Un disparo, una explosión, una muerte…el final es tan simple y sin embargo lleva consigo tanto dolor… ¿Cómo seguir adelante? ¿Cómo sobrevivir a una pérdida…? Ya deberíamos estar acostumbrados…Al final, todo es simplemente una parte más del plan macabro que nos depara la vida misma…
Abrí mis ojos, yacía en un colchón algo viejo, no tenía una almohada, simplemente una cobija de cuadros rojos que me cubría las piernas y un poco más arriba de la cintura. Trate de levantarme pero el dolor aún palpitaba en mis extremidades, decidí seguir acostada otro rato más. Al final, una hora o dos más no harían diferencia alguna, finalmente el pesimismo se había adueñado de mi.
Cada que cerraba mis ojos, las imágenes crueles invadían mi mente. Las peleas, la sangre, los cuerpos sin vida, las noticias arrebatadoras. En verdad no lograba comprender como seguíamos vivos, aquella batalla parecía ser nuestra última, sin embargo, henos aquí, tratando de recuperarnos de las heridas dejadas por la batalla.
Habían pasado 15 días desde esa sangrienta batalla, aquella a la cual logramos sobrevivir. Habíamos perdido a muchos, todos estábamos heridos de gravedad y no teníamos esperanza ni a donde ir. Pero en aquellos momentos quedarnos no era una opción, quedarnos significaría una muerte inminente. Tomamos lo que pudimos y tomamos camino hacia el único destino que se nos había ocurrido, aquel que pensamos antes de que la carnicería comenzara.
Tomamos rumbo hacia Bernal, un pequeño pueblo a una hora aproximadamente de la ciudad de Querétaro. Nuestras esperanzas no estaban precisamente puestas en el pueblo, sino en aquel monolito que yacía a las orillas del lugar. Un lugar bueno para escondernos, eso pensamos. Con el 80% de nosotros heridos de gravedad, un refugio era lo único a lo que podíamos aspirar. Simplemente queríamos ganar tiempo, tiempo para recuperarnos física y mentalmente, tiempo para pensar en un nuevo plan de ataque, tiempo para digerir todo lo que había ocurrido y lo que vendría. Sí, tiempo era lo único que anhelábamos.
Continué viendo el techo por el cual se filtraban pequeñas gotas de agua cayendo constantemente en un pequeño charco. Aquel sonido me relajaba un poco, cerré mis ojos un momento, sin embargo aquel sonido fue sustituido por el de mi puerta abriéndose.
“Iraís? Estás despierta?” oí como la voz de Jess susurraba desde la puerta.
Reuní todas mis fuerzas y me alcé para poder verla mejor. “Qué pasó Jess?” mi voz sonaba algo ronca.
“Quería ver si me podías ayudar con las rondas de la mañana?” me dijo tímidamente.
Solté un leve suspiro. “Está bien” me levante del viejo colchón y la acompañe cerrando la puerta de mi humilde cuarto detrás de mí.
Desde que llegamos aquí, así ha sido todos los días. Ya que Jess y yo hemos sido las primeras en “recuperarnos” de las heridas de batalla, hemos tomado la ardua labor de cuidar a nuestros demás compañeros. Todos en cama, algunos incapaces de levantarse aún, unos por sus heridas, otros por depresión. Lo cierto es que por aquí, la palabra esperanza es solo un sueño del pasado.
Jess y yo caminamos por el frío corredor hasta la primera puerta. Ella la abrió lentamente, no se veía más que oscuridad. Jess entro con cautela.
“Quién anda ahí?” se escucho una voz ronca decir.
“Somos Iraís y Jess” dijo Jess con suavidad, “Cómo amaneciste Harry?”
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Survivor
Science-FictionEn un mundo aparentemente normal, lo inpensable ocurre, un virus se libera misteriosamente en la facultad de química creando un caos mundial, la gente muere...pero revive con el único deseo de alimentarse. Los pocos supervivientes tendrán que enfren...