Lunes.
El reloj de mi celular marcaban las ocho con dos minutos mientras abría las puertas del café, con un Patrick a mi lado con una resaca más grande que su confianza.-Enana juro que no volveré a tomar- se quejó Patrick mientras se sentaba en una mesa con sus manos en su cabeza
-Pat....- voltee para poder darle una mirada.
-Juro que no volveré a tomar...tanto- contesto apuntando su dedo índice hacia arriba, en forma de decreto.
Patrick es un caso perdido.
La mañana pasó tranquila, todo normal y acompañado por un par de quejas de Pat con respecto al alcohol.
Milo anunció su entrada con las campanitas de las puertas a las dieciocho horas del día, pero yo no me sentía de buen humor.
No, en realidad, no me sentía bien. Hablamos, le lleve su café, hablo con Pat, pero yo no me sentía igual. ¿Me sentía así de mal porque me gustaba Chris? ¿Me sentía culpable? No es una sensación linda mirar al chico que hace días pensabas que podía voltear el mundo con solo mirarte, y sentir que le estás fallando, que le estás mintiendo. Milo es una persona tan bella por dentro y fuera, no merece ser usado. ¿Debería decirle como me siento?Tantos pensamientos no me hicieron dar cuenta que Milo se encontraba frente mío, mirándome con una sonrisa y pasando su mano por delante de mi rostro para llamar mi atención.
-Tierra llamando a Penny Lane- dijo Milo riendo.
-Perdón, estaba muy concentrada en mis pensamientos, ¿Que necesitas?- pregunté sin ánimos.
La expresión de Milo se volvió un poco más fría y confundida, sin entender mi cambio de humor.
-Emm no quiero molestarte- dijo Milo un poco calmado y a la defensiva pensando que yo lo podía llegar a atacar- me acerqué para invitarte a salir.
Mi mirada estaba perdida por la piel de Milo hasta que pude procesar lo que había dicho y me dediqué a mirarlo.
-Emmm, no se, si emm, no lo sé- dije nerviosa introduciendo mis manos a los bolsillos de mi delantal.
-Quiso decir que si, ¿Cuando quieres salir con ella, Milo?- apareció Patrick para salvar esa situación, como casi todas mis situaciones con Milo.
-Dile que quiero salir con ella el viernes- le contestó Milo a Patrick.
Oh no, Viernes.
-El viernes estoy ocupada.- conteste recordando mi cita con Chris.
-Oh, entonces, ¿Sábado?
-Sábado suena genial, ¿Sabes? La madre de Penny se va a un crucero con sus amigas solteronas está semana y yo estaba buscando una excusa para que la enana no este el sábado por la noche, así que si te la llevas a la noche, estaría agradecido contigo.
Agradezco tanto tener a Patrick como mi ami....un segundo, ¿A quien meterá a mi casa este sábado?
-Bueno, el sábado a la noche será.- dijo Milo sonriéndome acomodando su cabello hacia atrás.
Solamente respondí con una sonrisa tímida.
Después de intercambiar un par de palabras más, Patrick se fue para seguir trabajando y Milo se despidió, no si antes entregarme una nota, en la cual decía que esperaba con ansias el sábado y con un par de canciones al final de la nota.
Cada vez me sentía más miserable.
El viernes llego rápido, pero Milo nunca llegó ese día a la cafetería. Fue extraño, aunque hablábamos siempre por mensajes, no le pregunté porque no había ido ese día.
Había quedado con Chris, el pasaría por mi a las ocho de la noche por el café para salir a un bar.
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Notas de café
Teen FictionLas notas que se dejaban entre ellos eran divertidas, hasta que ella descubrió que el mundo era mas chico de lo que pensaba. Llegaba, Se sentaba, Pedía su café, Sacaba su libro, Tomaba su café, Leía su libro, Pagaba, Se iba. 26/12/16