Maquillaje corrido, un rabino y pelo de bruja

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Esto comienza a ser demasiado raro, ya no digo diferente digo raro.

La casa de vacaciones de Ancel está abierta pero ya ni me atrevo a pasar en frente. La nostalgia me inunda. Me acuerdo de todos mis intentos para que me hiciera caso. Solo me faltaba un cartel en la frente poniendo: "te quiero". Hasta para tender la ropa tenía que arreglarme, no vaya a ser que él estuviera tendiendo la suya.
En su lugar un castigo peor, me han obligado a ser amiga de Jen(la chica que coqueteaba con Ancel) es maja(ja, era una broma, es como una espinilla en la barbilla), pero la zorrería no se la quita nadie. Todavía recuerdo esos ojitos que ella le hacía bien él sabiendo que lo había intentado con medio barrio. ¿Me sentía intimidada por ella? Un poco, no por su físico sino más bien porque sabía jugar bien sus cartas. Y él como un idiota decía que sólo estaba siendo amable. Una chica que te olfatea el paquete como si estuviera buscando trufas no es una amiga. Que te aproveche Ancel, Jen. Me daba igual que tonteara con él en aquella época, pero se metía con algunos complejos físicos que tengo como el pelo y la cara. Los chicos en el sur y un amigo me decían bruja por mi pelo. Me gusta que ellos me digan bruja porque después de decirlo juegan con los rulos y me hacen mucha gracia, pero Jen me llamaba estropajo. Eso si que fatidiaba, decía que podía pasar cuando quisiera a barrer por su casa.

-Vamos Sky, es buena chica-insistió mi madre.

Buff, claro que sí guapi lo que tu digas.

-Ella sólo quiere amigas de su mismo estatus social. Es penosa. ¿Cuando una cartera te define?- sé cómo Jen me mira, como si fuera una estúpida, pero mamá quiere que sea más como ella, no sé porqué.

-Bueno ella viene en septiembre haz lo que te de la gana. Me gustaría que enterraseis el hacha de guerra y os hicierais amigas.

-O sacar el hacha y talar el árbol-le sonrío con gesto malévolo.

Pone los ojos en blanco y continúa con la conversación.

-Por cierto, te acuerdas del chico que subía en el autobús contigo, de pelo negro y barba¿cómo se llamaba Bryan, Ben...?

-¿Blake?

-Sí, eso es- dijo- pues va a la autoescuela de al lado de casa lo vi está mañana, se ve que se va a sacar el carnet de conducir.

Me quedo de piedra, esa autoescuela está a 50 metros de casa y conecta con la estación de autobuses. Estoy perdida.

-Mamá, es el acosador de Sky-interrumpe mi hermana- siempre se ponía detrás de ella, al lado o delante y se quedaba mirándola.- se pone a mirarme como si fuera él y la empujo hacia un lado- Se le veía bien cerca de ella. Los dos sois raritos pegabais mucho.

¿Bien? Me mandó a la Friendzone, cosa que ahora agradezco.

-¿En serio?- dice mi madre- Pues se le ve buen chico y buen estudiante.

-O se le puede ver como un psicópata eso como tú lo veas.- me defiendo.

-Sky, Blake viene por allí.-dice mi hermana

-¡Mierda, debo esconderme!

-Era broma.

-Tu broma casi me da una puta taquicardia.-me llevo las manos al pecho.

Me recuerda a la broma de Kayla hace unas semanas, ¿ese no es Ancel? -dijo. Casi tiene que llamar a una ambulancia porque casi me doy una vuelta por el suelo.

He encontrado a Nick algo ebrio algunas madrugadas en la estación de autobuses. Sólo le saludo cuando es de día, dado que por la mañana no está embriagado y a punto del coma. Me pasó algo raro cuando nos vimos aquella mañana a eso de las 10. Él me saludó esbozando una bonita sonrisa, cruzó ahí mismo, estaba pasando mientras un coche iba a toda pastilla, se llevó un bocinazo del conductor, yo que esperaba a la 352, el número de la línea, sentí un impulso de ir detrás de él.  Observé las perfectas líneas de los tatuajes en sus gemelos desde la distancia y sentí mi mandíbula caer en el suelo, pero en su lugar sólo mordí mi labio inferior. ¿Era cosa mía o se le veía más maduro?

Entre dos mundos (COMPLETA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora