¿ Qué hacer ?

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Una nueva medalla, dorada y brillante como tanto le gustaba, pero... ¿por qué no sentía el gozo de hace algunos años?, Viktor Nikiforov ya no tenía nada nuevo que mostrar, estaba cansado y aburrido, necesitaba algo con que entretenerse, algo que le motivara a seguir, pero ¿qué podría ser aquello?, mientras avanzaba por el pasillo seguía pensando en su tediosa vida actual, Yuri lo llamaba gritando y Yakov tenía su rostro de siempre, pero por cómo lo conocía, sabía que estaba ansioso por irse, aún había algunos reporteros, seguía avanzando y se acercó a ellos hasta sentir una mirada algo intensa, al girarse vio al patinador japonés Yuuri Katsuki, un chico adorable, o eso creía.

-¿Quieres una foto? - le pregunto sin más, él sabía que era algo egocéntrico, pero todos querían una foto con el guapísimo y talentoso Viktor, sin embargo, se quedó mirando el vacío y algo pasmado, el chico se había girado sin decir más su se iba, las personas que estaban con él lo llamaban, pero nada, de seguro algo le había pasado, pero el platinado tenía cosas más importantes que hacer, buscar algo nuevo para su vida.

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¡Qué vergüenza!, pensaba Yuuri mientras salia del aeropuerto, su ídolo... si, el ruso era su ídolo, su inspiración, no esperaba poder acercarse a él en la competencia, pero que él preguntará eso... como si él fuera solo otro admirador más, esa era la forma en que se daba cuenta de que era invisible incluso para él, no solo había perdido el Grand Prix, sino que había llorado en el baño, había sido amenazado y luego humillado, todo en el mismo lugar, todo el mismo día... no le quedaba nada más que salir de allí, volver a su casa, pero antes tenía que graduarse, luego... se daría un tiempo lejos de las competencias, necesitaba pensar con claridad.

/Luego de unos meses, en la estación de Hatetsu

No, no... - fue lo que salió de sus labios en un murmullo casi para su mismo cuando vio los posters pegados en las paredes del metro, no podía ser, se había olvidado de que era una celebridad aún allí, o al menos algo conocido, pero fue cuando su sensei llegó a esperarlo con un enorme cartel, había olvidado que ella sabía de su llegada.

-Minako sensei , Hola, - sonrió amable recibiendo su abrazo, ella como siempre lo saludo de forma efusiva y luego lo retó por no ser amable con o gente, pero a decir verdad, lo que menos quería era estar con más personas. Al final ambos se dirigieron a su casa, un lugar hermoso, un hotel con aguas termales, uno de los únicos que quedaban en aquella ciudad, eso lo hacía aún más próspero.

Jamás imagino sentir tanta vergüenza cuando al llegar a su casa, hablar con su madre y ver a su padre, fue despojado cruelmente de sus ropas y expuesto como el " gordo", era verdad, desde que había perdido había estado comiendo de más, sin contar que ya no estaba entrenándose como siempre, así que bueno, nada que hacer, salvado por su madre se dirigió a uno de los lugares que más deseaba ver, el altar de Vichan... el cachorro no tuvo la culpa de nada, la culpa fue de él por no estar con el y protegerlo, pero por otro lado estaba su pasión de estudiar, competir y tratar de ser como si ídolo ruso platinado. Paso unos minutos rezando por su cachorro mientras contenía las lágrimas, aunque quizás no le quedaba ninguna por llorar tanto el último tiempo.

- ¿Qué harás ahora?, te apoyaré en lo que decidas - había dicho su hermana, ella siempre sería, pero siempre a su lado en sus decisiones más difíciles... ahora mientras caminaba hasta el Ice Castle, podía darse cuenta de que en realidad era afortunado, y mucho, tenía una familia que lo apoyaba, maestros y ahora mientras la veía sonreírle, amigos.

- ¡Yuuri! Me alegro de verte, ¿han sido cinco años?¿ vienes a patinar ? Yo te cubro - dijo su amiga de la infancia , amiga que lo metió en el mundo del patinaje y con quien compartían la idolatría por Viktor Nikiforov, además , ella siempre lo había apoyado con su pasión.

- Ven, quiero mostrarte algo - le dijo feliz de verla , se colocó los patines y fue al medio de la pista , mientras ella encendía la música.

La hermosa melodía comenzó a sonar, una preciosa canción en italiano, con una coreografía que solo un ruso podía patinar, pero ahora el era quien la realizaba, deslizándose por el suelo sin preocupaciones, si su mente estaba libre, el podía patinar extremadamente bien.

Yuko observaba la coreografía que ambos habían admirado, ahora su mejor amigo la estaba realizando a la perfección, ella sabía lo mucho que Yuuri había sufrido por perder en el Grand Prix... pero ahora se veía maravilloso, se veía feliz ...el estaba brillando sobre la pista.

La canción terminó y con ella la coreografía, pronto pudo escuchar los gritos de las hijas de su amiga, ellas eran grandes aficionadas del patinaje sobre hielo, lo cual era fantástico, ellas sabían muchas cosas. Luego de abrazar a su amiga y disculparse por hacerla llorar regreso a su casa, sin saber el desastre que seria el siguiente día cuando las trillizas hubiesen subido el vídeo de su coreó.

//Mientras tanto en Rusia.

Allí estaba su coreografía, hecha por otro hombre, uno más pequeño, menos musculoso y obviamente menos sexi que el, pero... había algo en el , algo que no lograba entender, cuando su coreografía era tan sensual, el la hacía de un modo muy diferente, daba una sensación diferente...el era diferente y era justo lo que el necesitaba.

- Nos vamos a Japón Mackachin - dijo aquel platinado mientras seguía admirando al pelinegro en su móvil, el can solo le miró confundido sin saber que decía su amo, ahora lo que necesitaba era ver, como sacar el verdadero talento de aquel muchacho, quien era demasiado tímido incluso para una foto.

- Esto será interesante y divertido.

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Este es mi primer fic, espero os guste a quien lea, si hay faltas ortográficas pueden decirme en algún comentario para arreglarlo y eso... espero os guste, trataré de subir todos los días un cap o dos.

Buscando un sentido[Fic YOI/YAOI] *Finalizada*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora