capitulo 7

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Salí del hospital y estaba mi hermano esperándome con su mano estirada para que me agarre de él. Obviamente lo hice, y fuimos saliendo, una chica grita.

— ¡Ahí está Jack! —reí, por lo que dijo y mi hermano estaba serio con el ceño fruncido, no deje de reír.

— Jack, no voy a salir con bata a la calle dejame cambiarme de ropa. —le dije riendome ya que el estaba apurandome en salir.

Me tuve que poner una camiseta negra, unos shorts, y un botín, el otro lo llevaba en mi mano, se veia lindo, como siempre me delinee los ojos y me maquille un poco.

— Que linda te ves. —dijo mi hermano yo solo sonrei a su comentario.

Ibamos caminando, yo con mis muletas a cada lado, y él a mi lado, al salir del hopital todos se tiraron encima mío y de Jack, lo puse detras mio para cubrirlo de las chicas, seguimos caminando entre empujos y me aguante varias veces que me pasaran a llevar el yeso que traía en la pierna, pero una de las chicas me miró, se noto su cara de enojo y patio fuerte mi pierna enyesada, yo solo grite del dolor, dándole un puñetazo en su nariz haciendola sangrar.

Jack me ayudo a subir al auto, mientras él luchaba por subirse al lado para conducir a casa pero era casi imposible lo empujaban le sacaban fotos mientras yo solo miraba hacia al frente, reí al que no podía subir, puso una cara de odio hacia mi, toqué el claxon varías veces y agradezco que se hayan alejado para poder irnos.

— Gracias Sarah. —dijo besando mi mejilla.

— De nada, eres mi hermano, aunque me abandono el en parque. —dije riéndome—, y por eso me vas a comprar mi almuerzo. —le sonreí.

— Sonríes igual a Madison cuando quiere comida.

**

Llegamos a casa, Jack me ayudo a bajar del auto, entramos y encendimos la televisión, y lo primero que vimos en la gran pantalla.

— ¿Jack con una chica nueva? ¿Creen que deje a Madison Beer, por ella? —dijo la periodista era verdad Madison solo tiene, 17 años es una niña, bueno no tanto, pero para el amor no hay edad, o eso dicen.

— ¿Creen que el famoso, Jack Gilinsky la engañe o termine con ella? —con eso terminó la entrevista.

Jamás. —dijo jack con una sonrisa.

Grabé ese momento, y se lo mande a Madison. No tardó en responderme de vuelta.

M: Déjame la casa sola para mi y él, por favor.

Yo: Ok, pero no usen mi cuarto.

M: Jamás. Hahaha.

— Jack, voy a buscar mi ropa a la casa de Johnson.

— ¿Te acompaño? —y negué.

— No, tendrás visitas hoy. —le dije riéndome.

— Esta bien, cuídate. —dijo algo confundido.

— Igual tu. —le dije, me acerque y le di un beso en la cabeza.

— No puedes manejar. —dijo hablando rápido.

— Lo se, tomare un taxi. —le dije, me dio dinero no es que yo no tuviera pero el sabia que estaba sin trabajo por ahora.

El taxi llego subi con mis muletas, ya me gustaban no se por qué, pero las amo y ellas me aman, le di la direccion de la casa de Johnson, y al llegar le pague y me baje dandole las gracias.

Toco el timbre de Jack y nada nadie responde, esta bien, Sarah, mantén la calma, toque como loca pero aun asi nadie salía, había creido que habia salido hasta que escucho su voz riéndose, iré por el patio trasero.

—Ok, Sarah, mantén la calma. —me dije a mí misma, voy por el patio trasero y lo veo besandose perfectamente con Daniela, en ese momento mi corazon se estrujó como cuando apretas una esponja para quitarle el agua asi fue. Jack me vio y salí lo mas rápido que pude, me alcanzó agarrando mi brazo.

— Sarah no es lo que piensas. —dijo. Típica frase.

— ¡CALLATE! —le grite—, No te vuelvas a aparecer por mi casa, y si quieres verte con mi hermano que sea en otra parte. —le hable enojada, quería matarlo.

— Cálmate, ella se metio a mi casa mientras yo estaba durmiendo. —dijo, sé que parezco ridícula haciéndole una escena de celos. pero es que me duele verlo con ella.— Y... —la palma de mi mano choca contra su mejilla.

— ¡VOLVISTE CON ELLA! —le grite sollozando, era difícil seguir viéndolo frente a mi. Mi corazón estaba roto.

— No, bueno si, creí que tú sólo querías una noche loca, nada mas, tampoco tengo una oportunidad contigo.—no quise verlo más y me alejé, mientras él caminaba detrás mio, y yo llorando como una estupida.

— ¡Jack! ¿Cómo que no había oportunidad conmigo? Por eso vine, quería decirte que me gustas. —lo empujé, y se quedó quito, no me siguió.

Mientras lloraba desconsoladamente, me sentaba a un lado de la calle y tiraba mis muletas al otro lado de la calle furiosa.

Jack se sento a mi lado e intento abrazarme pero me aleje de él levantándome y cai al suelo de trasero, patética, así me sentía, patética.

— ¿Me pudes traer mis muletas? —le dije en voz baja con la vista nublada por las lagrimas él asintio con la cabeza y me las trajo.

— Oye, Sarah, disculpa por mentirte no queria que esto pasara, lo siento. —me dijo mirandome a los ojos mientras mi puño chocaba con su perfecta nariz.

— ¡Ay! lo siento, no queria lastimarte, eso se siente cuando le rompes el corazón a alguien. —le dije enojada.

Empecé a caminar y me di vuelta a ver a Jack pero estaba Daniela a su lado abrazándolo, me dio mas pena y comenze a llorar mas fuerte hasta que vi un parque, ya no podia seguir caminando me dolia mucho la pierna, debí quedarme en casa, me tuve que aguantar el dolor. Hasta que no resisti y caí al suelo de trasero, alguien se sento a mi lado y me abrazo, era Jack, su perfume lo delató, pero segui llorando en su pecho hasta que habló.

— Termine con Daniela. —dijo abrazandome mas fuerte, no le dije nada hasta que me calme y lo empuje para que se alejara. Me levante dignamente y segui caminando, él al parecer se fue a su casa me sente en na banca, puse mis muletas a los lados puse mis codos en mis rodillas y mis manos en la cara para comenzar a llorar en silencio.

Le mande un mensaje a Nash.

Yo: ¿me puedes recoger? estoy en un parque, cerca de la casa de Johnson.

N: Ok, iré, pero dime. ¿por que no estas en tu cama descansando?

Yo: Porque  vine a ver a Johnson, y resulta que volvió con Daniela.

En ese momento comencé a llorar nuevamente.

N: Ok, voy.

Al llegar Nash lo abrace fuerte y le conte todo, desde ayer cuando me invito a comer a su casa, evitando decirle cuando tuvimos sexo, el choque y hasta ahora. Me llevo a mi casa, sin decir nada, necesitaba desahogarme y él lo entendía.

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¿Soy una Gilinsky? [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora