Su camiseta

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Sonó la campanita de la puerta a las 18 horas anunciando la entrada de Milo. Patrick, que casualmente estaba limpiando la mesa al lado de la puerta, se dio la vuelta para saludarlo y avisarle que en un "segundito" le llevaría su café.

Mientras yo estaba limpiando la barra al lado de la caja registradora observando la escena, Patrick vino disparando fuego hacia mi. Sabía que estaba justo atrás mío esperando que me de la vuelta para prestarle mi atención así que lo hice.

-Enana, adivina que.- Patrick me miraba con una sonrisa divertida y moviendo sus cejas de arriba a abajo.

-No se, que pasa.- dije apoyándome en la barra y cruzando mis brazos.

-Te pedí que adivines.- me contesto volviendo a mirar a Milo por un micro-segundo para después volver a mi.

-No se, me rindo.

-NI SIQUIERA INTENTAS ADIVINAR.- me grito haciendo que toda la gente de la cafetería voltease a nosotros.

Patrick y yo alzamos la vista y saludamos a la gente como si nada hubiese pasado.

-Que sutil.- dije irónicamente mientras seguíamos saludando como dos tontos.

-Enana inténtalo, aunque sea una vez sola.- dijo cesando el saludo al publico.

-Te diste cuenta que no eres gay realmente y volviste a la heterosexualidad.

Patrick me mostró su mejor cara de asco.

-Oh no, por dios no, amo a los tipos....bueno ya que no estas dispuesta a seguir este juego- me toma por los brazos para quedar a mi altura- mira a tu hombre.

Ladeé mi cabeza sin entender y Patrick suspiro rodando sus ojos.

-Mira atentamente a Milo, a ten ta men te.- dijo acercándose a mi altura susurrándome en el odio.

Me di vuelta para mirar a ten ta men te y la verdad, más allá de su belleza, su estilo, y sus pantalones rotos, no notaba nada "especial" como para emocionarme de la manera que Patrick estaba.

Patrick soltó un suspiro pesado, como si no pudiera entender lo tonta que estaba siendo como para no darme cuenta.

-Mira su camiseta, enana de jardín.- dijo susurrándome en el oído pero con un tono molesto.

Deposito mi mirada en su remera mientras el sacaba su libro de su mochila y abrí mi boca de la sorpresa para después dejar de darle la espalda a mi amigo y mirarlo.

-No me digas que.....- dije entusiasmada.

-Te digo que si.- me contestó Pat con una sonrisa.

Como no estábamos siendo lo suficientemente disimulados, Milo levanto su mirada del libro que estaba leyendo para poder mirarnos. Rápidamente me di la vuelta y note como Pat saludaba a Milo.

-Que haces?!?!!?- dije casi susurrando.

-Lo estoy distrayendo.- dijo patrick mientras sonreía y seguía agitando su mano.

-....................en serio Patrick?.- le pregunte no pudiendo creer lo que me decía.

-Si. mira ya se volteo, de nada.- dijo guiñándome pensando que su mini plan había sido discreto y relajado.

-Gracias te agradezco, tarado.- dije volteando para quedar en frente de el.

Ambos nos quedamos mirando y no pudimos evitar reír. Pero mas allá de lo que acababa de pasar, Milo tenía una camiseta de mi banda favorita de todos los tiempos...

Panic! at the Disco.

Ok, necesitaba acercarme a ese chico. 

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Hola! les vengo a decir, que si nunca escucharon esa banda, vayan ya a escucharla porque dnfabcfifjkxzsnlds es hermosa yyyyyy en esta historia se van a recomendar muchas buenas canciones, incluidas algunas de Panic. Nos vemos :)

Notas de caféDonde viven las historias. Descúbrelo ahora