Después de todo ese emotivo momento, mi papá me dejó sola en mi habitación para que me arregle para la fiesta a la que iríamos con Caleb.
Me dirigí a bañarme, para luego ponerme un conjunto de ropa interior negra de encaje. Acto seguido, me sequé el pelo y lo alisé, dejando pequeñas ondas en las puntas. Me puse un vestido con transparencias negros, espalda y hombros descubiertos que llega apenas un poco más debajo de mi trasero. Unos tacos aguja negros y pase al maquillaje. Rubor, delineador, labial rojo fuerte, varias capas de rímel y lista. No me ponía base porque mi piel estaba bastante cuidada debido a un par de cremas que utilizaba. Amaba que mi piel fuera natural y bonita.
Cuando me dirigía a la salida de mi habitación, Caleb ya iba saliendo de la suya. Y dios, si que tenía un hermano muy sexy. Llevaba unos jeans negros que marcaban su redondo trasero, una remera blanca que marcaba sus musculosos brazos y unas Vans negras.
-Wow, Caleb. Te ves realmente hermoso, primo- comente con una sonrisa.
-¿Qué me dices de ti, prima? Las cosas que te haría si no lo fueras- me respondió con voz "seductora". A lo que solté una carcajada, siempre me causo mucha gracia ver a mi hermano ligar.
Me abrazó por la cintura, y bajamos a la planta de abajo. En la cocina se encontraba mi mamá tomando un té, mientras que, mi papá y Megan estaban mirando una película. Bueno, solo Megan, porque mi papá no despegaba la mirada de mi hermosa madre. Si seguía así se la iba a comer con la mirada.
Nos despedimos de todos, subimos al BMW negro de mi hermano y emprendimos camino hacia la fiesta.
Cuando llegamos, Caleb repitió la misma acción de tomarme de la cintura y entramos a la fiesta. El olor a alcohol inundó mis fosas nasales, el lugar estaba lleno de gente bailando, besándose, tomando, o simplemente sentados conversando.
Mientras Caleb trataba de encontrar a sus amigos, muchos chicos me gritaban comentarios obscenos, y Caleb los fulminaba con la mirada y apretaba su agarre en mi cintura.
-Allí están- gritó Caleb en mi oído, ya que debido al volumen de la música no se podía oír bien.
Nos dirigimos hacia un grupo de chicos, dos chicas y tres chicos.
Caleb saludo a las chicas con un beso en la mejilla y a los chicos con su saludo de "hombres", ya saben, el típico "abrazo" con un agarre de manos y golpes en la espalda.
Yo, a diferencia de él, salude a todos con un beso en la mejilla. Una de las chicas me miraba con odio, mientras que la otra con algo de timidez y ¿decepción? Otro chico también me miraba con ¿asco?
-¿Y quién es la hermosura que trajiste contigo, Caleb?- preguntó uno de los chicos mientras me recorría con la mirada.
Caleb sonrío y en ese momento supe que iba a decir la primer estupidez que pasara por su cabeza- Es mi chica, estamos saliendo hace unas semanas y decidí que ya era hora de presentárselas.- y me apegó a él mientras pasaba su brazo por mi cintura.
-Otra perra- murmuró la chica que me miraba con odio, que ahora lo hacía aún más. La chica de alado le pegó un codazo y sus ojos estaban cristalizados, lo que me preocupo, ¿iba a llorar? El chico que me miraba con asco estaba fulminado a mi hermano con su mirada, como si fuera a lanzarse a pegarle en cualquier momento. Y los otros dos chicos, estaban con una sonrisa burlona mirando a las dos chicas.
