Dos

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Caminaban de la mano, el chico sonriente llevaba un ritmo rápido por lo que Yoongi tropezaba de vez en cuando mientras avanzaban. 

- ¿A dónde vamos?- preguntó Yoongi.

- Quiero mostrarte mi lugar favorito de acá.

Siguieron caminando hasta llegar a una zona de rocas, Yoongi juró escuchar las olas chocando y las gaviotas volando sobre ellos, no podía ser una playa hace unos segundo se encontraban en medio de árboles. 

-Es acá -dijo el chico mientras tiraba del brazo de Yoongi para que caminara más rápido. 

Llegaron al borde del camino, Yoongi revisó sus pies para encontrar alguna señal de herida en estos por haber caminado sobre rocas pero no había nada. Observó al frente y vio el océano, tenía un tono celeste, era hermoso. Volteó a ver al chico quien estaba sentado sobre una roca con una gran sonrisa. 

-Aún no me has dicho tu nombre- dijo Yoongi sentándose al lado del chico.

-¿No? - dijo el chico un poco sorprendido mientras mantenía su vista fija en la vista que tenía delante- Me llamo Hoseok

- Soy Yoongi- respondió el pelinegro -¿Por qué estamos acá? 

-Me gusta la playa- respondió Hoseok- Creí que sería lindo que tú la visitarás conmigo.

-¿Por qué? No me conoces.

Hoseok miró a Yoongi y sonrió -No es común que alguien venga de visita.

- ¿A qué te refieres?

Antes que pudiese responder a su pregunta, Hoseok se levantó extendiendo su mano frente a Yoongi. 

-Deja de hacer tantas preguntas, ven.

Yoongi tomó su mano y caminaron nuevamente, descendiendo por el camino de rocas hasta sentir la arena entre sus dedos. Hoseok soltó su mano y corrió hasta el agua, Yoongi sonrió y caminó hasta llegar a la orilla, dejando que el agua besara gentilmente sus pies. Miró como el agua jugaba entre sus dedos para luego irse, después de eso su cabello estaba mojado y escuchó una risa proveniente de Hoseok.

-Te gusta jugar rudo, ¿no? 

Yoongi tomó agua entre sus manos sin importarle que su ropa se mojara y la lanzó directamente a Hoseok, este soltó un gritó e hizo un movimiento con sus manos sobre el agua esparciendo más en dirección a Yoongi. El pelinegro reía mientras mojaba al castaño, no le importaba si tenía arena entre los pantalones o si la sal entraba a sus ojos, sentía una felicidad extraña, un tipo de felicidad que no había sentido desde que llegó a Seúl. Una ola grande impactó en ellos haciendo que cayeran directo a la arena, empezaron a reír mientras limpiaban sus ojos quitando restos de sal y arena.

- Fue divertido, ¿verdad?- preguntó Hoseok mientras se sentaba.

-Demasiado, no me había divertido así en mucho tiempo.

Yoongi seguía acostado y sentía el agua que se colaba por su ropa, miraba a Hoseok quien estaba muy atento al agua. No pudo evitar soltar una risita haciendo que el castaño pusiera su atención en él.

-¿Qué?- preguntó

-Nada, es sólo que tu cabello está tan pegado a tu cara que te ves gracioso- dijo mientras se sentaba y pasaba su mano sobre el cabello de Hoseok.

-Tú estás igual, parece que una vaca pasó su lengua por tu cabeza.

Hoseok sacó la lengua e imitó a una vaca tomando agua, Yoongi comenzó a reír muy fuerte haciendo que el castaño le proporcionara un codazo. Por alguna razón el pelinegro se sentía cómodo con la presencia del otro a pesar de sólo saber su nombre, era una sensación familiar como si Hoseok se tratase de un viejo amigo al que conoce tanto como conoce a Namjoon. 

Ambos se acostaron sobre la arena de nuevo mirando el cielo que empezaba a cambiar de colores como si fuese a atardecer, Yoongi giró sus rostro para ver a Hoseok quien lo miraba y sonreía, poco a poco fue cerrando los ojos hasta que Hoseok desapareció. El sonido de alguien tocando su puerta hizo que abriera los ojos y se encontrara con la realidad, había soñado de nuevo.

-Yoongi- era la voz de su madre- la cena está lista.

Habían pasado más de 5 horas desde que Yoongi llegó a su hogar, no había hecho su tarea y mucho menos había escuchado a su madre llegar a casa. Se restregó los ojos para levantarse de la cama y abrirle la puerta a su madre.

-¿Estabas dormido de nuevo?- preguntó su madre con un tono preocupado.

Yoongi asintió mientras bostezaba -Hoy fue un día duro en la escuela, quería descansar.

-Baja pronto, ¿sí?- dijo su madre revolviendo sus cabellos- Te traje los pasteles de arroz que tanto te gustan.

-Sí, mamá- Yoongi sorió

-Te espero abajo- dijo su madre y besó su mejilla.

Luego que su madre se fuera, Yoongi cerró la puerta y se dirigió al baño para lavarse la cara. Miró la mano que Hoseok había estado sosteniendo en su viaje a la playa y sonrió, juró que todavía podía sentir el contacto de la piel del otro.

Al entrar al comedor pudo oler el aroma de los pasteles de arroz, se sentó en la mesa mientras su madre le servía un plato y se sentaba frente a él. 

-¿Cómo va la escuela?- preguntó ella.

-Bastante bien- respondió tomando un pastel de arroz y dirigiéndolo a su boca.

-El señor Choi me habló y dijo que volviste a quedarte dormido en su clase.

Yoongi soltó el pastel de arroz y miró a su madre sorprendido, no quería preocuparle, tenían suficiente con que su papá los haya dejado hace algunos meses. 

-Yo...lo siento- fue lo único que pudo decir.

-Sabes que si te sucede algo puedes decírmelo, ¿verdad?- ella sonrió aunque sus ojos demostraban lo preocupada que estaba.

-Estoy bien, mamá, tal vez necesito dormir más temprano y eso lo solucione todo.

Su madre asintió y se dedicó a comer, no podía decirle a su madre que ahora que había encontrado a ese chico quería pasársela durmiendo para poder verlo, no podía decirle a su madre que al fin había encontrado a alguien que lo hacía sentir en casa a pesar de ser solo un sueño.  

Dream 《YoonSeok》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora