Mírame (Laliter)

Capítulo 37

Narra Lali: 

Otro día más, Rochi y yo decidimos no ir al colegio...va...en realidad...ella lo decidió porque no quería que me encuentre con Peter y Euge, así que decidí no contradecirle, ya que era obvio que ella iba a ganar si discutíamos. Nos pasamos toda la mañana charlando y riendo, sin dudad me hizo olvidar de todo. Y se pasó toda la mañana cuidándome, no me dejaba ni ir al baño sola. Si, ya sabemos todos como es Rochi, Rochi es...Rochi. Na, mentira. Ella es única. La amo. 

Almorzamos y miramos películas: de terror, que no faltaban mis gritos de miedo, al igual que ella. De amor, que tampoco faltaban nuestras lágrimas de felicidad y tristeza por esas parejas de la peli. De suspenso que nos comimos todos los pochoclos de los nervios, si chicos...así somos, que se le va a hacer; y estuvimos adivinando quien iba a morir, quien iba a ser el culpable y quien iba a ser ganador. Y por último de acción, que casi nos matamos entre las dos por quién iba a ser la novia del actor, que estaba más bueno que un feriado puente. Que? Lo tenía que decir. 

Y así pasamos el día, parecería aburrido pero para nosotras fue lo mejor. Cuando nos dimos cuenta, eran las 20:00 PM de la noche. La cabeza ya no me dolía para nada y el doctor me dijo que me la saque cuando ya no me doliera más. Obviamente, con ayuda de Rochi. Me quejé un poco por el dolor pero después sentí un alivio enorme, ya no sentía como que tenía un ladrillo en la cabeza. 

Lali: Creo que es tiempo de ir a mi casa. -le dije a Rochi, siento que me estoy aprovechando y aunque no sea así, tengo que volver de todas formas a mi casa, hay que enfrentar los miedos. Eso me enseñó Rochi.-

Rochi: Ya? La paso re mil bien con vos, no quiero que te vayas. -me dijo triste y como una nenita chiquita.-

Lali: No te preocupes, Ro. Cualquier cosa te voy a llamar. Y además, tengo que enfrentar mis miedos, no? -asintió- Nos vemos mañana?

Rochi: Dale, te espero, eh?. No vemos. -me dió un abrazo bien fuerte y nos despedimos con un beso en la mejilla y otro abrazo.- Mandame un mensaje cuando llegues. 

Lali: Dale, hay que ver si no me olvido. -reímos y nos despedimos- 

Salí afuera y ella se quedó parada en la puerta hasta que yo doble la esquina, nos despedimos una vez más con la mano y entró a su casa. Seguí mi camino, las calles estaban oscuras, pero había una hermosa luna que brillaba en la ciudad. 

Tengo miedo? Mucho, diría yo. Estoy nerviosa? Demasiado. Y ahora creo que me estoy arrepintiendo de haber venido, tal vez tendría que esperar un día más para volver, cuando esté lista....NO! Tengo que enfrentarlo todo, de una vez por todas. Llegué....las piernas me están temblando, mis manos comienzan a sudar, sin dudas estoy muerta del miedo. Miré todo con atención, el olor de toda mi vida vino de vuelta a mi naríz, lo sentí. Y se me revolvió el estómago, tenía ganas de dar un paso atrás y salir corriendo a la casa de Rochi, pero no podía hacerlo, ya había tomado ésta decisión y no puedo ser tan cobarde. Por una vez en la vida, tengo que hacerlo. 

Agarré mis llaves y con cuidado y a  paso de tortuga, puse la llave como puede ya que era difícil, claro...como no va a ser difícil si mis manos no para de temblar. Le dí una vuelta, otra vuelta y abrió. Con mi otra mano agarré la manija y respiré hondo. Sentía que en cualquier momento me desmayaba de lo nerviosa que estaba. Tomé un poco del valor que me quedaba y abrí la puerta con cuidado, con la cabeza agachada. No quería mirar hacia arriba, NO QUERÍA HACERLO! NO PODÍA! Tengo miedo, mucho miedo. Mi respiración era entrecortada, hasta que levanté la vista. 

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