— ¡¿Qué carajos fue eso padre?!—vociferó Luxure muy molesta.
— ¿Que le paso a Onee-chan?—preguntó Alera con su semblante frío y sin emoción alguna pero con lágrimas saliendo de sus ojos.
Ambas hermanas estaban preocupadas, sobre todo Luxure, quien casi asesina a unos esbirros de su padre, mientras que a la más pequeña no se le notara su preocupación, esta igual lo estaba, apenas si habían podido escapar de aquel poder de los guerreros y regresar sanas y salvas al infierno a través del lago congelado. Una vez dentro, estuvieron como hora y media explicándole lo sucedido a su padre y gritándole y exigiéndole una explicación de que carajos le sucedió a su hermana mayor.
—La han purificado...ahora es humana—contesto Satanás.
— ¡¿Humana?!—chillaron las dos.
— ¿Alguna forma de volverla a la normalidad?—interrogó la hermana del medio nuevamente.
Lo había, sin embargo, el conjuro, para que funcionara, tenía que hacerlo un demonio completo y ellas no lo eran, eran mitad demonios y mitad humanas. Él, por su parte, no podía realizar dicho conjuro porque sus poderes en estos momento se encontraban débiles.
Ante tal explicación Lux, furiosa, salió de la casa comenzando a destruir cosas a su paso en el inframundo, Alera aún tenía esa mirada sin emoción en su rostro, seguía derramando lagrimas mientras apretaba con fuerza su peluche de gatito para después marcharse con ella. Ambas se dirigieron hacia la biblioteca de su padre y se dedicaron a buscar alguna forma de regresar a su hermana a la normalidad de una forma en la que pudieran hacerlo aun teniendo solo en parte sangre de demonio.
Mientras tanto, en la superficie, la joven Samara, en su forma humana, aun se encontraba durmiendo, Kalil y Yako hablaban sobre lo que Yako había leído en la biblioteca. Al momento en que el guerrero portador de la lanza mistica leyó aquel libro, rápidamente lo pidió prestado y ahora los dos estaban leyendo a ver que mas encontraban.
En efecto que Samara era mitad demonio y mitad humana, lo que también querría decir que sus hermanas, Luxure y Alera, también lo eran y al igual que a ella, si combinaban sus armas otra vez en su próximo encuentro, fácilmente podrían purificarlas a ellas también. Su único temor era que, como había una forma de volver a las tres a su forma humana, era que también haya una forma de regresarla a su forma de demonio.
Continuaron leyendo y para su desgracia, así lo fue, si había una especie de conjuro para regresarla a como era antes, no obstante, debía realizarse con la sangre de un demonio completo y Luxure y Alera no lo eran. Institivamente pensaron en Satanás, pero este no debía tener poder alguno luego de haberlas procreado así que por el momento, podían estar tranquilos.
— Entonces...¿Qué hacemos con este demonio Kalil?—preguntó Yako a su amigo quien no dejaba de observarla.
—Ya no es mas un demonio Yako, es verdad que es la hija de Satanás pero hemos purificado su lado demoníaco, así que a partir de este momento vivirá con nosotros de ahora en adelante—dijo Alux firme.
—Wow, wow, wow... ¿Qué? ¿Acaso estas demente?—masculló.
—No nos queda de otra, viviendo con nosotros podremos mantenerla aquí encerrada y turnarnos para vigilarla y así evitar que intenten regresarla a como era antes—dicho y hecho, Kalil salió de la casa dispuesto a comprar algo de comer para cuando la joven despertara.
Yako no estaba de acuerdo con la decisión que Kalil había tomado, muy a pesar de que tenia un punto a favor del porque aquella chica debía quedarse con ellos la verdad no lo aceptaba, pero tampoco podía quejarse ni contradecirlo. Sin hacerme mas problemas en su cabeza, se dispuso a recostarse y descansar, mientras que, sin saber como o porque, el guerrero portador de la espada mística se preguntaba mentalmente como seria la hija del medio de Satanas, Luxure, como humana.
Samara despertó y lo primero que vio fue a Kalil y Yako dormidos profundamente y un pequeño refrigerio para ella a los pies de la suya. Agarró el paquete de galletas dulces y la caja de jugo y se dispuso a comer para luego tirarlo a la basura los envoltorios.
Ahora que se fijaba bien, el departamento de ambos estaba un poco desordenado, asi que sin mas la chica se decidió a ordenar y limpiar un poco el lugar y en silencio para asi evitar despertar a ambos muchachos. Una vez que termino, y como los chicos aun seguían dormidos, se decidió a explirar los libros y leerlos para pasar el rato. En cuanto los Guerreros de la Luz despertaron, vieron a Samara leyendo justamente el libro que habían prestado de la biblioteca, el cual Yako inmediatamente le quito y le dijo que no lo volviera a tocar nunca mas.
El tono de voz y la mirada furiosa hizo que Samara se asustara y se echara a llorar, siendo Kalil, el que reprochó a su amigo dándole un
golpe en la cabeza y abrazando a la chica tratando de calmarla. Al percatarse de que aun seguía usando su ropa, Kalil decidio que era hora de llevarla a comprar, tomo su billetera y salio con Samara, dejando a Yako desconcertado.
―¡Que hermoso pueblo!―exclamó asombrada la primogénita de Satanás viendo todo y corriendo de un lado a otro como una niña pequeña.
―Oye calma chica, ven, primero busquemos ropa para ti y después nos tomamos un tiempo para que veas ¿Si?―inquirió el portador de la espada sagrada, a lo que la chica asintió.
Recorrieron varias tiendas comprando bastante ropa, Samara parecía estar fascinada por lo bella que era pero tampoco quería hacer gastar tanto a Kalil. Despues de un par de horas, iban caminando por las calles cargando con tres bolsas de compras cada uno.
Se detuvieron a descansar y comer en una pequeña cafetería donde Samara tuvo la gloria de probar lo que era un chocolate caliente y unas medialunas. A decir verdad, para Kalil, no parecía que en frente suyo estaba la primogénita de Satanas, la misma que a su merced tenia varias bestias y que intento matarlo.
El primer cambio y el mas notorio eran sus ojos, de como pasaron de ser rojos a ser de un bello color azul, y su personalidad, de sádica asesina a una tierna, dulce e inocente joven, además de hermosa. Sacudió rápido aquellos pensamientos de su cabeza, y siguió hablando animadamente con ella para luego, finalmente al atardecer, regresar a su departamento.
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Heaven and Hell
RomanceEn todas las historias de demonios y ángeles casi siempre el ángel es la chica y el demonio el chico...¿Que dirían de un cambio de papeles? Cada 20 años, un ser maligno emerge a nuestro mundo, el mundo de los vivos, nada mas y nada menos que el mism...