Estaba en una biblioteca de paredes color beige. Sabía que era una biblioteca por los grandes libreros de madera de cedro que se erguían a su alrededor. Se encontraba sentada frente a un bulboso ordenador color gris espacial. La página en la que estaba abierta el internet era sobre Cairnholm. A su lado, en el escritorio de madera reposaba una pequeña libreta con diversas anotaciones sobre Cairnholm, una isla de Gales. Agarro el mouse. Giro la rueda de en medio para bajar la página. Cairnholm estaba a una hora de Gales, en transbordador. Una excelente isla para observar aves en pleno verano. Pulso la imagen de la isla para agrandarla. El cielo era de un azul intenso, aun más que el color del cielo de California. El pasto se extendía por todas partes. El mar se veía a lo lejos. Color turquesa. Los pinos se esparcían a lo largo del pasto. A lo lejos, se veía una gran casa de estilo victoriano. Era muy majestuosa. Le encantaba la isla. Era remota, hermosa y estaba lejos de California. Era perfecta para escapar.
El reloj del borde de la computadora marcaba la una cuarenta de la tarde. Una voz interrumpió sus pensamientos.
-¿Qué es eso Olive?-Preguntó Eun byul detrás de ella. Olive movió rápidamente el mouse y cerro la pagina para que Eun byul no la viera. Negó con la cabeza a la niña.
-Nada. Solamente un lugar.-Respondió Olive a la niña. Traía un libro color azul en la mano. Eun Byul frunció el ceño. Puso el libro sobre la mesa.
-¿Quieres escaparte?¿Verdad?-Pregunto Eun Byul. Olive sintió un nudo en la garganta. Era muy lista, así que no era necesario mentirle.
-Si… Quisiera poder hacerlo… quisiera irme lejos de aquí… no vivir como vivimos…-Eun Byul bajo la mirada tristemente. Olive entreabrió la boca.-No… no lo malinterpretes…
-Tranquila… yo también quisiera hacerlo.-Dijo Eun Byul a Olive. Movió la cabeza a los lados. Volvió a tomar el libro. Se lo enseño a Olive.-Mira. Este libro tiene dibujos de pájaros bien bonitos. Deberías leerlo.
Se dio la vuelta y se fue a la mesa en la que estaba. Olive abrió el libro. Enciclopedia de aves, era el titulo del libro. Sus hojas olían a antiguo. Lo hojeo. Las ilustraciones de los pájaros eran dibujadas a tinta. Eran muy hermosas. Lo estuvo leyendo, hasta que llego a la ilustración del halcón peregrino. Esa ave le fascinaba. Era el ave más rápida de todas. La bibliotecaria, Marian interrumpió su lectura.
-Ese libro es muy hermoso. Deberías conservarlo.-Olive cerro el libro. Negó con la cabeza.
-Marian no es necesario…
-Insisto Olive. Eres una buena niña. Te lo mereces.-Olive asintió. Le dedico una sonrisa.-Faltan diez minutos para las dos.
-Oh. Ya nos vamos entonces.-Olive apago el ordenador. Guardo el libro en su bolsa de lona gris. Se levanto y se la colgó al hombro.-Muchas gracias por el libro Marian. Nos vemos la próxima semana. Niñas vámonos.
Las niñas se levantaron y fueron a guardar los libros que leían. Olive se dirigió al mostrador a esperar a sus hermanas. Una señora mayor de cabello canoso estaba al lado del mostrador. Marian hablaba con ella. Tenía un leve acento francés.
-… ayer. Vine a buscar a mi nieta. Espero de verdad encontrarla. No la he visto en años. No desde… desde la muerte de mi hija.-Dijo la señora. Tenía unos grandes ojos verdes y rastros de rojo en el cabello. Las niñas llegaron a donde Olive estaba. June, una niña de cabello castaño le sonrió.
-Ya estamos listas.-Dijo. La señora volteo a verlas. Abrio los ojos como platos cuando vio a Olive. Olive asintió, ignorando a la señora.
-Vámonos entonces.-Dijo Olive agarrando a June de la mano. Se dieron la vuelta y se dirigieron a la salida. Olive se dio la vuelta levemente. Agito la mano en el aire para despedirse de Marian.-Adiós Marian. Nos vemos la próxima semana.
La señora parecía haber visto a un fantasma. Marian le sonrió devuelta.
