Siempre voy a luchar, nunca voy a rendirme

Capítulo 8: ¿Quieres que sea fuerte? Pues lo seré.

"Debes ser fuerte, así como yo lo fui"

"Debes ser fuerte, así como yo lo fui"

Esas palabras se repetían en mi cabeza y no pude hacer más nada que pararme y gritar:

-¡¿ES UN CHISTE?! ¡DIME QUE ES UN MALDITO CHISTE, CHRISTOPHER!- comencé a romper los adornos, patear los muebles y pegar puñetazos a las paredes que se encontraban a mi alrededor. Me estaba lastimando, pero quería que mi dolor se fuera- ¡MALDIGO EL PUTO DÍA QUE CONOCISTE A BELLA! ¡MALDIGO EL PUTO DÍA EN EL QUE HICIERON EL AMOR! ¡MALDIGO QUE ELLA NO SE HAYA ENAMORADO DE OTRA PERSONA! ¡MALDIGO EL DÍA EN EL QUE CREÍ EN EL AMOR, QUE EL AMOR EXISTÍA! ¡MALDIGO SER UNA COLLINS! ¡MALDIGO HABERTE CREÍDO TUS FALSAS PALABRAS, HABER RECIBIDO TUS ABRAZOS Y HABER CONFIADO QUE EN ELLOS SIEMPRE IBA A ESTAR PROTEGIDA! ¡FUI TAN IMBÉCIL Y NO ME DI CUENTA QUE LA PERSONA QUE MÁS AMABA ERA LA QUE MÁS DAÑO ME IBA A HACER!

A esta altura mi nudillos sangraban, me dolía todo, pero no paraba. Mi mente me decía que lo hiciera, pero una parte de mí no podía, una parte de mí quería morir.

Unos brazos me estrecharon tan fuerte como si quisiera volver a juntar mis partes rotas. Reconocí ese aroma al instante, el mismo aroma que me había conciliado hace un rato, Austin.

Narra Austin:

Nunca había visto a una persona tan rota como lo estaba ella. Dolía ver tanto sufrimiento en una persona. Y me sentía una mierda, porque yo la juzgué sin terminar de conocerla. Yo le dije que era una zorra, superficial e hipócrita, pero no. Es una chica que sufre por su familia, por su padre y la vida que le toco vivir. Siempre creí que los ricos eran todos iguales, hasta que conocí a Caleb y me contó su historia. Entendí sus demonios, no podía creer como él era tan buena persona a pesar de todo su ambiente. Hasta que lo lastimaron y cambió. Y ahora conozco a Hope y no sé qué pensar. Yo la juzgué de manera errónea y cuando me contó su historia, no lo podía creer. Vivió cosas que muy pocos soportarían y seguirían siendo puros. Y cuando vi con el sufrimiento y dolor que lloraba, como sus ojos mostraban decepción y tristeza a su padre, sus palabras rotas, así como ella lo estaba. Entendí que era una buena persona, pero no por mucho tiempo, ella va a cambiar... así como cambio Caleb.

Todos mirábamos atónitos el sufrimiento que ella desprendía, se estaba lastimando y por lo visto, ni siquiera le importaba. No lo soporté más y la estreché entre mis brazos fuertemente, para que sintiera que alguien podía entender su dolor, que yo podía entender su dolor. Ella no paraba de sollozar, sus manos y piernas sangraban. Soltaba gritos de dolor desgarradores, como si la estuvieran apuñalando. Christopher lloraba, su rostro era serio, pero su labio temblaba, trataba de ocultar su dolor. Pero las cascadas que salían de sus ojos por sus mejillas delataban que le dolía ver a su hija en ese estado. Bella estaba sollozando y su rostro mostraba dolor, tenía entre sus brazos a Caleb, sus sollozos eran desgarradores al igual que los de la chica que tenía entre mis brazos. Pero lo que más me sorprendió fue lo siguiente que sucedió, y creo que no fui el único en ese estado. Mi melliza estaba abrazando al papá de Hope, estaba abrazando a Chris. Al hombre que hirió su corazón con horribles palabras, menospreciándola y haciéndola sentir menos.

Narra Sky:

Abracé al señor Collins tan fuerte como pude. Sé que les habrá sorprendido mi acción pero Hope, Caleb y Bella no eran los únicos que sufrían. Christopher estaba llorando en silencio, pero al ver su rostro, su expresión se desfiguraba de dolor y arrepentimiento. Él solo era un hombre lastimado que estaba cometiendo un error, y para criar a dos hermosos seres como lo son Caleb y Hope, no es una mala persona.

Lo dudó unos momentos pero terminó correspondiendo mi abrazo, a lo que yo susurré en su oído:

-Yo sé que no eres esto Christopher, sé que dentro de ti hay una hermosa persona, sácala antes de que pierdas las personas que en verdad valen la pena en tu vida- mi voz salía suave y un poco quebrada. Sí, así como lo oyen, yo también estaba llorando. Enterarme de todo lo que pasaron Hope y su familia, y ver su sufrimiento desgarrador, me destrozaron por completo. Ella está vacía y rota. Y no es lindo ver una persona en ese estado.

Chris solo me apretó más fuerte contra él, y ahí entendí de lo que hablaba Hope. Su papá desprendía un amor paterno único en sus abrazos, él amor con el que él había abrazado a sus hijos toda su vida.

Narra Christopher:

Dolor. La única palabra que podía describir mis sentimientos en estos momentos. Me dolía ver el dolor de mis hijos, de mi amor. Los lastimé, como me lastimó mi padre.

¿Estaba repitiendo la misma historia? Eso es imposible, yo jamás haría vivir a mis hijos lo que yo viví.

Estoy abrazado a la chica que insulte, que ningunee y menosprecie. Ella me está consolando, después de todo lo que yo llegué a decirle.

"Yo sé que no eres esto Christopher, sé que dentro de ti hay una hermosa persona, sácala antes de que pierdas las personas que en verdad valen la pena en tu vida"

Sus palabras se repetían en mí una y otra vez, pero una voz aún más fuerte interrumpió en mis pensamientos:

"Chris, hijo, tienes que ser fuerte y luchar siempre. Demostrar que sos el mejor y separar tus seres queridos de las personas que no están a tu nivel, ellas solo quieren aprovecharse para salir de la miseria. Sos un Collins, hijo, nunca lo olvides. Confía en mí y te irá bien en tu vida."

Él tiene razón. Mi papá tiene razón. Ellos nos quieren lavar la cabeza y están logrando poner a mi familia en mi contra, para que mi hija me odie, para que mi hijo me odie y para que el amor de mi vida me odie. Pero no lo voy a permitir.

Rápidamente me zafé del agarre de aquella aprovechadora y mis siguientes palabras fueron duras y frías:

-¿Estás segura que soy el malo de esta historia, Hope? ¿Están seguros? Fue tan fácil que les lavaran el cerebro. De Caleb ya me lo esperaba, él nunca va a poder aprender a ser fuerte. Pero, ¿de ti Hope? Pensé que te había criado bien y fuerte, que tus caídas y lo que tuviste que vivir te hubiera ayudado- no sé porque estaba diciéndoles esto, yo no quería. Yo no quiero seguirlos lastimando pero las palabras solo salen de mi boca como lanzas filosas apuñalándolos. Y me dolía no poder detenerme. Pero estoy seguro que me dolió aún más a mí, cuando volví a ver la decepción en la cara de mi hija.