-No puedo creer que con lo mal que mientes te hayan creído, Caleb- todos dirigieron su mirada a mí- ¿Me presento verdaderamente? Soy la prima de Caleb, llegué hoy de California, luego de pasar dos años allí. Me llamo Hope Collins, es un gusto conocerlos. Y por el momento no me considero una santa pero tampoco una perra.- expresé con una sonrisa divertida mirando a la chica que me miraba con odio. Su mirada se suavizó y una sonrisa se formo en su rostro. La chica a su lado también me entrego una cálida sonrisa. El chico dejo de fulminar a mi hermano con su mirada y me miro con una media sonrisa, ahora que lo veo bien, es realmente guapo. Y los otros dos chicos me miraban con asombro.
-Soy Abby Williams, lamento haberte tratado de perra. Es que tu querido primo nos presenta una zorra distinta por semana.- se presentó la chica. Era bonita, cabello rubio, ojos avellana, piel bronceada y cuerpo bonito- Ella es Sky Rizzo, te parecerá un poco tímida, pero es hasta que tome confianza- señaló a la chica a su lado. Quien era todavía más bella. Pelo azabache, ojos verde claro profundos, y de muy buen cuerpo. Me transmitía ternura. Les dediqué una sonrisa.
-Es un gusto conocerlas.
-Soy Austin, el mejor amigo de tu estúpido primo y hermano de Sky- dijo el chico que me miraba con asco anteriormente. Su voz era realmente varonil y sensual. Era parecido a Sky. Mismo color de pelo, pero sus ojos eran tan celestes así como los míos.
-Un gusto conocerte, Austin- respondí con una sonrisa, que él me devolvió. Por dios, que linda sonrisa.
-Nosotros somos Logan y Max Black, mellizos- comentó uno de los chicos que me miraban con asombro señalándose y luego señalando a su mellizo respectivamente- soy el novio de Abby, y él es el mujeriego de la familia, así que cuidado, linda- comentó el chico y me guiño un ojo. A lo que yo solté una pequeña risa.
-Es un gusto conocerlos repetidos Black. Y no te preocupes Logan, se cómo manejar a los mujeriegos- respondí repitiendo su acción de guiñarle un ojo.
-Bueno, dejémonos de formalidad y presentaciones. ¿Qué les pare...- mi hermano fue interrumpido por una asquerosa voz que no esperaba volver a escuchar.
-Wow, Hope. Cada día más hermosa- voltee a verme junto con los chicos quienes miraban con odio al idiota frente a mí y las chicas lo miraban con asco- ¿Cuánto tiempo, preciosa? Es un gusto saber que volviste. Volveremos a estar juntos como antes, muñeca.- dijo mientras me recorría con la mirada. Seguía igual de baboso y lindo que siempre. Rodé los ojos.
-Una pena que no pueda decir lo mismo, Ian. No es un gusto volver a verte.- respondí con indiferencia- No te pienses que las cosas van a ser como antes. Los errores están para aprender y no volver a realizarlos de nuevo- mí mirada paso a ser una de asco, recordando todo lo que tuve que pasar por el estúpido de Ian.
Sin embargo, él ignoro olimpíacamente mis palabras y dirigió su mirada a los chicos detrás de mí, más específicamente a Austin.
-Veo que conociste a MI chica, querido amigo- su juego ya me estaba hartando.
-Tranquilo campeón, que yo por aquí no veo a ninguna de tus chicas- respondí con el enojo recorriendo mi cuerpo.
-Ambos sabemos de lo que hablo, hermosa- dijo con un guiño de ojo.
-Mira Ian, tu juego me está hartando. ¿Por qué no te vas a molestar a otro lado? Es que nadie te quiere aquí. Así que vete de una vez por todas, jodido imbécil unineuronal. – le respondí dando por finalizada la conversación con el idiota y me voltee para retomar la conversación con los chicos.
El imbécil entendió mi mensaje y se fue por donde había venido con sus dos amigos.
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Siempre voy a luchar, nunca voy a rendirme
RomanceUna familia complicada, donde reina el prejuicio, el poder y el dinero. Una chica dispuesta a demostrar lo que en realidad importa en esta vida, sin importarle salir lastimada. Un amor irresistible que llega a cambiarlo todo, ¿en verdad la fuerza de...