-Adiós niñas. Nos vemos luego.-Dijo devolviéndoles el saludo. Olive se pregunto a quien buscaría la señora. Camino por la acera de vuelta a la casa hogar con sus hermanas. El sol estaba a todo lo que daba a esa hora. June entreabrió la boca.
-¿Por qué la señora esa te habrá mirado así?-Pregunto June a Olive. Olive no se había parado a pensar en eso. Negó con la cabeza quitándole importancia.
-No se. Tal vez me confundió con alguien.-Respondió Olive. June asintió. Caminaron por diez minutos, hasta que llegaron a la casa hogar. Eran las dos en punto cuando llegaron. Olive insertó la llave en la cerradura. Giro y abrió la puerta. No se veía rastro de Caul ni de Julia.
-¡Ya llegamos!-Exclamo Eun Byul. No hubo respuesta. A Olive no le gusto eso. Sintió un escalofrío en la espalda. Tenía un mal presentimiento. Olive se dio la vuelta para hablarles a las niñas.-Vayan a dejar sus cosas y las mías al dormitorio mientras yo hago la comida. Caul debió de haber salido.
Olive le dio la mochila a June. Las niñas se fueron escaleras arriba. Olive camino a la cocina. Seguía con ese mal presentimiento en el pecho. Entro a la cocina. Casi pega un grito. Los platos estaban hechos añicos contra el suelo. El frutero estaba tirado en el suelo. Un gran charco de sangre se extendía por el suelo. A su lado, estaba Julia tirada. Tenía los ojos cerrados.
-¡Julia!-Olive se arrodilló a su lado. La movió. Respiraba superficialmente. Entreabrió los ojos.-¿Qué sucedió?
-Vete… huye de aquí… Caul no es la persona que creíamos que era…-Tosió sangre.-El trato… trato de…
Su argumento fue interrumpido por un sonido. Olive volteo a ver a la entrada de la cocina. Caul, cubierto de la camisa de sangre irrumpió en la habitación. El semblante lo traía contraído de furia.
-¡No digas nada o te ira más mal!-Julia ignoro eso y siguió hablando.
-Vete Olive… Huye... Te quiere a ti para sus planes sucios…
Caul se movió tan rápido que Olive no pudo anticipar su movimiento. Le atesto un golpe a Julia en la cabeza con la punta del pie. Esta cayo inconscientemente. Su respiración ceso. Olive se cubrió la boca con la mano. Ahogo un grito.
-No. No. Julia.-Musito Olive. Agarro la cabeza inerte de su amiga. Unas lagrimas se extendieron por el rostro de Olive. Caul agarro un trapo del perchero y se limpio las manos como si no hubiera matado a una persona. Olive sollozo. Julia estaba muerta. Y ella no pudo hacer nada para detenerlo.-Julia… lo siento tanto…
-Ve a tu habitación y enciérrate ahí con las niñas.-Dijo Caul suavemente. Olive se volteo a verlo con furia en los ojos.
-¡La mataste! ¡Eres un animal!-Exclamo Olive con la voz quebrada. Caul dejo el trapo a un lado y se dirigió a donde estaba ella. Alzo la mano y le planto un golpe en el brazo. Olive chillo de dolor.
-¡Haz lo que digo!-Exclamo.-¡No me gusta repetir así que más vale que lo hagas! Ven con tus cosas cuando te diga. Te vas.
Olive se incorporo temblorosamente del suelo. Paso al lado de Caul con la cabeza gacha. Ya no podía soportar más seguir ahí. Tenía que largarse. Ir a Cairnholm, donde nunca la encontraría. Se pregunto, mientras subía las escaleras a donde la mandaría. Tal vez a la calle o a un destino peor como ser vendida. Lo más probable era lo segundo. Camino por el pasillo, hacía los dormitorios. Ideo un plan en su cabeza para escapar. Paso al lado de la habitación de Lidia. La puerta estaba abierta. Olive procuro no hacer ruido y entro. Su habitación era de un color azul pálido. Un tocador de madera de cedro se encontraba en la pared izquierda a la cama. Tenía un montón de perfumes y maquillajes sobre la mesa. Ahí, reposaba un encendedor metálico color plata
Olive lo tomo entre sus manos. Lo metió al bolsillo del vestido. Era la única arma que podía tener para defenderse de Caul. Abrió el cajón del tocador. Infinidad de veces, había visto a Lidia guardar el dinero ahí. Un gran fajo de billetes estaba ahí. Lo agarro y se lo metió al bolso. Sintió una punzada de culpabilidad al haber robado el dinero, pero era para algo bueno. Salió de la habitación y se fue a los dormitorios. Sus hermanas estaban sobre la cama de ella abrazadas. Tenían miedo. Eun Byul se levanto de la cama. La miro con ojos de angustia.
-¿Qué sucede Olive? ¿Estas bien? ¿Y Julia?-Pregunto. Olive se limpió las lagrimas. Se arrodillo para sacar sus cosas. Saco la caja. Metió las cosas en la bolsa de lona. Eran pocas así que cupieron con facilidad en su pequeña bolsa.
-Me voy…-Dijo Olive con la voz quebrada. Las niñas dieron un grito de susto al oír la respuesta de Olive.
-Pero… Olive… ¿Qué pasara con nosotras?-Negó con la cabeza. No quería llorar.
-Nada. Solamente yo me voy… ustedes estarán bien…-Mintió Olive. Eun Byul la abrazo. Sus demás hermanas se unieron al abrazo. Olive dejo escapar una lagrima. Caul entro a la habitación, interrumpiendo el abrazo.
-Ya es hora Olive.-Olive se separo de sus hermanas. Eun Byul la abrazo por ultima vez
-Cuídate Olive.-Dijo antes de soltarse. Avanzo a donde Caul estaba. Este se hizo a un lado para dejarla pasar. Caul cerro la puerta cuando salió ella. Avanzo lentamente por el pasillo. Caul camino detrás de ella. Olive se limpio las lagrimas y puso el rostro lo más inexpresivo que pudo. Entreabrió la boca.
-¿Dónde la enterraste?-Pregunto Olive fríamente. Caul la jalo del brazo fuertemente.
-¡Cállate!-Rugió Caul. Olive se encogió ante el dolor. Su rostro era la viva imagen de la furia.-¡No vuelvas a decirlo!
La aventó contra la pared del pasillo. Olive soltó un grito de dolor. Odiaba eso. Estaba harta de los años de maltrato. La agarro por el borde del cuello de su vestido. Le sonrió maliciosamente.
-Eres una mina de oro pelirroja.-Acerco su rostro al de ella. Su aliento olía a alcohol.-Las personas a las que te voy a vender me ofrecieron una buena suma de dinero por ti.
Olive movió la cabeza al lado. Sentía que le faltaba el aire. Estaban cerca de la escalera. Solamente tendría una oportunidad. Caul prosiguió con su discurso.
-Aunque no me voy a quedar con las ganas.-Le comenzó a desabrochar el vestido. Olive le dio un manotazo, pero Caul le agarro la mano. Olive soltó un grito de dolor. Trato de poner su boca contra la suya, pero Olive fue muy rápida y saco el encendedor. Movió la cara al lado opuesto. El asqueroso de Caul deslizo su boca por su cuello. No pensaba llorar. Presiono el botón. El encendedor hizo clic. Una llama prendió. Olive puso el encendedor cerca de la pantorrilla de Caul. Su pantalón se prendió enseguida. Caul despego los labios de su cuello. Pegó un grito. Era ahora o nunca. Caul trato de sofocar el fuego. La llama se extendió más por su pantalón. Olive corrió escaleras abajo, pero Caul la jalo y la agarro de las manos.
-¡Ni creas que vas a escapar!-Olive gritó. Empezó a forcejear con Caul. En uno de los forcejeos, Olive empujó a Caul por las escaleras. Este cayó. Rodo sobre los escalones hasta que llego abajo. Su cabeza golpeo con el borde del ultimo escalón. Olive respiró agitadamente y corrió para bajar. Faltaba que hubiera matado a Caul. Estaba vivo. Su pecho descendía suavemente en un movimiento. Respiraba. Olive miro arriba de las escaleras. Nadie había salido. Quería irse y al mismo tiempo quedarse para cuidar de sus hermanas. Pero eso ya lo había hecho por mucho tiempo. Ella merecía irse, poder tener una vida libre de violencia, e incluso poder enamorarse. Esa fue la decisión más difícil e importante de su vida.
Camino a la puerta. Procuro no mirar atrás…
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Memories lost | Roman Holiday
Lãng mạnOlive despierta en un hospital. Ella no recuerda absolutamente nada. No sabe quien es. Solamente sabe que se trato de suicidar tirandose al mar. Enoch en cambio, es una persona muy retraída. El fue quien la salvo. Pero Olive sabe que hay un trasfond...