Capítulo 23

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Bruno

-Me voy.

-¿A dónde?- La cabeza de Jace apareció de la puerta de la cocina.

-He quedado. - Era un domingo a la tarde, y todos estaban en sus habitaciones echándose la siesta. Típico de la gran vida.

-Está bien. Diviértete, querido.- Jace me lanzó un besito (típico de él, payaso), y se metió en la cocina. De repente, me acordé de una cosa. En dos zancadas abrí la puerta de la cocina, y me encontré a Jace y a Dominic charlando con un café, como si fueran dos abuelas.

-Dominic, déjame tu sudadera gris, esa que...

-Está bien.- Dijo mirándome un segundo. No había dormido casi nada en los últimos días, había tenido problemas con Daniela. No dejaba de ser una sorpresa que me hubiera llamado.

Fui a la habitación de Dominic, y cogí la sudadera. Bajé las escaleras de dos en dos, arranqué el motor de mi coche, y fui al parque donde había quedado con Daniela.

Aparqué y me eché las manos a los bolsillos. Miré el reloj, faltaban cinco minutos para que dieran las cinco. Carraspeé, y decidí sentarme apoyándome en una valla.

De repente, a mi lado, apareció una chica preciosa. La miré y le sonreí.

-Siéntate si quieres.

Asintió, y se sentó grácilmente. La observé con ojos brillantes: entendía perfectamente por qué Dominic se había enamorado de ella, es decir, joder, era impresionante.

-¿Para qué me has llamado?- Le pregunté amablemente.

Empezó a arrancar hojitas del suelo, y suspiró. Me miró con ojos tristes.

-Dominic y yo hemos discutido. Mi novio y yo ya no estamos juntos. - Se encogió un poco.- NO sabía a quien llamar... Megan y Jace son buenos amigos, pero Megan se lo contaría todo a Jace, y él a Dominic, y no quiero eso.

-Entiendo.- Asentí.- Puedes confiar en mí, aunque sólo hayamos hablado dos veces y nunca a solas.- Reí suavemente.

Mi corazón dio un salto cuando ella sonrió a su vez tímidamente.

-Le dije un montón de cosas horribles a Dominic.

La miré contrariado.

-Si no me equivoco, él ha roto tu relación.- Ella puso cara apenada.- Y te ha hecho sufrir bastante.- Proseguí.- No sé, no creo que merezcas sufrir tanto por alguien que no lo vale.- Dije, apoyando mis brazos detrás de la cabeza.

-Pero...

-Mira, Daniela, te voy a decir la verdad.- La miré, descruzando las piernas.- Dominic es un tío estupendo, me cae genial,pero con las tías es... He visto cómo ha usado a muchas y las ha tirado como basura. Todas, todas, acaban mal con él. No sé que le pasa con el tema, pero es así. No es un tío serio, y lo único que vas a conseguir es que te haga daño.

Daniela bajó la cabeza.

-Pero conmigo es diferente.- Dijo con un hilo de voz.

-¿En serio? -Encarné una ceja.- Creo que lo has visto un par de veces ya con alguna chica con la que no debería estar.- Dije recalcando la última parte de la frase.

-Yo...- Emitió un suspiro exasperado.- Supongo que tienes razón. Intentaré no pensar más en el tema.

-Genial.- Repuse, con una sonrisa. Ahora empezaba mi plan a largo plazo.- ¿Te apetece dar una vuelta? Invito a un helado.

Hay un suspiro cada vez que pienso en tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora