Entre la espada y la pared

93 3 0
                                    

Un nuevo curso comenzó, creo que uno de los peores años sin duda. Pues, Lía tuvo que recuperar sus materias del año anterior :( . Me sentía sola en una clase llena de gente narcisista y falsa que solo les importaban ellos mismos y ser el más popular de todo el instituto. Prefería la soledad, sentarme conmigo misma era lo mejor, evadirme de todo y pensar que cada día era uno menos para salir de esa maldita cárcel.

Lo peor fue cuando Nick comenzó a sentarse detrás mío con Adam y posteriormente dejó a Adam para sentarse a mi lado.

-¿Qué haces aquí?-Le pregunté

-Nada...Solo es que desde ahí atrás no sé ve nada y se te ve tan sola, si no te importa me sentaré aquí a partir de ahora.

-Bueno, a veces es mejor estar sola ¿sabes?... pero haz lo que quieras, no te voy a echar-dije queriendo estrangularlo mentalmente.

No entendía nada, habían mejores sitios delante mío, además me había jurado que ya no sentía nada por mí, su corazón volvía a estar ocupado por la chica de cabellos dorados. Tal vez y solo tal vez dejaríamos el pasado atrás y volveríamos a ser tan amigos como antes.

Comencé a hacer los deberes de inglés que la profesora nos mandó a hacer en clase mientras ella acudía a buscar unos partes de aula, esquivé la penetrante mirada color oliva de Nick, mis conversaciones eran cada vez más secas, para que pensara que era alguien fría y distante. Hasta que llegó la gota que colmó el vaso...

Me levanté a afilar el lápiz, al volver él también se había levantado.

-¿Me das un abrazo?-dijo Nick con voz melosa.

-¿El niño está mimosín hoy?- dije con tono hiriente.

-Con ese genio que tienes hoy, es lo que necesitas.-insistió como si le fuera la vida  en ello.

-Déjame,por favor, no estoy de humor-dije calmadamente-ahora,¿me dejas sentarme?

A mis palabras no llegó a responder, me abrió la silla y dejó que me sentara otra vez en mi lugar, sin ninguna pregunta más, tampoco cedería a que me abrazara.

Pero ¿que me estaba pasando? Por una vez había sido cruel e hiriente, cosa que no me perdonaría nunca. Tenía mis motivos, si se creía que sería su plan B en caso de que el A(la preciosa rubia) no funcionase lo tenía claro. Además, Ancel amaba a Caitlyn. Me encontraba destrozada y busqué refugio en mis auriculares y mi mp3 lleno de canciones de rabia, desamor e ira. No quería contarle a nadie mi situación,ni a Lía . Quería afrontar esta situación yo sola sin perjudicar a nadie. Al parecer se quedaría ahí todo el año tendría que aguantarme y esbozar una sonrisa, aunque en el fondo quisiera que se fuera.

LLegó abril, el frío y gélido invierno se había ido, la primavera había llegado para quedarse. Al parecer el tiempo arregla las cosas o al menos las mejora, le hice una llamada por Skype a Ancel, aunque me hubiera dado su Skype antes de irse nunca le llamé por estar destrozada tras lo de Caitlyn. Esto era diferente, él cumpliría 16 años y quería felicitarle(y de paso hablar con él). Antes de hacer la videollamada, me arreglé como nunca lo había hecho, quité mis gafas de mi rostro, planché mi pelo, me maquillé como si fuera de fiesta y me puse mi mejor camiseta de tirantes.

Enciendo el ordenador, inicio sesión y pincho en el botón verde de la llamada.

-Hey, feliz cumpleaños!!!-dije con entusiasmo.

-Gracias Sky,¿como te va?¿qué es de tí?-dijo alegrado por la sorpresa.

-Estresada-le dije- es el décimo curso y tengo que estudiar para los finales, además, tengo que encontrar un traje de graduación,unos tacones para finales de junio...

-¿Finales de junio?-preguntó-Porque vendré en torno al 24 este año,¿qué día es?-dijo con ansia

-El 26,¿por?-pregunté

-Puede que vaya-me dijo, casi con total seguridad.

-¿En serio?, me encantaría verte allí-mi rostro se iluminó-¿hasta bailarías conmigo?-dije con la cara más roja que un tomate.

-Claro, que no, seguro que me pisas y me tienen que llevar a urgencias por tu culpa-dijo bromeando-pues claro que sí boba.

-Me llama mi madre para comer, adios- dije de forma melosa.

-Adios, bailarina-dijo Ancel bromeando.


Recuerdo que esa sonrisa no se me borró en semanas, mi corazón latía cada vez más fuerte, pero claro...no todas las promesas siempre se cumplen...

Entre dos mundos (COMPLETA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora