Aprovechar el tiempo p.I

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La noche se había tornado en una de las peores que había tenido, hasta que tuve el impulso y tome la decisión de ir a la casa de Milo, ¡y que buena decisión!
Después del beso, seguimos hablando un poco hasta que el sueño nos gano, y Milo me ofreció dormir es su habitación.
Una vez que entramos en esta, me dispuse a recorrerla. Era normal, nada extravagante, una cama, escritorio, armario, y sus cámaras que ya no se cuantas tiene.

Una vez terminado mi tour, me senté en la cama, mientras veía como Milo tomaba un par de sabanas del ropero.

-Penn, iré a dormir al sofá. Si necesitas algo dime, ¿si?- se me acercó para darme un beso.

Penélope, ármate de valor.

-Emmm...bueno, gracias.

Penélope, anda, dile. Hazte mujercita de una vez.

Milo ya estaba por desaparecer de la habitación hasta que lo llame, se dio vuelta para mirarme y escucharme.

-Emm..yo..tú no...-di un pequeño respiro y continúe- ¿No quieres dormir aquí conmigo?

No había mucha iluminación en la habitación, pero estoy segura de que mi cara era una explosión de tonos rojos.

-¿Segura?- pregunto Milo sonriendo medio de lado.

Alguien que le diga que es ilegal que sea tan lindo.

-Si, digo, no tiene nada de malo, no vayas a desdoblar sabanas, no tiene sentido, sería un trabajo volver a doblarlas cuando estoy segura que de que están súper bien dobladas, además, se ven tan lindas así de...dobladas. Podemos dormir aquí no pasa nada,¿Que lado te gusta más? A mí me da igual, pero si te gusta más el lado izquierdo, yo puedo tomar el derecho, pero si te gusta más el derec...

Milo había avanzado hacia mí, se dio cuenta que me había puesto nerviosa, así que no me dejo terminar de hablar y me dio un beso.

-Me da igual el lado, elige tu- dijo para luego darme un beso casto.

Nos acomodamos y Milo me abrazo pasando su brazo por mi cintura.

-Sabes, pensé que no me ibas a pedir que me quedara, tardaste un poco.

Ambos reímos para después, fundirnos en un profundo sueño.

La alarma de Milo sonó a las once de la mañana, me desperté rápido recordando que no le había avisado a Pat que estaría en lo de Milo, así que salte de la cama rápidamente y comencé a recoger mis pertenencias.
Una vez que tenía mi bolso y zapatos, fui a despertar a Milo para que pudiera abrir la puerta.
Se veía tan Pacífico durmiendo, me daba pena despertarlo.
Un poco aturdido pero despierto, arrastro sus pies hacia la puerta para abrirla, una vez que está estuvo abierta, me tomo de la mano y me abrazo.

-¿No quieres quedarte un rato más?- dijo abrazándome, colocando su mandíbula en mi cabeza.

-Como querer, quiero, pero no puedo; Pat debe estar buscándome como loco- conteste, ocultando mi rostro en su pecho.

-Bueno, anda. ¿Sigue en pie lo de esta noche? Tengo algo importante que decirte.

Deshice un poco el abrazo para poder mirarlo desde abajo.

-¿Que cosa?- pregunté extrañada.

-Algo importante, ya te lo diré en la noche- dijo para después, besar mi frente.

-Si, por supuesto, nos vemos en la noche- dije para darle un beso en la mejilla.

-Genial- dijo para sonreír con los ojos cerrados, podía notar que seguía con sueño- Adiós Penny- dijo dándome un beso.

Notas de caféDonde viven las historias. Descúbrelo ahora