
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Psychiatric • yoon sanha |Cancelada|
FanfictionJuro que no estoy loco- 정신 ⛔Esta historia puede contener errores ortográficos los cuales serán arreglados una vez la historia culmine. Espero y eso no les moleste leer ⛔