Dominic
-¿Te apetece un gofre?
Íbamos andando por la calle, cuando vi una pequeña cafetería, en la cual Daniela y yo habíamos tomado algo mientras ella leía nuestra mininovela sobre la Inquisición. Noté cómo se me hacía un nudo en la garganta.
-Eso engorda demasiado.- Rió Jennifer.- ¿A medias?
-¿Un gofre a medias?- Pregunté incrédulo.- Eso no da para alimentar. No seas moñas.
-Está bien.- Sonrió.- Uno cada uno entonces.
Entramos. Había bastante gente.
-Yo pido, tú siéntate.
-Está bien.- Me sonrió, me apretó el brazo y se dirigió hacia el fondo, donde quedaban algunas sillas libres.
-Dos gofres con chocolate y dos batidos de... de chocolate también.- Le dije a un camarero.
-Marchando.
-----------------------------------------------------
Daniela
Bruno y yo estábamos tomándonos dos gofres con mermelada de fresa, y un batido de melocotón, cuando Jennifer apareció a nuestro lado.
-Oh, hola Daniela, no te había visto.- Su sonrisa se ensanchó.
Bruno me miró, luego a ella, y así repetidas veces. Puse la sonrisa más falsa que pude y dije alegremente:
-Ni yo a ti.
-Me llamo Bruno.- Dijo éste sonriendo a su vez.
-Oh, encantada-. Dijo enseñando los colmillos.- Bueno, si no os importa me sentaré aquí.- Y se colocó en la mesa de al lado.
Bruno y yo le sonreímos, y dejamos de mirarla. Suspiré exasperada.
-¿Quién es?- Susurró Bruno.- Creo que no te cae muy bien.
-De hecho la odio.- Dije entre dientes.
Bruno levantó la cabeza.
-Ahora vas a tener más razones para odiarla.
Miré hacia arriba.
-¡Madre mía, encima con chocolate!- Aplaudió Jennifer.
Ahí estaba Dominic, con una bandeja de gofres y batidos.
------------------------------------------------
Dominic
Estuve a punto de tropezarme con la pata de una silla, y tirar la bandeja al suelo. ¿Qué narices estaba haciendo Daniela ahí?
Deposité la bandeja en la mesa con un golpe seco, que hizo que pedacitos de chocolate y gofre salieran despedidos por todos los lados.
-¡Eh, ten más cuidado!- Protestó Jennifer.
ESTÁS LEYENDO
Hay un suspiro cada vez que pienso en ti
RomanceA pesar de que sé que no te merezco, y no sé si algún día conseguiré amarte como te mereces, te aseguro que soy lo suficientemente egoísta como para pedirte otra oportunidad, y prometerte que te amaré como mejor sepa. Quiero intentarlo. Porque te q...