Sus ojos. En cualquier otra persona habrían pasado desapercibidos, ya sea por su simple y común tono marrón o tal vez por la sencillez y humildad con la que observan el mundo.
Afortunadamente esos ojos eran suyos y estoy segura de que nadie podría volverlos tan hermosos y únicos como él lograba hacerlos, ni siquiera con el brillo que emanan cuando correspondo su mirar.
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Lo Que Nunca Te Dije
RandomPalabras que se quedaron en pensamientos, disculpas no dichas y cartas no enviadas. "Porque la muerte suele ser mejor remedio para una vida de remordimiento"