Día 16
Minerva Taylor
En la mañana había decidido distraerme limpiando las flores que aún seguían vivas bajo el balcón, algunas quise transplantarlas pues estaban aptas para ello. Por lo que casi de madrugada yo ya estaba de pie en el jardín.
El desayuno fueron dos manzanas y agua, porque ser fitness es mi pasión. Bien, en realidad estaba tan enojada y tan frustrada por estar enrollada en esto.
Era la prueba de fuego ¿No? El simple hecho de quedarme.
Casi dos horas después, con las manos sucias me dirigí hacia dentro, pretendía limpiar mis manos para luego darme una ducha y alistarme para prueba de vestuario por la tarde, ya que Dante sería la imagen de una importante marca de relojes y deseaba que yo fuese con él. Al parecer había dejado de ser invisible porque ahora los empleados me saludaban de forma cordial, como si el día anterior no hubieran fingido que yo no existía. Comencé a quitar la suciedad, mientras mis uñas pálidas comenzaban a quedar limpias.Entonces me percaté de la voz conocida en el siguiente salón.
De nuevo estaba Duvan en el sofá de la estancia. Hice una mueca de fastidio¿Por qué cada vez que no está con pijama me da malas noticias? Moví mi mano para saludarlo, a lo que él correspondió. De nuevo, giré para volver a la cocinar cunado me percaté de que un niño estaba lavando sus manos en el lavabo.
Parpadee creyendo que solo eran los efectos de la ansiedad que la noticia sobre Dante me había causado, porque aún no superaba el hecho de que mi liberación hubiese sido una farsa. Y a dicho hombre solo le vi ayer para cenar, luego de eso fue totalmente distante y seco, a penas conversó conmigo. Pero no fue una actitud de miedo o nerviosismo, en realidad era como si él estuviese esperando que yo superara la noticia para que todo fuese como antes.
El niño estaba quitando la espuma de sus manos, cuando terminó giró para secarlas con una toalla de papel. Él se percató de mí ñ presencia y sonrió amable, una vez que terminó dicho proceso caminó hasta el salón donde estaba luego de pronunciar un simple "buen día" de forma amable pero sin el mayor esfuerzo.—Tío —escuché que habló—, ¿Por qué hoy no estás vestido de dinosaurio? —preguntó entrometido.
Se me hizo gracioso hasta que de pronto Maggie, la Rubia, entró por la puerta trasera y el pasillo automáticamente aumentó el brillo de su aureola.
—Tu tío debe hacer negocios, no puede vestirse de dinosaurio para ti todo el tiempo —pronunció. Una vez que ambos giraron para notar mí presencia en la puerta junto a la cocina, ella sonrió amable.
—¿Papá vendrá con nosotros? —dijo el niño.
Todos estaban tan bien vestidos, higiénicos y arreglados, yo era como una papa recién sacada de su madre tierra.
Vaya suerte la que tengo, porque en ese momento solo rogaba para que Dante no apareciera.
Avergonzada decidí subir corriendo las escaleras para ir y darme una ducha. Cuando entré me topé a Dante revisando mis maletas.
—¿Qué buscas? —dije confundida.
Me acerqué molesta, con el rencor de sus mentiras aún con el eco de dolor en el corazón.
Él no pronunció palabra alguna y simplemente me besó profundamente. Luego rozó mis labios y como si de necesidad de tratara, volvió a besarme mientras sujetaba mi quijada con la mano izquierda. Él guiaba el beso y pronto me llevaba a sus órdenes.Quería hablar pero besarlo se sentía tan bien que ya ni siquiera recordaba que debía decir.
—Detente —susutré anonadada.
—oblígame —contestó divertido.
—Dante, sé quién eres —dije firme. Entonces él se detuvo abruptamente y simplemente observó mis labios. Parecía pensar una respuesta estratégica, pero solo dijo:
—¿Y? No sabes qué ráfaga viene ahora.
Confundida, permanecí en silencio, por lo que él prosiguió:
—Si lo sabes y sigues aquí, eres más fuerte de lo que creí. Tú decides lo que pase...Volvió a dejar un beso en mis labios, ahora más fuerte y corto. Luego de sonreír con malicia sobre ellos, me dejó ahí, confundida y con una sola misión: ganar el juego.
O en lo que sea que esto se esté convirtiendo.
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Dame 30 Días ||En Curso||
Ficção AdolescenteDos mundos totalmente distintos, Minerva Taylor es tan solo una joven de 17 años, convencida de que tiene muy poco valor gracias a que su madre se ha encargado de hacerle la vida imposible y enseñarle que tan solo nació para ser su esclava. Su vida...