Near está ¡¿CELOSO?!

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Terminaron el proyecto en lo que quedaba de la semana y lo presentaron sin ningún problema. Sin embargo, Mello aún no podía creer que Near, su rival, un menor y, más importante, UN CHICO! lo besó.
Ya tenía suficiente con saber no saber el por qué de todo el asunto.
En la semana transcurrida, no ocurrió nada parecido. Sólo era hacer el trabajo, descansar con un silencio incómodo, volver al trabajo y volver a casa con más silencio incómodo.
Mello y Matt estaban de camino a la secundaria hasta ver un pequeña silueta blanca que caminaba despacio.

-¡COPITO!- llamó Matt haciéndole señas a lo que Near volteó.

Mello desvió la vista algo sonrojado.

-hola, Matt, Mello- saludó Near.

-¿cómo estás Copito? Estoy llevando a Mello a la secundaria. ¿Nos acompañas?- Mello quería matar a su amigo en ese momento.

-claro- accedió Near con una voz más fría de lo normal lo cual hizo que Matt se asustara un poco y Mello extrañarse de su actitud.

En el camino, Matt habló de cosas que a nadie le importaban, Mello miraba a Near asustado y Near miraba a Matt como si en cualquier momento fuera a matarlo.

-bueno, aquí estamos. Los veo en el almuerzo. Adios, Copito. Adios, Rubia Histérica- se despidió Matt.

A Near se le fue la "mirada de Beyond" y volvió a su inexpresividad de siempre.
Entraron.
Las clases eran siempre lo mismo. Near se aburría pero Mello seguía confundido por la reacción de Near.
Mello escribió un mensaje para Near y, está vez, no era una amenaza.

"¿Por qué actuaste así con Matt?"

Near escribió:

"¿actuar cómo?"

"Parecía que querías matarlo con la mirada y le respondiste más frío que de costumbre"

"me duele la garganta hoy"

"eso no es excusa. Además, tú nunca gritas"

"creí que no me conocías."

"¡NO TE HAGAS EL TONTO!"

"déjame o el profesor nos va a descubrir"

"como si me importara que ese viejo estúpido nos descubra"

"típico de ti"

"espera, no será que estás celoso ¿o si?"

"¿qué? Claro que no."

"jajaja. Es por lo de la llamada de broma ¿no?"

"claro que no."

"jajajajaja."

-Keehl, River- llamó el profesor. Mello y Near se sobresaltaron- ¿puedo ver el papel que se están pasando?

-uuuuuuuu- bromeó el salón- se mandan cartitas de amor!

-¡NO MANDO UNA CARTA DE AMOR!- se defendió Mello rojo de la vergüenza.

El profesor leía la carta con atención. Near y Mello no sabían por que párrafo iba pero sabían que ya tenían el castigo hecho.
El hombre se sacó los lentes y miró fijamente a Mello quien estaba intimidado por su mirada.

-con que viejo estúpido ¿ha?- dijo.

-bu...bueno...

-castigados. Se quedarán a limpiar el salón antes de irse.

-¡espera un minuto, viejo!- intervino el rubio- ¡Near no hizo nada! ¿por qué lo castigas a él también?

-por interrumpir mi clase. Además, Keehl, he escuchado rumores que dice que son rivales. ¿Por qué te importa?- que ironías de la vida, quería responder esa pregunta.

-porque soy justo y digo Near no hizo nada malo- se excusó él.

-aún así, te siguió el juego. Ambos están castigados y punto. Sigamos con la clase.

Near estaba muy sorprendido. ¿Por qué Mello lo defendió? ¿no que eran rivales? ¿su excusa era cierta?
La hora del almuerzo llegó rápido. Mello y Near salieron a reunirse con Matt en la cafetería.

-hola!- saludó él. Near puso su mirada aterradora de nuevo- ha...¿pasa algo, Copito?

-nada- respondió fríamente.

No muy convencidos, se sentaron en una mesa juntos.
Mello iba en el medio, a su derecha Near y a si izquierda Matt.
El albino seguía mirando a Matt. Mello juró que le salían rayos de los ojos. Matt sonreía nervioso.

-Copito está más raro de lo normal ¿Qué le pasa?- susurró Matt en el oído de Mello.

-no lo sé. Le pregunté por carta en la clase y no me dijo nada. Ahora estamos castigados.- contó Mello.

-¿sospechas de algo?

-creo que está celoso.

-jajaja. ¿Celoso?

-quería ver como era celoso así que fingí una llamada contigo y fue así.

-¿qué? Te lo dije. Copito te quiere.

-eso no es cierto.

-¿que tanto hablan?- habló Near furioso.

-nada, nada de nada- sonrió Matt pervertidamente.

-hm.

El día pasó. Mello y Near estaban limpiando el salón de clases tal y como el profesor dijo.
Mello lo consideraba un completo fastidio pero ahí podría preguntarle a Near sin ser interrumpidos.

-¿ya vas a confesar?- habló.

-no sé de que hablas.

-si que sabes.

-pero no sé que quieres oír.

-la verdad.

-la verdad es que no pasa nada.

Mello dejó la escoba con la que estaba barriendo, tomó a Near del mentón para obligarlo a que lo viese y le dijo:

-la...verdad.

-...

Near se mantenía estático.

-sólo si tú me dices por qué me ayudaste.- condicionó él.

-está bien. Ya te lo dije antes, no te odio. ¿Contento? Ahora, habla.

El pequeño desvió la mirada sonrojado.

-qui...quizás...si esté un poco...celoso.

-¡LO SABIA!

Sin lugar a dudas, ese fue un momento victorioso para Mello pero faltaba algo: ¿por qué estaba celoso?
Terminaron de limpiar y fueron a casa juntos.
Mello tenía que responder todas las preguntas.


En busca de tus sentimientosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora