Día 3
Minerva TaylorSentí como la enfermera movía mi brazo para que despertara.
—Necesitamos un poco de tu sangre Minerva, es para algunas pruebas.
Me levanté, con algo de dificultad y estiré mi brazo, listo para ser perforado por aquella aguja que según yo, era enorme.
- ¿Qué tal pasaste la noche? -Dijo esa mujer, de unos 45 años quizá.
- Fue algo incómodo -expresé con desdén, en realidad solo quería salir de aquí.
- ¿Ese joven es algo tuyo? -Vio a Dante por un momento quien dormía y continuó perforando mi brazo.
- No... No.
- Claro -Vió por ultima vez la jeringa con mi sangre dentro. -Eso no dice tu información -Sonrió-. En un rato traeré unas galletas y jugo para que te recuperes.
- Gracias -Ella salió de la habitación y yo seguía pensando.
- Hola -Dante estaba en una silla junto a la camilla, despertó y me saludó adormitado.
- Hola -Traté de sonreír, pero creo que solo hice una mueca.
- ¿Cómo te sientes? -Acarició mi mejilla.
- Tengo mucha hambre.
- Yo también -Habló Dante.
La enfermera entró con algo de comida en una bandeja.
Lo cuál dio oportunidad para distraernos, él no estaba siendo tan odioso y mandón.
- Luego de esto vendrá el doctor, él te dirá lo que debes hacer y luego de eso podrás irte. -Habló de forma gentil.
- Gracias -Le sonreí amable, ella salió.
Tomé las galletas y el jugo, hace más de 12 horas que no comía.
- ¿Has comido algo?
- No creo que mi estado sea de importancia en este momento.
- Oh, vamos, me has cuidado bien.
Ahora come galletas conmigo, las necesitas.- Bien -Rodó los ojos.
- ¿Aún iremos a Dubai?
- No te preocupes por eso...
- Pero por mi culpa no hemos ido y se supone que hoy debíamos partir.
- No es tu culpa. Hay razones más importantes que viajar, para mí tú eres una de ellas.
Solo asentí con la cabeza. Cada vez que se acerca no puedo evitar sentir su olor, no es una "corriente eléctrica" porque ¿Eso es posible? Creo que no, para mí es el hecho de que el corazón me palpita con rapidez, me dan ganas de golpearlo y decirle que se controle, no estoy acostumbrada a esto.
Debo admitir que es atractivo, demasiado, su presencia me intimida pero así también me atrae.
- Minerva -revisó mi información mientras tarareaba-, el comienzo de una anemia, debes tomar mucho hierro...-Siguió hablando sobre unas mil cosas, mientras yo fingía poner atención pero en realidad estaba descifrando lo que el doctor había tarareado, Dante escuchaba y asentía-. ¿Está bien? -Me preguntó.
- ¿Anemia?-Sonreí forzadamente fingiendo que había entendido.
- ¿Comes bien? -Me vio con una ceja alzada.
- No -Contesté como una niña regañada.
- Esa es la principal razón -Me aclaró -Ahora ve por tus cosas, hablaré con Dante.
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Dame 30 Días ||En Curso||
Fiksi RemajaDos mundos totalmente distintos, Minerva Taylor es tan solo una joven de 17 años, convencida de que tiene muy poco valor gracias a que su madre se ha encargado de hacerle la vida imposible y enseñarle que tan solo nació para ser su esclava. Su vida...