Dream 《YoonSeok》

Uno

Yoongi no era uno de los más aplicados en la escuela, desde que se mudó de Daegu a Seúl, sus calificaciones bajaron y sus ganas de dormir aumentaron. Su madre estaba preocupada pensando que su hijo podía tener alguna enfermedad, Yoongi trataba de esconder su tristeza durmiendo, no quería preocupar a su madre diciendo lo mucho que extrañaba su anterior hogar o a Namjoon, su amigo de infancia. Jimin era la única persona por la que sus días en la escuela no eran un completo desastre, estaría agradecido toda su vida por haberse encontrado a ese enano, como él le llamaba, el primer día de clases.

Después de la clase de matemáticas, Jimin y Yoongi salieron a la cafetería a almorzar, se sentaron en la mesa del fondo pues Yoongi odiaba rodearse de tanta gente.

- Si vuelves a quedarte dormido no volveré a cubrirte la espalda, ¿entendido?- sentenció Jimin mientras apuntaba a Yoongi con su cuchara para luego meterse un poco de arroz con kimchi a la boca.

- Prometo no quedarme dormido en clase de matemáticas otra vez - dijo y luego tomó un rollo de kimbap. 

- No sólo en matemáticas, en ninguna otra clase - dijo Jimin terminando de tragar su comida.

- Lo prometo, enano, ahora come.

- ¡Qué solo soy un centímetro más bajo que tú! - gritó Jimin tirando restos de comida en la cara del contrario.

Yoongi cerró los ojos y soltó un gran suspiro, Jimin se calló inmediatamente no quería hacer enojar al pelinegro o eso significaría su muerte. Yoongi limpió los restos de comida de su cara y se dedicó a comer en silencio mirando de vez en cuando al de pelo castaño. Quería contarle sobre el chico de sus sueños pero no sabía si Jimin aceptaría el hecho que le gustan los chico y peor aún, alguien a quien soñó.

- Jimin - dijo el pelinegro interrumpiendo el silencio y haciendo que Jimin se atragantara mientras tragaba llevándolo a toser. Yoongi soltó una risita y le pasó un poco de agua a su amigo. 

- Dime - dijo Jimin con la voz ronca después de toser.

- Si a mi me gustara un chico, ¿dejarías de ser mi amigo? 

Jimin lo miró sorprendido y juró que si hubiera estado tomando agua la escupe directamente en la cara de Yoongi.

- Eres gay - su voz estuvo unos tonos más alta de lo normal provocando que todos los que estaban en la cafetería pusiera sus ojos en ellos.

-Baja la voz idiota - dijo tapando la boca de Jimin con su mano - No lo sé, ya me había gustado alguien cuando vivía en Daegu, era un chico muy tierno aunque un poco extraño, era primo de Namjoon y mi compañero en mi vieja escuela, Kim Taehyung.

Jimin murmuró algo sobre la mano de Yoongi para luego lamerla. Yoongi quitó su mano de la boca del castaño e hizo una cara de desagrado. 

- ¿Y? ¿Qué sucedió? - preguntó Jimin poniendo su cabeza entre sus manos mientras miraba a Yoongi.

- Mamá consiguió un trabajo en Seúl y ya conoces el resto, no volví a ver a Taehyung después de eso.

-Entonces, ¿sí eres gay? 

- No lo sé Jimin, supongo que sí.

- Te lo pongo fácil, ¿te gusta más el pajarito o la flor?

Yoongi no pudo evitar reír, tomó un poco de arroz y lo lanzó sobre la cara de su amigo. Jimin abrió la boca y miró a Yoongi como si hubiese ofendido a sus ancestros con lo que acababa de hacer. 

-Eres un idiota- sonrió Yoongi - pero tal vez me guste más el pajarito que la flor

Jimin notó como Yoongi se sonrojó un poco luego de decir eso para después bajar el rostro y no pudo evitar sonreír. 

-Tal vez a mi también me guste el pajarito - Jimin desvió un poco la mirada y vio al pelinegro levantar el rostro sorprendido -¿Qué? No te creas especial. 

Ambos rieron, extrañamente Yoongi se sentía mejor que antes, no se había equivocado al elegir a Jimin como amigo. El resto del bloque de clases Yoongi se la pasó pensando en la sonrisa de aquel chico y compartiendo una que otra broma con Jimin. Al finalizar las clases, Jimin acompañó a Yoongi hasta su casa, una de las ventajas de tener a Jimin como amigo era que vivía a un bloque de la casa de Yoongi.

Al llegar a su hogar no se extrañó al encontrar la casa sola, su madre trabajaba siempre hasta tarde, corrió a su habitación tirando su mochila junto con su uniforme en una esquina. Se puso unos shorts,una camisa bastante grande y se tiró en su cama. Cerró los ojos y dejó que el sueño se lo llevara.

Se encontraba caminando en medio de árboles, vestía una chaqueta roja y unos pantalones azules, jamás se había vestido con tanto color en su vida pero de alguna manera le gustaba la ropa. Se encontraba descalzo, miraba sus pies con cada paso que daba y sentía la textura de las hojas en la planta de sus pies. Escuchó unos pasos que venían del otro lado de donde se encontraba, levantó la vista y ahí estaba él, con una chaqueta azul y una camisa roja. Estaba sonriendo de oreja a oreja, dejando ver dos hermosos hoyuelos. 

- Nuestros atuendos combinan. 

Yoongi se quedó estático al escuchar la voz del chico y no pudo evitar sonreír, caminó un poco más hasta estar cerca del chico y ambos sonrieron. Yoongi le rogó al cielo no despertar.