☆ Capítulo 17. Amor.

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—¿Una bella historia, eh? —se rió.

—Sí, bueno... no es bella —corrigió—, es hermosa.

—Está bien... cuéntamela. Soy todo oído.

—Verás, cuando estamos vivos, sólo una vez en nuestras vidas encontramos el amor verdadero. En ocasiones, somos tan estúpidos que decidimos perderlo por orgullo o simplemente por idiotas. El punto es que cuando encontramos ese amor, nada puede separarlo. ¿Has escuchado alguna vez la leyenda del hilo rojo?

—No —mintió. La verdad era que Alba conocía a la perfección esa leyenda, era una de sus favoritas. Sólo quería escucharla del chico, quería que Alex se la contara. Podía observar en sus ojos que de verdad estaba emocionado con esta historia y, sinceramente, ella nunca había hablado con alguien que estuviera tan envuelto en un tema. Pensó que se parecía mucho a ella cuando hablaba de extraterrestres, superhéroes o sirenas. Le pareció que era fantástico y lindo escucharlo.

—La leyenda del hilo rojo es una leyenda oriental que dice que las personas que están destinadas a conocerse tienen un hilo rojo atados a sus dedos —explicó moviendo su dedo meñique—. Sin importar cuánto tiempo tarden en conocerse o la distancia que los separe, el hilo se estirará hasta el infinito pero nunca se romperá —sonrió para sí mismo—. Ahora escucha con atención, aquí en Morto las cosas funcionan de manera similar. Aunque esas personas que encontraron a su hilo rojo, es decir, a su amor eterno; sean separadas por la muerte, el hilo no se ha roto y los sigue uniendo. Llega un punto en donde la pareja se encuentra aquí y continúan con lo que fue terminado en la Tierra... continúan con su amor. Es por esa razón que ellos tienen más de cien años juntos. Ambos son su hilo rojo —le susurró—. Y continúan con lo que no fue terminado en la Tierra.

Jamás en su vida, Alba había escuchado algo tan extremadamente adorable.

—Realmente crees en esa leyenda —dijo.

—Realmente creo que el amor es poderoso —respondió completando su frase— Sólo piénsalo —le dijo—Nosotros estamos vivos por amor, las mujeres soportan el dolor de un parto por el amor que le tienen a unas personas que ni siquiera han visto. El amor verdadero —dijo recalcando la última palabra— hace que las personas no piensen sólo en sí mismos sino que piensen en el bienestar de los demás. Y claro, en un mundo tan deteriorado me gusta creer que el amor aún tiene la manía de cambiar a las personas...

—¿Quién lo diría?

—¿Qué cosa?

—Que el gran Alex Browning está interesado en un tema tan... tan...

—¿Magnífico? —le sonrió— No me malinterpretes, Stone. Yo soy un hombre, soy rudo...

—Eres la cosita más adorable que conozco.

—Por favor, no me ofendas —le dijo, ocasionando que la morena soltara una risa—. Sólo es que este tema me encanta porque lo considero mágico... casi imposible. Quizás me parece que el amor es ciencia ficción que, en ocasiones, se vuelve realidad.

Alba sonrió al escuchar lo que Alex le decía y, sin siquiera pensarlo, le hizo una pregunta un poco muy personal que no había planeado decir:

—¿Alguna vez te has enamorado?

Alba se sorprendió a ella misma al escuchar la pregunta que había hecho. Sinceramente, no sabía de dónde había salido, simplemente la pensó, abrió su boca y la dijo. Por alguna extraña razón desconocida, Alba quería saber la respuesta. Entonces repitió su pregunta.

Alex sólo la miró fijamente, analizando cada detalle de su rostro.

—Sí —respondió.

—Ah, ya veo... —dijo la castaña, con un tono de voz lleno de desilusión que sólo logró que el chico riera en voz baja.

Lo que sucedió a continuación la tomó desprevenida, definitivamente no lo esperaba. Alex tomó su mejilla y se acercó demasiado a su rostro, tanto que sus respiraciones se mezclaron, como si estuviera pidiendo permiso para algo que de todas formas haría. Alba no pudo hacer nada más que sólo cerrar sus ojos. Cuando sintió que sus labios iban a rozar los de él, escuchó nuevamente la voz de su madre en su cabeza.

—¿Alba? ¡Alba, mi amor!

La visión de la chica se fue oscureciendo poco a poco, hasta tornarse completamente negra. De repente, ya no estaba al lado de Alex. Había desaparecido.

Resulta que llegó el momento de que la morena abriera sus ojos nuevamente, separándose de Alex. Lo que ella no llegó a saber, fue que en ese momento, el chico había logrado sentir algo otra vez.

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Editado Dic. 30/2017

(😍😍😍😍
Sin palabras...
Este capítulo es el favorito. Disfrútenlo, fue hecho con amor. ❤😏
Voten y comenten.
Besos, bye.)

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